𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐍𝐆 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃¹© {BRIGHTWIN}

𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀 𝐘 𝐓𝐑𝐄𝐒

"Pelea"

—¿Q-Qué te hace p-pensar eso?— Le pregunté.—Te mira como si... —me ignoró y prosiguió—Te mira como si fueras la cosa más preciosa de este mundo, como un tesoro invaluable.— Mi piel se erizó con sus palabras, y creo que temblé por un momento.—Win...Bright te mira con ojos de amor...y tú igual a él.— Tragué fuerte. Gigie se acercó a mi, parándose justo en frente, ya no le daba la espalda.—¿Te gusta cierto?— Me preguntó—Si...— Musité. Tomé el valor suficiente y alcé mi rostro. Una pésima idea porque al hacerlo su mano se estampó contra mi mejilla—¿G-Gigie?— coloqué mi mano en mi mejilla roja y le miré, estaba llorando.—¡ERES UN ESTÚPIDO!¡UN MALDITO HIJO DE PERRA!— Me gritó cerca del oído. Me agarró del brazo con su mano al mismo tiempo que clavaba sus uñas postizas en mi piel, haciendo que me retuerza y luche por liberarme.—¡ESPERA!¡GIGIE NO ES LO QUE PIENSAS Y-YO!— Me arrastró hasta el centro de la cancha de tennis, vi como todos volteaban a verme. Me siento tan avergonzado, no debí haberme involucrado con Bright. Gigie me agarró del pelo y estampó mi cara en el suelo, quería defenderme pero, si lo hacía ella saldría lastimada. Y no quería eso. Mi cara se llenó de polvo, y un poco de este me entró en el ojo. Empecé a llorar en silencio, mientras escuchaba como, algunos compañeros del salón, llamaban apresuradamente al director para separarnos. De pronto Gigie se detuvo. Y todo el lugar se quedó en silencio, me levanté  y me coloqué de rodillas, mientras me limpiaba las lágrimas. Me lo merecía. Por haber hecho esto. Alcé mi rostro al escuchar la voz grave de Bright gritar. El estaba allí parado agarrándola del brazo, mirándola fijamente. Los ojos de Gigie brillaban con intensidad, como cuando Bright se enojaba conmigo. Las venas se notaban claramente en su brazo por la fuerza que estaba ejerciendo. Estuvieron en esa lucha de miradas por unos dos minutos hasta que Gigie se rindió. Y con sus ojos llenos de ira y resentimiento me miró por última vez, después se alejó. 

Mantuve mi expresión firmemente controlada mientras esperaba que sus ojos me mirasen para evaluar la reacción subsiguiente. No me había hablado en todo el camino. Mi rostro no reveló nada. Pero nuestros ojos se encontraron y el silencio se hizo más profundo... y todo cambió. Descargas de la electricidad que había sentido esta mañana  comenzaron a cargar el ambiente,  mientras Bright contemplaba mis ojos de forma implacable. Aún sentía culpa y remordimiento, pero por alguna razón, ya no tanto. No me di cuenta de que no respiraba hasta que empezó a darme vueltas la cabeza. Cuando rompí a respirar agitadamente, quebrando la quietud.— Te dije que no te acercaras a ella.— Habló Bright. Me crucé de brazos, y bajé mi cabeza. Esperando  un regaño de parte de él. Pero no fue así.— Win debemos hablar de algo..— Me dijo con voz seria. —¿Es por lo de hoy?— Eso debió sonar tonto.—Si, por eso y muchas más cosas...que debí contarte y no lo hice...pero hoy lo haré.—