Me enderecé de golpe, jadeando con fuerza, el sudor cubría mi rostro. Puse una mano en mi pecho tratando de calmar mi corazón acelerado. Mis ojos se abren de par en par y miran fijamente. No se que fue eso ¿Fue un sueño? Sí ... Fue un sueño. Cierro los ojos y respiro profundamente. Pero luego los recuerdos se derrumban sobre mí.
Mi habitación.
La voz.
La mano.
Los ojos.
Y Bright.......
Yo, desmayándome.
Mis ojos se abrieron de golpe ante ese pensamiento. Entonces me doy cuenta de que me encuentro en un entorno desconocido. La pared frente a mí no es la pared de mi habitación. Es azul. ¿Azul? La habitación tiene luz tenue. Mi cabeza gira automáticamente hacia la izquierda cuando siento que alguien me observa. Y luego mis ojos se conectan con él ... Mis ojos se abren y él sonríe con su sonrisa característica y en ese momento se siente como si estuviéramos de vuelta en la escuela en el salón de clase en donde nos conocimos. De vuelta a donde habíamos comenzado todo. De vuelta en esa tienda de ropa cuando me miró. De vuelta en el salón de arte...De vuelta-
Espera... Si él era el que venía a mi habitación significa que... ¿Es culpa de él las noches que dormí mal? ¿Es culpa de él las mordidas DOLOROSAS que dejaba en mi cuerpo todas las noches?¿Él es el causante de la muerte de ese hombre?¿Él es el que me ha perturbado todo este tiempo?
¿Él es el culpable?
Lo miro. Lleva una camisa negra de abajo hacia arriba con jeans negros de mezclilla. El tobillo de una pierna sobre la rodilla de la otra. Un codo en el brazo del sofá y el otro sosteniendo un vaso en la mano que tiene una bebida blanca. Quizás vino... Mi garganta se siente seca. ¿Dónde estoy? ¿En su casa? ¿Él es el que me está torturando? —Tú ...— susurro. No sé cómo empezar. Se siente tan extraño verlo, hablar con él. Muchas emociones estallan en mi corazón, haciéndolo latir más rápido. Me mira con una ceja arqueada. Sus ojos siempre me hipnotizan.—¿Eres tú el que está detrás de todas estas cosas que están sucediendo en mi vida últimamente?— En el fondo, desearía que dijera que no ... Desearía que no fuera él, haciendo mi vida miserable. —Sí. Fui yo, Win....Sí Que era yo...— Fue él. Él era el que estaba jugando con mi cabeza. Él es el que me tortura mentalmente. Él era el que jugaba con mis sentimientos. Él era el que hacía de mi vida una pesadilla. No puedo creerlo ... ¿Cómo podría él?¿Cómo?
Me duele el corazón al verlo y saber que él es el indicado, la persona que amo ¿Por qué no salió como lo haría una persona normal en lugar de torturarme así?
Me abro paso y salgo de la cama. Apoyé los pies en el suelo de madera. Mi cabeza hacia abajo, no quiero verlo porque si lo hago le daré un buen golpe, por lo que él me había hecho pasar.
Me levanto y miro hacia arriba para encontrarlo frente a mí a solo unos centímetros de mí. Sorprendido, salto hacia atrás. Inclina la cabeza hacia un lado, las cejas se fruncen en confusión. Haciendo un movimiento, trato de ir de lado. Pero una mano se envuelve alrededor de mi brazo.
—Déjame, por favor.—Digo, amablemente. En lugar de hacer lo que dije, da un paso hacia mí. —No ... Dije que me dejes— digo de nuevo pero en voz alta ahora. —No lo haré.—, responde. Eso me molesta.—QUE ME DEJES IR MALDITO PSICÓPATA.—, Le grito. Me atrae hacia él, choco contra su pecho. Envuelve su brazo alrededor de mi cintura, enjaulándome. —No lo haré ... Aunque me lo supliques...no lo haré.—, dice enojado. Él está cerca. Tan cerca. N-No...No puedo olvidar lo que hizo ... Me muevo violentamente en su agarre, luchando por liberarme. —Por favor déjame, ya.— le susurro, mirándolo. —No voy a dejarte ir, esperé mucho tiempo... Eres mío solo mío no te dejaré. No te dejaré ir...— Habló, inclinándose más cerca de mi cara antes de continuar. —Nunca jamás te amo tanto como para dejarte ir.— Sus palabras resuenan en mi cabeza, él me ama. Mi corazón se llena de emociones.
Pero....si él me amara, no me hubiera puesto en esta situación.
—D-Déjame tengo que ir a casa con mis padres....—Yo retrocedo. Pero él toma mi mano en su lugar. Intento retroceder, pero no sirve de nada. Inclina su boca detrás de mi oreja antes de responder. —En tus sueños... Pero no tus sueños no serán que yo te deje, sino que te haga otras cosas más interesantes....—. Él susurra y yo retiemblo como gelatina. Él se ríe. Eso me enoja. Me empuja en el colchón de la cama, flotando sobre mí. —No me hagas enojar, Sabes lo que pasa cuando me enojo, ¿verdad?— Sus ojos lucen furiosos, casi volviéndose brillantes nuevamente. ¿Qué? Él cierra los ojos de repente. Pasan unos segundos, toma una respiración profunda y la exhala antes de abrir los ojos. Sus ojos han vuelto a su hermoso color normal.
—Y para tu información, estoy en tu vida y no pienso irme ¿Sabes por qué? Porque me has cautivado completamente...—Vuelve a sonreír y me besa. Dejándome sin aliento, por el repentino movimiento.
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