𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒

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"¿Plan de investigación fallido?"

Nos miramos por unos segundos que parecieron eternos, mil cosas pasaron por mi mente,—¡¿Porque me estás siguiendo?!—reclamé sintiéndome extrañamente valiente. Pero esa valentía no duró mucho, me asusté al darme cuenta de que dos hombres me seguían sigilosamente a seis metros. Formaban parte del mismo grupo que había dejado atrás en la esquina, aunque ninguno de los dos era el moreno que se había dirigido a mí. De inmediato, miré hacia delante donde estaba Bright. —Entra — me ordenó. Fue sorprendente cómo ese miedo asfixiante se desvaneció al momento, y sorprendente también la repentina sensación de seguridad que me invadió, incluso antes de abandonar la calle, en cuanto oí su voz. Metí mi bicicleta y salté al asiento del gran auto y cerré la puerta de un portazo. El interior del coche estaba a oscuras, la puerta abierta no había proyectado ninguna luz, por lo que a duras penas conseguí verle el rostro gracias a las luces del salpicadero. 

Los neumáticos chirriaron cuando rápidamente aceleró y dio un volantazo que hizo girar el vehículo hacia los atónitos hombres de la calle antes de dirigirse al norte de la ciudad. Los vi de refilón cuando se arrojaron al suelo mientras salíamos a toda velocidad en dirección al puerto.—Ponte el cinturón de seguridad — me ordenó; entonces comprendí que me estaba aferrando al asiento con las dos manos. Le obedecí rápidamente. El chasquido al enganchar el cinturón sonó con fuerza en la penumbra. Se desvió a la izquierda para avanzar a toda velocidad, saltándose varias señales de stop sin detenerse.

 Pero me sentía totalmente seguro y, por el momento, daba igual adonde fuéramos. Le miré con profundo alivio, un alivio que iba más allá de mi repentina liberación. Estudié las facciones perfectas del rostro de Vachirawit a la escasa luz del salpicadero, esperando a recuperar el aliento, hasta que me pareció que su expresión reflejaba una ira homicida.— ¿Estás enfadado conmigo? —le pregunté, sorprendido. —No —respondió tajante, pero su tono era de furia. Me quedé en silencio, contemplando su cara mientras él miraba al frente con unos ojos rojos como brasas, hasta que el coche se detuvo de repente. Miré alrededor, pero estaba demasiado oscuro para ver otra cosa que no fuera la vaga silueta de los árboles en la cuneta dela carretera. Ya no estábamos en la ciudad.

Estamos los dos solos. Lo miro, su rostro parece más calmado ahora, sus ojos han vuelto hacer azules.—¿Qué hacías ahí solo?—me  preguntó con seriedad.—Y-Yo e-estuve comprando cosas...— Contesté, por obvias razones no le iba a decir que estaba investigando porque él se comportaba de una manera extraña, no sé cuál fuese su reacción si se enterase de esto.— ¿Y porque ahora? Es peligroso— Me gritó enojado.— ¿Y a ti quien te dio el derecho de controlar mi vida?¿Desde cuándo eres mi dueño?— Sus ojos volvieron a ese tono rojizo, y podía ver a través de su piel como las venas sobresalían por la ira. La había cagado por completo. 

Voten o les corto las patas >:D

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Voten o les corto las patas >:D

¿Qué les pareció?

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐍𝐆 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃¹© {BRIGHTWIN}Where stories live. Discover now