• Memories: Two years •

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» Memories: Two years.        
                
                

—¡Capitán Ragnvindr!
                

La voz de uno de los soldados hizo que Diluc alzara su mirada desde una pila de documentos aburridos que tenía sobre su escritorio. Dejó la pluma sobre la mesa y alzó una ceja al joven que se inclinó rápidamente en una señal de saludo antes de informar cualquier inconveniente.
                

—¿Qué ocurre?
                

—Magos del abismo han sido avistados cerca de la Aldea Agua Clara. —El pelirrojo se puso de pie de inmediato, con la clara intención de dar alguna orden para iniciar un ataque contra los invasores, pero antes de que pudiera abandonar la habitación, el hombre había vuelto a hablar. —Sir Alberich ya va en camino con un escuadrón.
                

Diluc parpadeó un par de veces intentando comprender esa noticia para luego fruncir ligeramente el ceño, se supone que era el capitán, el que debería haber tomado esa decisión porque estaba a cargo.
              

¿Por qué Kaeya seguía adelantándose a sus órdenes sin su consentimiento?
                

Sí, habían pasado dos años desde aquel cumpleaños y ahora ambos adolescentes formaban parte de los Caballeros de Favonius tras haber rendido las pruebas de admisión y haber obtenido las mejores calificaciones.
                

Diluc no tardó en ascender con rapidez en la jerarquía, logrando transformarse en el Capitán de Caballería más joven en toda la historia de Mondstadt con tan solo catorce años. Su visión pyro, aún colgada en su cinturón, le había ayudado enormemente, además de su convicción y determinación de proteger la ciudad.
                

Kaeya también había sido aceptado junto con Jean, formando el grupo más predilecto de caballeros de su generación. Talentosos, fuertes, capaces de cualquier cosa y por sobretodo, comprometidos con la causa de vencer al abismo, a los acaparadores de tesoros y de mantener el orden de cualquier conflicto que comprometiera la seguridad de su nación.
                

El Gran Maestro Varka ni siquiera había dudado en ascender a Diluc, orgulloso de tener a un portador de visión entre sus filas, con un talento innato para el arte de la espada y para tomar decisiones en momentos de necesidad.
                

Lamentablemente, lo único que no podía manejar del todo bien, era a Kaeya y su necesidad de aliviarle el trabajo.
                

No tenía idea de cómo el moreno averiguaba lo que ocurría antes de que la información oficial llegara a sus oídos, así que muchas veces se hacía cargo del problema, alegando de inmediato que eran “órdenes” del capitán Ragnvindr.
                

—Necesito mi caballo listo para partir en tres minutos. —Dijo con un tono autoritario, observando como el soldado asentía una sola vez y corría por el pasillo en dirección al establo.
                

—Agh… Algún día me matará de un dolor de cabeza. —Alzó una de sus manos y frotó con la yema de sus dedos su nuca, en un vago intento de calmar la constante tensión de los músculos del cuello.
                

Cuando lo habían nombrado capitán de Caballería se había sentido increíblemente honrado, y aún lo estaba, pero eso no significaba que el estrés del cargo no le provocara malhumor.
                

 • This is our story • [ Kaeluc | Genshin Impact ]Where stories live. Discover now