• Memories: Insufficient •

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» Memories: Insufficient.         
                 
               
                 

—Ah… Sir Kaeya es tan guapo.
                 

—De verdad no puedo creer que exista un hombre como él.
                 

—¿Cierto? Es como si viniera de un lugar divino.
                 

—No conozco a nadie que tenga esa piel tostada…
                 

Los murmullos indiscretos de las doncellas de la ciudad eran bastante molestos de escuchar y la expresión desagradable de Diluc era cada vez más difícil de disimular.
                 

Había ocasiones en que simplemente hacia oídos sordos a los comentarios de las mujeres cuando patrullaba las calles de Mondstadt, pero había momentos en que era prácticamente imposible.
                 

Menos cuando estaban gritando a las afueras de la sede de los Caballeros de Favonius, acomodadas en un rincón esperando poder ver a Kaeya aunque sea para saludarlo.
                 

—¡Shhh! ¡Viene el capitán Ragnvindr!
                 

Curiosamente algunas chicas tampoco eran capaces de suprimir sus suspiros cuando el pelirrojo aparecía en sus campos de visión. No eran capaces de pronunciar palabra alguna, ante la mirada impasible que les dedicaba, pero eso no impedía que comenzaran a murmurar a sus espaldas, esbozando tímidas sonrisas en su dirección.
                 

—Señoritas. —Inclinó su cabeza de forma cortés en señal de saludo, mientras las chicas rápidamente intentaban cubrir sus sonrojos con los dorsos de sus manos. —¿Necesitan el servicio de los caballeros? Llevan un par de horas aquí sin entrar a la oficina para realizar su solicitud.
                 

—Oh, no, Sir Diluc. —Una de las jóvenes, la que parecía la más entusiasmada con la idea de ver a Kaeya, le respondió. La reconoció de inmediato, era la chica rubia de la que habían hablado hace un par de semanas. —Estamos buscando a Sir Kaeya, prometió escoltarnos al lago para dar un paseo.
                 

Diluc tuvo que ejercer todo su autocontrol para no mostrar una mueca de desagrado en su neutra expresión. Estaba prohibido realizar ese tipo de ofertas privadas utilizando el nombre de los caballeros de Favonius, así que tendría que regañarlo por ello dándole un pequeño recordatorio del Manual que habían estudiado cientos de veces para aprobar las pruebas de ingreso.
                 

—Ya veo. —Diluc asintió un par de veces en un gesto de comprensión antes de pretender fingir que estaba interesado en ayudarlas a ubicar al mencionado. —Lamentablemente, sir Kaeya tuvo una misión esta mañana, no se encuentra en la ciudad.
                 

Era cierto que Kaeya estaba en un misión, así que prácticamente no les había mentido, pero no sabía si ya había regresado a la ciudad o lo habían mandado a un nuevo encargo.
                 

—Debió haber olvidado su promesa. —Comentó otra chica con un pequeño tono de voz cargado de cizaña, casi como si se estuviese burlando del fracaso de la rubia.
                 

—Imposible, esa noche realmente me prometió que saldríamos hoy.
                 

El pelirrojo sintió como sus músculos comenzaban a sentirse cada vez más tensos ante la nueva información que estaba siendo revelada.
                 

 • This is our story • [ Kaeluc | Genshin Impact ]Where stories live. Discover now