• This is our story • [ Kaeluc | Genshin Impact ]

• Present: Mission •

» Present: Mission.
　 　　　 　　 　　 　　　 　　 　
　 　　　 　　 　

Amber y Kaeya partieron a primera hora a la mañana siguiente en dirección a Espinadragón.
　 　　　 　　 　

Jean les había dado a ambos las últimas indicaciones, pidiendo encarecidamente que si ocurría algo grave o difícil de manejar, se acercaran a la base del Gremio de Aventureros que se encontraba en el pie de la montaña, solicitando refuerzos según lo que necesitaban.
　 　　　 　　 　

Kaeya había movido su mano en un gesto de desinterés, como si realmente aquello no fuera necesario, pero Amber estaba demasiado atenta a cada una de sus palabras, anotando en su libreta todas las sugerencias que la Gran Maestra les había dado.
　 　　　 　　 　

Ella estaba bastante más emocionada con la excursión.
　 　　　 　　 　

El viaje inició sin problemas y al mediodía ya se encontraban congelándose con las primeras brisas de Espinadragón.
　 　　　 　　 　

Amber se tomó muy a pecho su rol como protectora de ambos, así que encendió, con su perfecta puntería, todas las fogatas que encontraba en el camino en dirección al campamento de Albedo, permitiendo que las quejas de Kaeya no se escucharan en gran parte del viaje.
　 　　　 　　 　

—Sé que mi visión es Cryo y debería tolerar mejor el frío. —Habló el moreno mientras observaba a lo lejos una cálida fuente de luz dentro de una cueva cerca del Pilar Celestial. Habían llegado a destino. —Pero no sé quién inventó enorme mentira, me estoy congelando.
　 　　　 　　 　

Amber no pudo evitar largarse a reír ante la queja de su compañero de viaje, corriendo detrás de él cuando el mayor se precipitó con rapidez hacia el campamento de Albedo.
　 　　　 　　 　

Un lugar mucho más iluminado y cálido, como si realmente no importara que estuviera en medio de una montaña fría y rodeada de monstruos corrompidos por la sangre de un dragón extinto.
　 　　　 　　 　

Mondstadt era fascinante.
　 　　　 　　 　

—¡Hey, sir Albedo! —Saludó la exploradora con una sonrisa, provocando que el rubio se volteara sobre sus talones, dedicándole una mirada de confusión a la niña.
　 　　　 　　 　

—¿Qué tal? —Saludó a la vez Kaeya, sacudiendo su mano en un gesto rápido mientras se dejaba caer con exageración sobre la primera silla de madera que encontró, exhausto.
　 　　　 　　 　

Albedo seguía sintiéndose algo confuso con la presencia de Amber, así que solo se limitó a dejar de lado lo que estaba haciendo. Kaeya supuso que pintar un cuadro por la cantidad de pinceles que tenía en la mano y se volteó en su dirección para hablar.
　 　　　 　　 　

—Buenos días, creí haber sido explícito al mencionar que necesitaría un usuario de fuego. —El rubio se cruzó de brazos con la misma expresión tranquila de siempre mientras Kaeya se limitaba a apuntar a su compañera.
　 　　　 　　 　

—Pues ahí la tienes.
　 　　　 　　 　

El alquimista observó por un segundo a la joven, quien rápidamente se cuadró como un soldado en la guerra, dedicándole una sonrisa brillante y amistosa.
　 　　　 　　 　

—¡Exploradora Amber a sus órdenes!
　 　　　 　　 　

Albedo solo parpadeó un par de veces sin mostrarse ni siquiera admirado por la presentación efusiva de la castaña, ignorándola olímpicamente para enfrentarse otra vez a Kaeya que ya se había puesto de pie para acercarse a las distintas botellas que tenía en un estante en busca de algo para beber.