• Present: Symptom •

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» Present: Symptom.
                    
          

Al día siguiente, Diluc despertó temprano, con sus brazos y piernas enredadas con las de Kaeya, quien seguía durmiendo sin problemas.
          

La verdad es que no tenía ánimos de levantarse de la cama, pero uno de los dos debía hacer el desayuno y estaba seguro que su compañero seguía siendo un cocinero que solo sabía hacer pinchos con carne.
          

Se removió con lentitud para escapar de las garras de Kaeya, levantándose del colchón con cuidado evitando en todo momento hacer demasiado ruido.
          

La manta había quedado olvidada en el suelo, así que la recogió y la volvió a colocar sobre el cuerpo dormido, para luego estirar sus brazos y doblar su camisa hasta los codos.
          

Podría improvisar algo delicioso para comer teniendo huevos y carne del día anterior. Agradecía que Adelinde también les había empacado café y azúcar.
          

Colocó agua dentro de una tetera que posó sobre el fuego que encendió con un rápido chasquido de dedos y mientras cortaba pequeños trozos de tocino para cocinarlos en el sartén, un ruido desde la cama hizo que sus acciones se detuvieran de golpe.
          

Un grito desgarrador.
          

—¡AHHHHH! —Kaeya se sentó sobre la cama de golpe, mientras su palma se posicionaba sobre su ojo oculto detrás de su parche.
          

—¡¿Qué ocurre?! —Diluc no tardó en acercarse hasta el colchón, observando con espanto como el moreno se arrancaba el parche que siempre portaba para mirarlo con ambos ojos a la cara.
          

No supo qué expresión puso, porque Kaeya rápidamente cambió su rostro dominado por el dolor a una mueca de preocupación.
          

—¿Qué es lo que tengo?
          

Diluc titubeó unos instantes antes de hablar, alzando su mano libre de guantes para intentar acariciar su ojo abisal.
          

El recuerdo de Albedo intentando hacer lo mismo hace semanas atrás le obligó a sostener su muñeca y detenerlo. Sabía que aquellas descargas eléctricas eran involuntarias y lo último que quería era lastimar aún más su piel.
          

—No acerques tu mano... —Kaeya siseó de dolor una vez más cuando la puntada en su cabeza le obligó a cerrar sus ojos con pesar. La molestia era continua, no como días atrás. —Dime qué es lo que tengo. —Pidió otra vez con los dientes apretados, parpadeando un par de veces con la intención de disipar la leve nebulosa que le producía aquel nuevo síntoma.
          

El Ragnvindr no sabía como describir lo que sus ojos estaban viendo, pero la desesperación en la mirada ajena le obligó a decir algo.
          

No tenían un espejo para que pudiera verse así mismo.
          

—Tu ojo se ha vuelto negro...
          

—¿Negro?
          

—Quiero decir... —Diluc quería tocar su párpado, pero Kaeya seguía sosteniendo su mano con fuerza. Al parecer no iba a permitir que se acercara demasiado a esa fuente de poder abisal. —Sigue púrpura con destellos dorados, como antes, pero a su alrededor está teñido de negro... Se ve más oscuro.
          

 • This is our story • [ Kaeluc | Genshin Impact ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora