4. Invitados inesperados

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Harry se levantó esa mañana dispuesto a ir a casa de Björn. 

Su alfa extrañamente había dejado de estar demasiado inquieto hasta el punto de ya dejarlo en paz un momento, sin despertarlo a media noche o cortarle la respiración a cada segundo, y se había alegrado tanto por eso, no sabía por qué había pasado y tampoco sabía por qué mierda anhelaba tanto ir a casa del brujo en ese momento y si él no tuviera razones para ir lo habría ignorado, como siempre hacía con su lobo que era un completo dolor de cabeza.

Aunque, bueno, realmente no tenía razones verdaderas para ir a casa de Björn.

Todas las que tenía eran solo inventadas, eran solo vagas y muy malas excusas para poder llegar allí sin tener que darle muchas explicaciones a nadie, menos a sí mismo.

Pero es que el omega castaño, el hijo más nuevo, recién llegado de Björn, le causaba curiosidad, mucha curiosidad, tenía un aire de grandeza, no había duda de que el pequeño omega era muy importante y tenía algo especial en la mirada, lleno de determinación, de fuerza o valentía, y aun no sabía por qué le parecía así y tampoco sabía si podía confiar en él como confiaba en su padre, es decir, no lo conocía, no tenía razones para confiar y aun así quería tenerlas, quería todas esas razones para respaldar que realmente ya confiaba en él como confiaba en su padre.

Antes de que las obligaciones como rey lo alcanzaran, salió del palacio esperando que el alfa que según quería ver ya estuviera despierto, aunque no era tan temprano, apenas y eran las ocho de la mañana, el sol ya estaba brillando en lo alto del despejado y azul cielo, el ruido del mercado se empezaba a escuchar a lo lejos, pronto todo el ajetreo se haría presente en todos lados, así que recorrió rápidamente las desoladas calles de su reino hasta casi salir de él, y llegó hasta las afueras, a la casa del brujo en el que confiaba con su vida, la única casa en ese enorme terreno casi vacío.

Se paró en la entrada dispuesto a tocar, pero Björn le abrió la puerta antes de que pudiera hacerlo.

-Alfa - lo saludó el brujo haciendo una reverencia - Te esperaba.

-Claro - respondió este divertido.

Sabía que Björn obviamente pudo haberlo visto venir en alguna de sus visiones.

-Pase, pase - le dijo el alfa viejo, haciéndose a un lado y abriendo la puerta para que Harry entrara, algo que hizo - ¿A qué debo su visita?

-Apuesto que ya lo sabes - respondió el rizado sonriendo levemente y Björn asintió.

-Así es, pero es más cortés si lo pregunto - le dijo y el rizado rio, pero se puso más serio cuando el brujo volvió a hablar - Es por Louis.

Harry se quedó helado un momento como el agua de los ríos en invierno.

No sabía qué decir, estaba atónito, si bien sí lo quería ver y asegurarse de que todo estaba bien, que los ayudaría en esa larga e infinita guerra, había algo más, quería verlo por alguna otra razón, algo que aún no descifraba y que obviamente no le iba a contar a Björn, quien parecía creer que esa era la única razón por la que había ido a su casa esa mañana.

-Sí, solo quería saber si está bien - dijo finalmente intentando convencerse él mismo de que en serio a eso venía.

Y Björn solo sonrió levemente, pero era una sonrisa llena de amor, tan paternal que lo hubiera hecho pensar que estaba todo de maravilla si no hubiera dicho.

-Espero que sí, él no habla mucho, no confía en nadie ¿sabe? Pero no puedo culparlo, solo espero que pronto se adapte....

-Justamente por eso venía.

-Venía porque quiere saber si mi cachorro es un omega de fiar, alfa - dijo el alfa mayor, adivinando la verdadera razón por la que venía y Harry bajó la mirada apenado por haber dudado de él cuando no debería - Pero puedo asegurarle que lo es.

Runaway [Larry Stylinson]Where stories live. Discover now