¡𝘚𝘦𝘳𝘢́ 𝘗𝘰𝘳 𝘕𝘰𝘵𝘢𝘴! ━━━━ 𝘏𝘢𝘬𝘬𝘢𝘪 𝘚𝘩𝘪𝘣𝘢

1- Buscando la manera

—No sabía que tenías un hermano, Yuzuha.

Hayami tarareó un poco al notar el agradable clima en el cielo, escasas nubes junto con algunos igualmente escasos rayos de sol, colándose entre estos. Sonrió ligeramente para después mirar hacia su castaña amiga, esperando su respuesta.

—En realidad tengo dos, uno mayor y otro menor, pero el que vendrá es el menor, se llama Hakkai.

—Ya veo —asintió mirando de nuevo hacia el cielo —. Tal vez me pueda llevar bien con él.

—Lo dudo mucho —negó con la cabeza divertida.

—¿Tan mala me crees para socializar?

—No por eso. Ya veras porqué es en realidad.

Yuzuha era su mejor amiga, una chica sin dudas excepcional y bastante agradable. Eran amigas desde hace casi un año, estaban en el mismo salón y justamente era así es cómo se habían conocido. Ahora ambas se encontraban en el portón del colegio, esperando a que el hermano menor de Yuzuha viniera y trajera consigo una libreta que ella había olvidado en su casa.

—Juraba que había puesto esa libreta en mi mochila —suspiró.

—No te preocupes, ya vendrá a traértelo y todo estará bien —sonrió.

Yuzuha asintió y miró hacia el costado —Mira, allí viene —dijo mientras señaló por el camino con el mentón.

Hayami volteó a ver y vio que un chico se acercaba, tenía unos diseños en la cabeza mientras su cabello era corto y azul, bastante alto también. Llegó hasta Yuzuha, sin molestarse siquiera en saludarla diciendo directo hacia ella:

—Aquí está, Yuzuha —lo dijo en tono amable y entregó la libreta.

—Gracias Hakkai no se cómo pude olvidarla.

Hayami creyó el momento indicado para presentarse.

—Un gusto, soy Hayami, amiga de Yuzuha —saludó extendiendo su mano hacia él en forma de saludo, debido a que él no la había saludado al menos lo haría ella.

Creyó que el chico la saludaría de la misma manera, más nunca hubo respuesta de su parte, el chico ni siquiera miró hacia su saludo. La de cabellos castaños volvió a ocultar su mano en el bolsillo de su chaqueta, un tanto avergonzada.

—¿Este chico tan maleducado es tu hermano Yuzuha?, no puedo creerlo, se nota que son distintos —bufo encogiéndose de hombros.

Yuzuha rió levemente —No es que no quiere saludarte, Hakkai es muy tímido con mujeres, además de mi.

Se desconcertó por un momento.

—Oh... es eso, pero soy sólo tu amiga —dijo  mirando de nuevo hacia el más alto.

—Da igual para él —se dirigió a él —. De todas maneras, gracias Hakkai —agradeció su hermana, despidiéndolo con un movimiento de manos.

Yuzuha caminó de nuevo hacia adentro y Hayami la siguió sin despedirse de Hakkai ya que comprendía que sería totalmente inútil.

Ambas chicas volvieron a su salón, pidieron permiso para entrar y fueron a sus asientos. Hayami se quedó pensando en aquel chico que Yuzuha había presentado como su hermano, era normal que algunos chicos tuvieran dificultad para entablar conversación con chicas, ella lo sabía, pero hasta el punto de no poder ni siquiera un simple saludo, era un poco... extremo.

Decidió concentrarse en sus clases mejor, no había por que darle muchas vueltas al asunto. Dirigió su vista al frente, viendo como la maestra explicaba geografía.

***

—¡Hasta mañana, Yuzuha! —se despidió de ella mientras tomaba el camino contrario.

Las clases habían terminado, pero aún era temprano, lo más posible es que anocheciera recién en un par de horas. La tarde era cálida, no tenía ganas de llegar aún a su casa, no era nada referente a que pasaría algo malo allí, simplemente sentía que se aburriría en su cuarto. De vez en cuando visitaba el parque que estaba en esas calles.

—Debería ir para allá —susurró para sí misma.

Caminó hacia esas calles, un par de gatos se le habían cruzado y no había perdido la oportunidad de acariciarles. Llegó al parque y fue a una de las bancas sentándose en ella. Mientras dejaba su mochila sobre sus muslos, miró hacia los columpios en los cuales un par de niños jugaban, le divertía verlos jugar de manera tan alegre, como si toda su felicidad dependiera del ir y venir de los columpios.

Miró hacia su costado, allí había otra banca, le sorprendió ver allí al mismo chico de hace unas horas atrás, el hermano de Yuzuha, adoptaba una posición despreocupada, con uno de sus brazos tras el cuello y su mirada dirigida hacia el frente.

Debido a cómo lo observaba, no supo cuando él también miraba hacia ella, pero volvió a apartar la mirada nervioso, esta vez adoptando una posición rígida, divirtiéndola.

Sabía que sería inútil hablarle por su anterior experiencia, aún así quería intentarlo... tal vez algo distinto tendría más efecto.

Tal vez responda a una seña —pensó.

Movió su mano de un lado a otro en forma de saludo, el de cortos cabellos azulados volvió a mirar hacia ella, sorprendiéndola al ver que el chico respondía de la misma manera; con un movimiento tímido de mano.

Sonrió ante eso, por lo menos esta vez había  respondido a su saludo. Ya no sabía que hacer, así que sólo devolvió su vista hacia el frente y los columpios.

Hakkai, es como había dicho su hermana que se llamaba, era tímido con las chicas al punto de ni siquiera poder responder, pero no parecía mal chico, sólo tímido, pero el no poder hablarle al igual que con cualquier otro lo imposibilitaba todo.

Tal vez no debía dar vueltas a eso, solamente era el hermano de su amiga, no era necesario que también hiciera amistad con él. Pero le parecía tan tierna su timidez.

Sería todo un desafío hablar con él.

Su cabeza comenzó a trabajar, buscaba maneras mientras veía a los niños frente a ella trazar imágenes en la arena. Imágenes... Dibujos... Letras... ¡Notas!

—¡Oye! —llamó su atención levantándose de su asiento y exaltando un poco a Hakkai —No es necesario que hables, sólo asiente con la cabeza, ¿sabes leer?

Hakkai asintió y la chica sonrió hacia él, allí estaba, al final de todo podría ser más simple y entretenido de lo que tenía pensado.

—¡Será por notas entonces!

Hakkai sin duda estaba confundido. Pero ese fue el comienzo de una historia de amor que no necesitó de palabras dichas para existir, sólo de escritos. Notas y más notas acompañadas de sentimientos, los cuales se formaron lentamente.