Hakkai era un chico demasiado tímido para hablar con chicas. Hayami era la amiga de Yuzuha, la cual conoció a Hakkai por una casualidad, aquella vez el chico no pudo responder tan solo un simple saludo suyo, más tarde Yuzuha le explicó la razón.
Aún...
Despertó sobre su escritorio, no se había dado cuenta y quedó dormida allí. Sintió la calidez de una manta sobre ella, probablemente su madre la puso sobre ella, levantó su cabeza para después sentir algo de dolor en la nuca, había dormido en una posición bastante incómoda.
Se levantó y fue a alistarse para la escuela, tomó una ducha para después vestirse con el uniforme escolar. Peinó su cabello y al terminar se miró al espejo, estaba bien en su opinión. Tomó su mochila junto a sus libros y cuadernos en el, salió de su cuarto para ir a desayunar, no sin antes saludar a su madre.
—¿A qué hora vuelves hoy hija? —preguntó la mujer de negros cabellos.
—Ya por el anochecer, hoy tengo algo que hacer —respondió con una sonrisa.
—Últimamente llegas siempre a la misma hora, ¿dónde te quedas?
—Tengo un nuevo amigo y nos reunimos después de clases.
Su madre sonrió cómplice.
—Suerte...
—¿Suerte en qué? —preguntó con los ojos entrecerrados, sabía cómo era su madre y a lo que se refería así que ambas rieron juntas —. Ya se me hace tarde, debo ir, nos vemos por la noche.
—Sí, que te vaya bien.
Hayami salió de su casa y caminó hacia la escuela, la mañana era Cálida y desde esas horas ya se notaba que el día seria caluroso, suspiró un poco para después seguir con su camino hasta llegar a la secundaria.
Sus clases fueron tranquilas con la compañía de Yuzuha, por parte de Hakkai fue lo mismo, el final del día sus reacciones ya eran casi automáticas, el ir a verse en aquél parque.
***
Caminó a pasos apresurados pese a que le gustaba caminar de manera relajada, pero esta vez era necesario aquello, si caminaba al ritmo normal terminarían por derretirse aquello que traía en mano.
Llegó al lugar y allí ya la esperaba Hakkai, sonrió al verlo y se acercó diciendo:
—Hola, toma esto antes de que se derrita —pidió entregándole uno de los dos helados que traía en mano —. El clima es caluroso, así que pensé que te podría gustar, no sabía tu sabor preferido, aún así te traje de frutilla al igual que el mío, ¿está bien?
A Hakkai le pareció tierna la acción de la contraria, lo tomó mientras asentía y murmuraba un «gracias»lástima que ella no pudo escucharlo.
Tomaron asiento y la de cabellos castaños tomó su cuaderno y mientras comía su helado escribió:
«¿Qué tal tu día?, hoy nos confirmaron examen, pésimo, pero sólo será una materia así que está bien, creo que el maestro estaba de mal humor y por eso lo hizo, por si fuera poco es la materia que menos entiendo»
«Espero que te vaya bien, yo solo tengo una investigación que hacer»
«Mm, es casi fin de año y nos tratan así los maestros, deberían dejar más tiempo libre»
«Aún falta un buen tiempo para esas fechas»
«Sí... De todas maneras las tareas y exámenes molestan»
Hakkai rió levemente ante lo que la chica escribía, ella lo miró y volvió a tomar el cuaderno para escribir:
«¡Al parecer vamos tomando confianza! Te acabas de reír, casi no la escucho pero algo es algo.
«Tu sonríes mucho»
«Creo que sí, según lo que me han dicho sí, ¿te molesta?
«No, es lindo»
Lo había escrito por que eso era lo que pensaba, ahora se daba cuenta de lo que escribió, trató de tacharlo pero era muy tarde, ella ya había vuelto a tomar el cuaderno.
Leyó la nota y sintió un leve rubor en sus mejillas, creía que le molestaba que a veces sonriera sin razón aparente, le tranquilizaba saber que no era así.
«Supongo que el día en que te vea sonreír pensaré lo mismo. ¿De dónde tienes esa cicatriz?»
Lo pensó un poco para luego escribir:
«Jugaba con mi hermano, me caí y sucedió»
«Oh... yo tengo una cicatriz cerca de la ceja, me lo hice yo solita al caer de la cama cuando tenía seis años, tuve una pesadilla, caí de la cama y mi cara fue a chocar directo al piso, allí sucedió»
La miró con más atención en esa zona y sí, tenía una aunque no se notaba demasiado.
«No se nota mucho, no tienes de que preocuparte»
«Gracias, pero siento que aunque se notara no me preocuparía, es sólo una línea en la piel, nada más, además no sería la primera, tengo otra en el tobillo, me la hice mientras corría y no vi que en el camino había un trozo de vidrio»
Le sorprendió que dijera eso, a veces se sentía un poco mal por esa cicatriz, tal vez le había dado mucha importancia, eso pensaba ahora.
Ambos terminaron de tomar sus helados y ella volvió a escribir:
«Me olvidaba de algo,Yuzuha me contó que estás en una pandilla, cuídate mucho, son cosas un tanto peligrosas, me preocuparía si te pasa algo»
«Me preocuparía si te pasa algo» fue extrañamente feliz al leer eso.
«No te preocupes, estaré bien»
«Eso espero, ya es de noche, debo irme, ¿nos vemos mañana?
«Sí, nos vemos mañana»
Hayami sonrió y guardó su cuaderno, como siempre puso su mochila en su hombro y fue hacia su casa luego de despedirse de él. A Hakkai cada día le caía mejor aquella joven, su manera de ser era igual de dulce que aquel helado de frutilla.
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