¡𝘚𝘦𝘳𝘢́ 𝘗𝘰𝘳 𝘕𝘰𝘵𝘢𝘴! ━━━━ 𝘏𝘢𝘬𝘬𝘢𝘪 𝘚𝘩𝘪𝘣𝘢

26- Tenjiku

—Chicos, esto está mal, estoy faltando a mi palabra.

—No es así... Bueno, no del todo —susurró Takashi.

—Prometiste que no nos dejarías salir del hospital para que no nos ocurra nada, y no nos pasará así que está bien —trató de convencerla Nahoya.

Dio un suspiro para seguir caminando a paso lento ya que como ellos iban en silla de ruedas no eran muy rápidos.

—¿Crees que Angry este bien sin tu ayuda? —preguntó Takashi hacia Nahoya.

—Él es muy fuerte, sólo que es muy amable.

—¿Quién es Angry? —preguntó la de cabellos castaños.

—Es mi hermano, se parece bastante a mi, sólo que en vez de una sonrisa tiene la cara enojada y su pelo celeste.

—Ah... —se preguntó en sus pensamientos por que sería que tenía una expresión enojada —estamos cerca de llegar.

Llegaron hasta allí, al parecer todo había comenzado desde mucho antes, fruncieron el ceño al ver la situación, al parecer no iba bien para Toman.

Hasta que captó la atención de Hayami una de las tantas escenas que ocurrían, sintió como si algo frío recorriera su cuerpo. Vio como un chico sostenía a Hakkai mientras otro rompía su pierna. Quedó estática en su lugar sin saber que hacer, sintió sus ojos nublarse debido a algunas lágrimas y intentó correr hacia él pero Smiley la detuvo diciendo que sólo causaría un peor desastre.

—Él estará bien, Hayami —aseguró Takashi.

—Tiene una pierna rota, diversos golpes y ahora golpearon su cabeza, lo están matando. ¡Y quieres que me quede tranquila mirando desde detrás de un contenedor! —trató de zafarse del agarre de Nahoya.

Sintió querer correr hacia él, no sabía de qué manera pero quería sacarlo de allí. Sus manos estaban temblorosas debido al susto y sus ojos llenos de lágrimas. Era consciente de que tal vez sólo la pasaría mal allí pero ese fue el primer impulso, ir y tratar de protegerlo.

—Si vas ahora él no dudará en tratar de defenderte, por el bien de ambos lo mejor es que te quedes aquí —pidió Takashi.

Trató de hacer lo que pidió Takashi y en ese momento escuchó un llanto, miró aún aturdida y vio a un chico de cabellos celestes, antes de que pudiera analizarlo por completo el había derribado a dos de los chicos de la pandilla contraria.

Pero era como si no terminaran, iban apareciendo más, todos sumamente fuertes, Takashi tenía razón, estorbaría, aún así quería correr hacía allí. También vio a aquél chico que le había hablado antes de navidad estaba allí, con un arma la cual disparó al pie de Takemichi haciendo que ella retrocediera un par de pasos, jamás se imaginó que sería una situación así.

No era un enfrentamiento a puño limpio; era un enfrentamiento a muerte.

Y eso fue lo que ocurrió, sintió sus piernas perder fuerza al ver cómo el chico que peleaba con Manjiro recibió tres disparos, no lo conocía pero eso no quitaba lo asustada que estaba.

No supo lo que pasó después, sólo buscó a Hakkai y al ver que estaba con los demás se tranquilizó. Escuchó a Manjiro gritar que vendría una ambulancia, trató de nuevo de ir junto con ellos.

—¡Espera, Hayami! no puedes aparecerte así, te meterías en problemas, la policía pronto llegará —trató de detenerla nuevamente Takashi.

—Los chicos saben que hacer, para cuando nosotros estemos en el hospital ellos también estarán allí —lo apoyó Smiley.

—Están locos... Hakkai tiene al menos dos huesos rotos al igual que tu hermano y no son los únicos heridos, todos tienen golpes, ¿y están diciendo que nos vayamos dejándolos así?

—Miranos, Hayami, estamos en sillas de ruedas y tú no podrás hacer mucho, sólo estorbaríamos allí —siguió Nahoya.

Sabía que tenían razón, pero aún estaba demasiado conmocionada por lo que vio. Jamás imaginó ver ni escuchar la manera en cómo crujía los huesos de una de las personas que más apreciaba. Mucho menos los disparos que hubieron en el lugar, habían muerto dos personas y ahora habían salido persiguiendo a Kisaki, para rematar decían que se fueran como si nada...

—Tú misma lo dijiste. No debíamos intervenir en esto.

Se resignó a lo que decían pero volvió a mirar el lugar, una ligera sonrisa se asomó en su rostro al ver cómo llegó una ambulancia, al menos ahora estaba segura de que los llevarían al hospital y allí estarían bien.

—Una ambulancia llegó por ellos, vámonos chicos, debemos estar allí para cuando lleguen.

—¿Sabes que eres muy cambiante? —era Nahoya  con sus habituales comentarios.

—No lo soy en realidad, sigo queriendo correr y ver en que los puedo ayudar, pero como ustedes dijeron, esto es lo mejor, así que andando.

Fueron de nuevo hasta allá lo más rápido que pudieron, para su suerte llegaron allí un par de minutos antes, pero lo hicieron por otra entrada, por eso no se encontraron.

—Los están operando, supongo que pronto saldrán —informó una enfermera.

Suspiró de manera pesada y se sentó en una de las sillas en aquel pasillo, ocultó su rostro en sus manos mientras se repetía a sí misma: «Lo están operando». Sabía que era un procedimiento normal si tenías un hueso roto, pero le daba miedo.

—¿Siempre es así? —preguntó en un susurro —¿ponen su vida en riesgo de esta manera? Incluso hubo un arma de fuego...

—Eso fue cobardía —habló Mitsuya —eso tenía que ser una pelea limpia, nada de armas de fuego ni de otro tipo, Toman jugó limpio, ellos no.

—Espero que pronto estén bien.

Volvió a enterrar su rostro en sus manos. Sintió sus ojos doler y pesar, demasiadas emociones para un solo día, había perdido una amiga, visto como casi masacraban a sus amigos y también como disparaban a dos personas, le hubiera gustado que todo solo fuera una broma, sus emociones eran un desastre, sentía ganas de llorar y que todo terminara.

—¿Segura que estás bien, Hayami? —preguntó Smiley al verla así —nosotros podemos estar aquí solos, no es necesario...

—No —se apresuró en negar —no me iré hasta ver que Hakkai esté bien y hasta regañarlo por preocuparme tanto. Por un momento creí que lo matarían... —confesó.

—También es culpa mía y de Nahoya, pudimos haberte evitado mucho si no te pedíamos que nos lleves hasta allí, lo sentimos.

—No... Yo pude haber dicho que no, así que la culpa la compartimos los tres, ahora no hay nada que disculpar.

Sólo les quedaba por esperar que la cirugía terminara.