¡𝘚𝘦𝘳𝘢́ 𝘗𝘰𝘳 𝘕𝘰𝘵𝘢𝘴! ━━━━ 𝘏𝘢𝘬𝘬𝘢𝘪 𝘚𝘩𝘪𝘣𝘢

18- Encerrada

Cada vez que era más cerca la media noche era aún más frío el ambiente, la nieve chocaba de vez en cuando con su rostro, levantó la mirada encontrándose con la gran catedral que estaba allí, comenzó a subir las escaleras de manera rápida, el tiempo se acababa. Abrió las grandes puertas y miró hacia adentro, al final, justo frente al altar. Hakkai volteó a mirar con un ceño fruncido pero al verla cambió a una expresión confundida —¿Hayami?

Sólo se quedó parada en la puerta, lo miró desde allí, ahora vestía el uniforme de los Black Dragons, ya lo había visto con el uniforme de Toman y cuando llevaba ese uniforme se veía distinto, ahora todo parecía estar forzado, y es que lo estaba. Volteó hacia ella y vio como una parte de la gabardina moverse, un brillo apareció desde allí, era un reflejo, sintió un escalofrío recorrerla, él tenía un cuchillo consigo, era verdad lo que ese par de chicos desconocidos dijeron.

Se acercó a paso lento sin decir nada aún, lo escuchó decir de nuevo:— ¿Quién te dijo que estaría aquí?

—Hakkai, ahora eso no importa, se que parece la única salida pero no es así, podemos encontrar una...

—Por favor, Hayami, sólo vete de aquí, esto no es algo que puedas controlar, por eso yo...

—No podré manejarlo yo y tampoco tú. Detente, aún estamos a tiempo, solo vamos a salir de aquí, por favor Hakkai, solo ven y olvídate de esta idea —propuso tratando de no sonar mal, no quería que notara la manera en que le temblaba la voz.

No quería verla así, no quería verla de esa manera y mucho menos que fuera por su culpa, pero no podía echar el paso atrás, tampoco podía olvidar que la había golpeado incluso a ella, aunque dijera que no lo culpaba a él por eso él sí lo hacía. No podía proteger a su hermana, ahora tampoco a la chica que le gustaba, se sentía como un completo cobarde.

—Entiéndelo, Taiju es peligroso, vete por favor yo debo hacer esto, estás en peligro aquí.

—¡No me importa si estoy en peligro o no, lo que te estoy pidiendo es que abandones esta idea! —exclamó su pedido ya con desespero y levantando ya la voz.

Un ruido se escuchó desde afuera, ambos se miraron sin saber que hacer, Hakkai la agarró del brazo mientras decía: —Vamos, no hay tiempo para que salgas de aquí.

—Ha- Hakkai que se supone que haces, suéltame, no dejaré que te quedes en este lugar, Hakkai...

Intentaba zafarse de su agarre pero no se podía, no entendía que intentaba hacer mientras la llevaba hacia una de las puertas, la abrió y la metió allí —Lo siento Hayami, guarda silencio mientras termina —pidió para luego volver a cerrar la puerta.

Tardó un poco en procesarlo, Hakkai la había encerrado para que no saliera de ese lugar, era una habitación estrecha y con pequeños agujeros, si no se equivocaba era un confesionario —¡Hakkai deja de hacer tonterías y sácame de aquí! —pidió dando palmadas a la pared, escuchó como alguien entro y debido al susto se alejó un poco, sintió su respiración agitarse, estaba asustada, pero trataba de no parecer así.

Escuchó una voz que conocía, y no era la voz de Taiju, era Takemichi, miró por las rendijas, estaba por hacer ademán en salir pero al escuchar como Takemichi también intentaba hacerlo entrar en razón, tal vez el podría lograrlo.

—¡¿Crees que esto hará feliz a Yuzuha?!, ¡¿no crees que Yuzuha e incluso Hayami estarán tristes si te conviertes en un asesino?!

Sintió algo de esperanza al oír eso y ver como la expresión de Hakkai se ablandaba.

Pero luego toda posibilidad desapareció.

—Rezo en tu santo nombre —se escuchó por el pasillo —Amén.

Miró por la rendija y volvió a alejarse, era Taiju, él estaba allí, sentía miedo, se supone que ella había venido para detenerlo y ahora era totalmente inútil, por si fuera poco ahora encerrada sin muchas posibilidades de salir.

Escuchó un grito por parte de Hakkai, dio una palmada desesperada y un tanto débil a la puerta del cual nadie se percató, vio como lo agarró del cuello, no consiguió apuñalarlo pero ahora todo era tal vez más grave.

—Escuchaste eso Hakkai. ¿por qué no les cuentas tu secreto? —escuchó decir por parte de Taiju, no sabía a que se refería, pero tampoco lo pensó mucho, sólo quería salir de allí.

Todo estaba empeorando cada vez más cuando vio esta vez a Yuzuha llegar y apuñalar a Taiju, su respiración paró, ya no podía quedarse más allí. Se alejó lo más que podía y envistió la puerta, no podía quedarse sin hacer nada y ver como ese hombre intentaba matar a Yuzuha, Hakkai y Takemichi.

Taiju seguía golpeando a Yuzuha y Takemichi, Hakkai parecía estar congelado sin poder hacer nada, hasta ahora todos los intentos por salir habían fracasado, le dolía el hombro pero siguió intentando, maldijo por lo bajo ya desesperada.

Llegó un chico de cabellos color violeta, por su descripción imaginó que sería Takashi, también otro chico rubio que habló con Takemichi. Se desató una pelea entre Taiju y Mitsuya, no había muchas oportunidades pero el chico seguía resistiendo.

El mismo rubio que estuvo aquel día llegó y golpeó a Mitsuya con un bate en la cabeza. Por suerte logró recuperarse, aún así estaba en muy mal estado, al parecer pidió a Hakkai que lo ayudara a pelear contra su hermano, no fue de mucha ayuda, al parecer era imposible que él golpeara a Taiju.

Estaba cansada de todo eso, encajó una patada a la puerta, seguida de otra más lo que logró abrir la puerta, salió y vio que de nuevo Hakkai tenía aquel cuchillo. Nadie notó su presencia, ni tampoco el momento en el que corrió y se interpuso en frente de Hakkai impidiendo que llegara a Taiju.

—Ha...Hayami —se escuchó la voz casi apagada de Hakkai, mientras gotas de sangre cayeron al suelo.