¡𝘚𝘦𝘳𝘢́ 𝘗𝘰𝘳 𝘕𝘰𝘵𝘢𝘴! ━━━━ 𝘏𝘢𝘬𝘬𝘢𝘪 𝘚𝘩𝘪𝘣𝘢

32- Capsula del tiempo

—¡Es delicioso! —exclamó la fémina llevando otro bocado del ramen a la boca.

—Tiene razón, es exquisito —también Hakkai llevó otro bocado a su boca.

Como habían dicho el día anterior habían ido al restaurante de ramen de Smiley y Angry a probar del tan famoso ramen picante.

—¿Tienes algún lugar para ir después? —preguntó Hakkai hacia ella.

—En realidad no, podemos ir a algún lugar que quieras tú y planear algo por nuestra cuenta.

Terminaron su desayuno y el teléfono de Hakkai sonó, contestó la llamada y luego de hablar un poco volvió a dejarlo —¿Me acompañas a abrir una cápsula del tiempo?

—¿De quién?

—De los demás chicos y también mía, hace años enterramos una prometiendo que la abriríamos hoy.

—Vamos entonces, suena interesante.

Terminaron con su desayuno, y con un sabor picante en la boca debido al ramen caminaron hacia allí

—¿Tú qué enterraste?— preguntó Hayami.

—No lo sé, ya no recuerdo, creo que fue algo que soñaba ser de adulto, de todas maneras no recuerdo que fue.

—Entonces veremos que será —sonrió con emoción.

Llegaron al santuario Musashi, el antiguo lugar en donde se reunían para hablar sobre Toman, todos los que habían enterrado la cápsula estaban allí.

—¡Hola chicos! —saludó Hayami desde lejos levantando una mano. Estaba ansiosa por saber que pudieron enterrar.

***

—Para de una buena vez, Hayami.

Desde que terminaron con la cápsula del tiempo y cada quien se retirara del lugar ambos quedaron un poco más para disfrutar de la noche desde allí.

Pero ella seguía riendo desde todo el tiempo.

—Oye tranquilo —trató de aplacar su risa— no pienses que me rio de que haya sido tu sueño en algún momento o lo siga siendo, ser astronauta no es ridículo para mí, existen personas que lo logran así que no pienses que rio de eso. Yo me estoy riendo ya que te imaginé con esos grandes trajes que utilizan los astronautas, eso sí no me negarás que es divertido.

Apartó su mirada para luego también reír, ambos se dejaron caer en el césped de espaldas mientras miraban el cielo estrellado y pequeñas risillas surgían de vez en cuando por parte de ambos.

—Nos vamos mañana—susurró Hayami.

—Así es, ¿estás preparada?

—Lo estoy, ya tengo todo listo, me despedí de todos nuestros amigos y mi madre, también de Jonh, ninguno de ellos irá al aeropuerto, les pedí que no lo hicieran para evitar que les duela.

—Sabes que volveremos de vez en cuando a visitarlos, y si no eres feliz allí, volveremos.

—Claro —sonrió —. ¿Sabes que soy feliz de tenerte? —preguntó al azar.

—¿De tenerme?

—Sí, pasamos varias cosas juntos, tanto buenas como malas, pero todo fue una gran aventura, que ahora continuaremos un poco lejos de aquí.

—Tienes razón, pasaron muchas cosas, pero aún así se podría decir que todo fue bien.

—Te amo —sonrió hacia el cielo mientras lo decía, no podía pedir más tal vez, era simplemente feliz al recordar todo.

—Yo te amo más —dijo de la misma manera, siempre fueron felices con la simple compañía del otro, ahora no tenían porqué no serlo.

—Va siendo tarde, deberíamos regresar

Él se levantó y tendió su mano a ella para que hiciera lo mismo. Ella lo tomó y se levantó quedando frente a él, sintió como una de sus manos se deslizó por su nuca acercándola a él para así besarla, pese a aún estar un poco confundida correspondió a este. Cuando se separaron no pudo evitar sonreír y casi rozando de nuevo sus labios dijo: —Y eso... ¿que fue?

Esto hizo reír al más alto y ella dejó un pico en sus labios, sonrió y lo tomó de la mano para salir de allí, él tenía razón, ya era bastante tarde, no quedaría de otra que disfrutar de una caminata bajo las estrellas.