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15- Mientras que llegue navidad

—Yo no sabía todo esto, lo siento mucho Yuzuha —dijo para luego abrazarla, ahora que le había dicho no tenía idea de lo difícil que era para Yuzuha hacer ese tipo de encargos, ahora sabía a donde tenía que ir las veces que salía más temprano o simplemente no venía a la escuela.

—Ya, está bien, no tenías manera de como saberlo, tampoco porque disculparte. Taiju estaba más enojado de lo habitual, supongo que fue por ti.

—No... espero que no te hiciera nada por mi culpa, lo siento, di rienda suelta a mi boca.

—No, él no hizo nada, sólo se encerró en su cuarto ignorando a todos, tranquila.

Soltó un suspiro de alivio mientras chocaba su espalda en el respaldo de su silla —Tal vez a partir de ahora las cosas mejoren.

—No sé si eso suceda, pero esperemos que sí.

—Pronto llegará navidad y podemos pasar juntas esa noche.

—No lo creo, de todas maneras tú ya tendrías con quién, ¿no? —preguntó mirándola de reojo.

Un sonrojo leve se hizo presente en sus mejillas —No lo sé, estaba un poco distraído cuando hable de eso, tal vez tenga planes con sus amigos.

La campanilla que anunciaba la salida sonó, ambas tomaron sus bolsos y salieron, se despidieron y Hayami caminó hacia el parque, vio a Hakkai desde lo lejos y se acercó a él, tenía el mismo semblante distraído que días atrás.

—Hakkai —llamó dando un ligero toque en su brazo.

Volteó a verla un poco sorprendido —Lo siento no te vi, estaba distraído.

—No te preocupes por eso pero, ¿estás bien?

—Claro, lo estoy —aseguró mientras ambos iban a una de las bancas —¿cómo fue tu día?

—Estuvo bien, con mucha tarea, por cierto, ¿entiendes de kanjis?

—Sí, no soy un experto pero si entiendo varios.

—Perfecto, ¿me podrías ayudar?, tengo examen mañana y algunos de ellos aún no los entiendo o tengo dificultad para escribirlos.

—Claro que te ayudaré —sonrió — ¿cuales son? —preguntó para luego ver cómo ella tomaba uno de los cuadernos.

—Son estos —mostró señalando una de las esquinas —tú dime como se hacen correctamente.

Ambos comenzaron a escribir, de vez en cuando corregía sus errores, prestaba atención a los suaves movimientos del lápiz mientras Hakkai explicaba porqué se hacía de esa manera.

—Esa línea la haces más arriba pero la doblas un poco hacia abajo.

—¿Así? —lo hizo.

—No lo subas demasiado, un poco más abajo y con la línea no tan larga.

Lo intentó una vez más pero él de nuevo negó con la cabeza —Mira, es así —dijo acercándose un poco más para poner su mano sobre la suya para poder manejar su mano y aprendiera más rápido pero antes de hacerlo se percató, mirándola para preguntar: —¿P-puedo? —a lo que ella asintió.

Puso su mano sobre la suya y de esa manera deslizó el lápiz sobre el papel —Así, lo llevas hasta aquí y lo doblas aquí sin bajarlo mucho —explicó sin hacer contacto visual con ella para que no viera el carmín de sus mejillas.

—Sí, entiendo— dijo mientras trataba de prestar atención sin hacer caso a los acelerados latidos de su corazón, ¿esto contaba cómo que la había tomado de la mano?, no lo sabía, aún así le emocionaba.

Volvió a separar su mano y ambos desviaron la mirada del contrario sin querer que ninguno vea el tono rojizo de las mejillas de otro. Hayami terminó de anotar todo y lo guardó, de nuevo vio ese semblante distraído en él, luego lo escuchó preguntar:— ¿Qué hacías antes?

—¿Antes de qué?

—Antes de conocernos, ¿qué hacías por las tardes?, dices que te aburres estando sola.

—Pasaba el tiempo en casa, escuchando música, haciendo tarea o rebuscando algo que hacer en casa, a veces también venía aquí a ver a los niños jugar, o el atardecer, también salía a pasear con Yuzuha.

—¿Lo volverías a hacer?

—No entiendo, explícalo mejor —preguntó mirándolo atentamente.

—Si no nos volviéramos a ver, ¿podrías hacer todo eso como si nada? Justo como antes.

—Me da miedo que me hables así, siento que harás algo malo, pero no, lo más posible es que no vuelva a hacer todo eso, me acostumbré a tu compañía, ya es casi algo automático en mi querer verte aquí o en cualquier otro sitio. Me acostumbré a tu compañía y me siento bien a tu lado —sonrió.

Sintió su pecho hundirse, la quería tanto, se había acostumbrado a ella de la misma manera, pero él debía hacer algo con Taiju, no podía dejar que siguiera haciendo sufrir a todos ellos, pero no se imaginaba cómo sufriría la chica si él hiciera eso —A mi también me gusta tu compañía, Hayami —sonrió.

Tal vez simplemente debía aprovechar estos días antes de navidad para luego aceptar no volverla a ver.