15. Anabella

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ANABELLA

Ya estamos en la segunda semana de entrenamientos para estar en forma y empiezan a dar mínimos frutos «Por lo menos ya no me fatigo como perro». Los primeros días creí que me quedaría sin piernas por el dolor que sentía, incluso me dolía el abdomen cuando hacía fuerza al estornudar.

Mi semana ha sido relativamente buena, he seguido hablando con Riven todos los días y desde que se la verdad de Mila se ha empezado abrir un poco. Ya no está siempre a la defensiva e incluso desde que remodele su cuarto con Yionne le ha bajado a su modo alerta.

Mi mente no dejaba de repetir el escenario en lo que le sucedió a Mila aquella vez que vi su marca, me contó que fue la manera de marcarla como moneda de cambio «Atravesada por una lanza».

Mi odio por aquellos a los que llamé familia de Mila solamente es superado por el odio que ella siente. Tiene tanto rencor y sed de venganza que no la culpo.

Las personas deberían empezar
A entender que dañar a Mila es una sentencia de muerte. Porque
Si ella no los destruye, lo haré yo.

Solté un suspiro alejando esos pensamientos enfermos sobre venganzas y seguí corriendo alrededor del patio.

Gabriel no tiene nada de compasión a la hora de los entrenamientos y mucho menos conmigo que soy quien peor estado físico tiene. Cuando el equipo daba cinco vueltas yo doy ocho por órdenes suyas, y no protesto por eso; solo me callo y obedezco lista para cumplir mi objetivo de vueltas.

Además, que todo este ejercicio mantenía mi mente ocupada y al terminar estaba tan agotada que duermo sin ninguna interrupción «Incluso creo que ciertamente quedó inconsciente». Pero me empezaba a asustar el hecho de que con los días mi cansancio empecé a disminuir y tuve que soltar el viento más a menudo.

—¡Listo! —le avisé a Gabriel cuando llegué a él. Me duele el estómago porque aún no controlo mi respiración, pero al menos puedo correr las ocho veces alrededor de la casa.

—Toma agua o te deshidrataras —asentí y me fui a la mesa donde tenemos todo tipo de bebidas «Lucien incluso arregló la máquina de jugos».

Aun me sonrojo cuando recuerdo lo que sucedió esa noche en la que se me acercó más de lo que debía, pero por suerte Lucien no me ha dicho nada sobre eso. En estos días aquí he descubierto que tiene muy buenas habilidades tecnológicas ya que se la ha pasado diseñando armamento.

Pase por entre las sillas colgantes hasta llegar a la máquina de bebidas sobre la barra. Tomé un vaso de agua y la bebí tan rápido como pude, cuando termine deje el vaso sobre la barra volviendo al lado de los demás para seguir con el entrenamiento.

El sol en este lugar es una constante, nunca falta y ni siquiera hace frío. Tanto es la exposición que tenemos al sol que la mayoría ya habíamos tomado un color dorado en la piel a excepción de Lucille y Lucien quienes sí no protegen su piel se ponen rojos como camarones.

—¡Repetición de las tres series para brazos! —ordenó Gabriel y todos obedecimos «Nadie en este lugar es flojo, todos están motivados».

La serie para brazos consta de diferentes ejercicios para fortalecer los músculos allí, en especial las flexiones que poco a poco se convertían en un infierno para mí. Hice la serie, pero sentía que mis brazos se me podrían despegar del cuerpo.

—¡Repetición de las tres series para abdomen! —ordenó nuevamente Gabriel y las hicimos. Las series son puros abdominales que me hacen sentir que quedo sin abdomen, incluso me empezaba a doler respirar.

Matar y Sobrevivir [Dueto Destructores #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora