23. Vadim

182 11 45
                                    

❂•──────•23•──────•❂
VADIM

Ser un vidente implica tener sueños extraños, por suerte no son todo el tiempo. Aunque esta mañana he tenido uno, algo que me ha dejado perplejo.

He visto a Bell cubierta de heridas que brotan fuego de ella, su rostro no es como el que siempre veo cada día, ella es como una diosa malvada. Su rostro estaba marcado con tanta determinación que asustaba.

No entendí que hacía, parecía luchar contra algo oscuro, un lugar salido de las pesadillas de cualquiera. No es la primera vez que sueño con ella, eso fue lo que me llevó en primer lugar a toparme con esta gente.

El caso es que lo único que me dejó extrañado de aquel sueño fue la sombra que apareció. Una sombra tan oscura estaba situada al lado de Bell, y cuando la observé no me sentí asustado, creo que incluso sentí amor por esa sombra.

Curioso, pero no inesperado, el médium extraño enamorado de una sombra.

Me levanto de la cama tomando la espada gladius que deje sobre mi mesa «Lucille me sugirió elegir esa».

Es increíble como a pesar de estar en medio de un juego sangriento me siento más feliz y seguro que cuando vivía en Rusia con madre. Ese lugar no necesitaba ser sangriento para asustarme, fueron días oscuros que espero jamás volver a repetir.

Entre en la cocina en busca del desayuno que Bell siempre prepara. Me gusta sugerir recetas que ella hace realidad.

—No hay desayunos, no sé dónde se ha metido Bell —me informa Mila, quien se está preparando un batido de proteínas.

—Ya veo —respondo tranquilo mientras me dirijo a la isla donde hay un plato lleno de frutas. Tomo dos manzanas y salgo de la cocina.

Mila también me agrada mucho, pero estar cerca de ella últimamente pone de mal humor a Gabriel. Tal vez para los demás no lo noten, pero yo sí.

Gabriel es tan celoso y posesivo sobre quien está con Mila, en los últimos días ha estado aún peor. Solo deja que ella entrene con él y Bell «Y sólo porque no hay poder humano que separe Mila de su mejor amiga».

Agradezco que Lucien no sea un celoso posesivo al extremo con Bell. Ha ellos también los note. Esos cuatro por suerte son los únicos que se han liado en esta casa, Yionne y Daniel son como hermanos y ninguno está interesado en Lucille y viceversa.

Después de terminar las manzanas entrenó un poco con la espada, acoplándome a su peso. Quiero estar en sintonía con mi arma, fluir como uno mismo.

Cuando terminó de entrenar estoy lleno de sudor gracias al sol, me sorprende que Gabriel aún no haya venido con sus entrenamientos.

—Hola —la voz de Lucille me hace voltear, me voy hacia ella y la saludo.

Lucille es la persona con la que paso más tiempo, me gusta su silencio ya que me otorga calma. Y ella no se queja de mí, de hecho, creo que le gusta mi presencia a su alrededor.

Somos como el mejor dúo de un Golden retrevier y un gato negro.

—Entrena conmigo —le pido, ella está un nivel más arriba que yo y deseo igualarla.

—No soy tan buena con el cuerpo a cuerpo.

—Mejor que yo, si —Lucille asiente dándome la razón.

Le suplicó un poco más hasta que al final accede. Se recoge su cabello negro en una coleta alta y después se quita una camiseta grande quedando en su habitual ropa deportiva «Shorts cortos con blusas que dejan su abdomen plano al descubierto»

Matar y Sobrevivir [Dueto Destructores #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora