27. Lucille

173 11 13
                                    

☾•──────•27•──────• ☽

LUCILLE

Me gusta la navidad, pero no tanto como a mi hermano menor. Él amaba la navidad con tanta intensidad que era fastidioso en ocasiones.

Me pica la garganta cada que me recuerdo que ahora está postrado en una cama sin que yo haya encontró una cura.

Los Grosverno son una maldición que no deja de perseguirme, cada que creo que los he dejado atrás aparecen con alguna mierda. Los odio, pero algún día pagarán todo lo que le han hecho a mi familia.

Abro la puerta de la habitación de Hans con cuidado, faltando diez minutos para la media noche. Decidí venir a verlo, aunque la estaba pasando bien con todos ellos, pero no quería que mi hermano pasara solo navidad. Aunque es probable que él ni sepa que día es.

Me acomodo con cuidado sobre la cama quedando a su lado «lo deje aquí con ayuda de mi tío al llegar». Lucien vive resentido con la vida, aunque nunca me lo dice sé que no me perdona el que haya abandono a Hans por tantos años.

Aunque yo solo tenía once años cuando asesinaron a mi familia, Hans era aún más pequeño. Lo dejé a la deriva, con nueve años mi hermano tuvo que aprender a sobrevivir sólo.

La única razón por la que Lucien no me recuerda ese hecho es porque su moral no le da. Al igual que yo él también ha hecho cosas horribles, sus demonios son igual de malvados que los míos.

Me vuelvo a concentrar en Hans tratando de mostrarme feliz, solo finjo, es lo que siempre traté de hacer con mi hermanito.

-Feliz navidad -le habló acariciando sus rizos que se mantienen bonitos. Ese maldito veneno lo hace verse como un muñeco de porcelana. Es como si estuviera congelado en el tiempo.

Me quedo a su lado un poco más de lo que debo.

La habitación no tiene ventanas y es helada gracias al aire acondicionado. Cada vez que veo el rostro de Hans no puedo evitar sentir culpa, y no porqué haya tenido algo que ver con su envenenamiento es porque hay cosas que nunca le dije, cosas que no le explique y que ahora no puedo.

Él tiempo es lo único que nunca podemos recuperar, por eso siempre hay que aprovecharlo.

Acarició su rostro y le dejó un beso en la mejilla. Lo amo tanto que creí que era mejor tener a su hermana mayor maldita lejos. Ahora me arrepiento de no haber pasado más tiempo con él, mi pequeño hermanito.

Finalmente me levanto de la cama yendo a las sillas colgantes de esta casa. Hago mala cara cuando veo la espada gladius de Vadim en el suelo del patio. Es el más desordenado de nosotros, tiene mucha energía, pero no se concentra en lo que debe y termina siendo un distraído desordenado.

Aún hay días en los que me pregunto porque me agrada su presencia, porque le permito estar tan cerca de mí. Siempre alejo a las personas, me gusta la soledad, pero cuando Vad se me pega no extraño ni por un momento estar sola.

Hace unos días él tuvo un ataque, desde que lo conocí cuando vi su mirada supe que su vida no fue fácil pero no creí que fuera tanto. Desearía que el dejara de tener esos horribles recuerdos.

Lucho constantemente contra los recuerdos de lo que me hicieron los Grosverno cuando me tomaron como rehén, me atormentan casi a diaria, pero creo que eso nunca se va a comparar con que tu tormento sea tu propia madre.

Mi mamá era la mejor persona que conocía, ella me amo tanto que murió por mí. La madre de Vadim estaba dispuesta a sacrificarlo para seguir con su miserable vida.

Matar y Sobrevivir [Dueto Destructores #1]Where stories live. Discover now