40. Mila

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MILA


Aprieto mi cabello mientras trato de contener mi llanto, estoy aguantando lo más que puedo para darle fortaleza a Bell, la necesita más que yo. Las últimas horas han sido una miseria, es una jodida tortura no saber el paradero de Riven, no saber si está sufriendo o si ya lo han asesinado. Me da escalofríos solo pensar en que mi amigo sufra por algo en lo que no tiene nada que ver.

Mientras yo me siento culpable por haberlo hecho parte de mi vida, de la gente que me importa, Bell ha optado por la violencia y ha encontrado con quien desquitarse.

Hace menos de una hora que llegamos a Rertfold, donde encontramos a Savannah en la antigua casa de Bell, ella no estaba sola, por supuesto. Savannah perdió a Riven, pero trajo con ella a la traidora «Ni idea del cómo» pero esa chica ahora está amarrada en una silla del comedor llena de golpes, unos cuantos son de Savannah, pero el ojo hinchado es cortesía de Bell.

Ella me preocupa, nunca la había visto ser tan violenta. Creí que se echaría la culpa por todo, que recaería, pero fue todo lo contrario. Ha decidido que la única culpable es la chica, y se está desquitando por completo con ella.

—¡Cada golpe, cada lagrima que Riven derrame, tú la pagarás! —le grito en la cara a la chica que ni siquiera ha hecho el intento de defenderse.

Ha estado callada desde que llegó, sus ojos siempre están cristalizados, pero no se ve feliz por lo que consiguió. A pesar de que dio a mi amigo no se ve contenta en absoluto. Me da curiosidad, a los Grosvenor siempre se les describió como personas de tez pálida, cabello blanco y ojos del color de la noche, pero ella es todo lo contrario. Su cabello es de un rubio muy oscuro, su tez a pesar de ser blanca no se ve pálida, y sus ojos son celeste. Tampoco tiene pinta de guerrera, solo parece una joven.

—No va a decir nada, déjala o terminaras matándola —Daniel se acerca a Bell tomándola del brazo y llevándola lejos de la chica.

—Cómo si eso no fuera lo que quiere hacerle —resoplo la chica de cabello negro azulado de nombre Savannah recostada en una de las columnas. Daniel la fulmino con su mirada, pero no le dijo nada.

Estamos en la casa de Bell casi solas junto con Daniel, ya que los demás salieron a buscar respuestas. Ya no importaba una mierda la búsqueda del tesoro, solo queremos a Riven de vuelta.

Camino por la habitación ignorando a la chica y me acerco a Bell por detrás.

—Lo siento —le digo al oído—. Lamento no poder hacer nada para encontrarlo.

—Yo también lo lamento —me dijo, pero sus dientes se apretaron con fuerza cuando volvió a dirigir su mirada a la chica.

Me tuve que alejar de un brinco cuando Bell desplegó una ráfaga de viento contra ella, la silla se fue de lado y el rostro de la chica se estrelló dolorosamente contra el suelo de porcelana.

—Mierda —Daniel hizo mala cara viendo el gran golpe que se llevó la chica.

Me quedé viendo como una lagrima se derramó por su rostro, pero eso no fue lo que me llamó la atención, no, es el hecho de ver que de su mejilla se rompió por el impacto y la sangre que brota de ella es roja, común.

—No eres un Grosvenor —me acerque rápidamente a ella evaluándola—. Mierda no.

De ser una maldita Grosvenor no debería sangrar de esa manera, esa gente tiene una sangre tan oscura que parece negra, o al menos eso era lo que sabía sobre ellos, y que se curan rápido.

Matar y Sobrevivir [Dueto Destructores #1]Where stories live. Discover now