Matar y Sobrevivir [Dueto Destructores #1]

28. Anabella

(En multimedia están como Lucen los anillos).

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ANABELLA

Celebramos Jul cuando el anuncio llegó, el bar Tempetion estalló en aplausos y felicitaciones llegaron por todo lado. Me alegre muchísimo cuando Vad me entrego un regalo de parte de todos los hombres.

Es un anillo precioso, su aro es rojizo y la piedra en el centro es violeta igual que mis ojos. No pase por alto que todos tienen anillos, son los intercomunicadores en los que Vad estuvo trabajando.

Mila había desaparecido al igual que Gabriel, quise buscarlos, pero entonces Lucien me obligó a salir con él a "tomar aire".

—Juro que si un día te dejo sola harás una escena.

—Jamás, me controlo muy bien.

—Claro, y por eso es que en lo que llevamos de camino te he visto dejar sin hojas a unos diez árboles —Lucien señaló mi alrededor y no tengo manera de negar lo obvio. He dejado a los pobres árboles calvos—. Ya cálmate, deja de ser sobreprotectora —Lucien tomó mi mano y se lo permití.

—No lo entenderías —negué y el me siguió llevando por entre el bosque.

—Claro que sí, tengo una sobrina hermosa a la que muchos idiotas le caen encima, pero no por eso hago escenas.

—A Mila le está cayendo encima un iluminado capaz de romper su mente por aburrimiento, no compares —Lucien voltea los ojos con fastidio y me toma por sorpresa cuando me jala del brazo y me pega a él.

Me enrolla hacia su pecho y con su brazo libre abraza mi cintura. Empieza a moverse de lado a lado como si bailará.

—¿Escuchas esa canción? Es increíble —trato de agudizar mi oído, pero todo lo que logro oír es el sonido del viento contra los árboles y mi vestido arrastrándose por la tierra.

—No —niego y él me sigue haciendo bailar a su ritmo.

—Es porque estas estresada ¿Qué hacías cuando te ponías así? —lo pensé un poco mientras dejé que él nos guiará en su baile.

—Solía escapar e ir a carreras clandestinas. La adrenalina de la velocidad siempre logró que me olvidara de lo demás. A veces ni siquiera necesitaba correr, me sentía mejor con solo ver todos esos increíbles autos —Lucien me pego más a él logrando que mi mentón quedara sobre su pecho desnudo.

Tiene un traje que lo hace lucir bien, en Vad lo hace ver elegante, pero por la forma en que lo usa Lucien hace que se vea más salvaje. Como un alma libre con su cabello desordenado y esos ojos rojos que solo prometen que nunca te aburrirás en su presencia.

—No tanto un auto, pero puedo darte adrenalina si eso es lo que quieres —no entendí a qué se refirió hasta que me soltó y se agachó tomando mis dos piernas para alzarme.

—¡Oh Dios que haces!

Lucien hizo que enrollara mis piernas alrededor de su cintura y cuando trate de sujetar su cuello con mis brazos no me lo permitió.

—No te dejaré caer, no uses tus brazos —negué un poco asustada—. Confía en mi —mantuvo su contacto visual conmigo y sé que debería tener cuidado con un oscuro, él me puede manipular, hacer que yo haga lo que él quiera.

De igual manera suelto mis brazos y le otorgó mi confianza, no necesita manipularme.

Lucien empieza a dar vueltas mientras sujeta con fuerza mi espalda desnuda. Mientras más gana velocidad más fuerte es la necesidad de dejarme ir, cedo y dejó que mis brazos cuelguen a mi alrededor mientras giro con él.