Matar y Sobrevivir [Dueto Destructores #1]

19. Anabella

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ANABELLA

Estoy en el lugar en el que ahora suelo liberar mi poder. Lucien me ha traído hasta aquí y además de lindo me parece tranquilo. Está lleno de árboles, tierra y el clima es muy fresco. Además, últimamente no he tenido ataques de descontrol sobre mi poder. En verdad me ha estado sirviendo esto.

—¿Por qué no le pediste ayuda a nadie? —pregunta Lucien mientras se come un mango que bajó de un árbol.

—A veces me gusta la soledad, además no quería molestar a nadie... —le explique, aunque no todo es verdad. Más que no querer molestar, se trata de mi miedo sobre no poder mantener a salvo a quienes me rodean.

¿Qué sucederá si pierdo el control y lastimó a alguno? Hace un mes no me habría importado lastimar a alguno de ellos «Solo eran desconocidos» en este momento no me perdonaría hacerles daño.

—Mentirosa.

—¿Qué? —fingí inocencia.

—Umm, Bella, estás olvidando la parte en la que puedo oler tus emociones y todo eso ¿Verdad? —Lucien sonrió como si hubiera ganado algo.

—Las mentiras no son un sentimiento, no hay modo de que sepas si miento —trate de defenderme, ojalá «Enserio» sea incapaz de percibir mentiras.

—Tienes razón —acepto Lucien arrojando lejos la semilla del mango—. Pero cuando mientes tus emociones incrementan, tu miedo se hace más fuerte, además tu pulso se acelera.

—Eso podría ser porque estoy nerviosa ¿No lo crees? —lo único que me pone nerviosa es que él sea tan perceptivo.

—No, dejaste de estar nerviosa hace tiempo. Te pones así cuando le mientes a la gente. Te observó Bella, lo sé, no tiene caso que me sigas mintiendo. No te obligó a que me lo digas todo.

—Todos mentimos en algunas ocasiones —me deje caer debajo del árbol a su lado—. Tú también me mientes.

—¿Yo? Nunca. ¿Cuándo te he mentido? —no sé de dónde había sacado otro mango, pero me ofreció un trozo que recibí.

—No me has dicho nada sobre ti...

—Eso no es mentir Bella, solo que no me has preguntado nada. Y yo no voy por la vida contando todo sobre mí —asentí, él tiene razón. Jamás le pregunté algo sobre él.

—¿Cómo te apellidas? ¿Tienes un segundo nombre? —quería conocerle un poco más, después de todo él sabía cosas sobre mí, como que sufro esas crisis por mi poder.

Ahora es como mi maestro/entrenador personal de poderes. Si quiero tener confianza debo crear un vínculo con él, saber algunas cosas de Lucien.

—No tengo un segundo nombre, y me apellido Thornes —respondió con simpleza.

—¿Tu padre se llamaba Thor? —Lucien se río al escuchar eso, pero es que el apellido Thornes quiere decir hijo de Thor.

En un principio los apellidos en Noruega eran el nombre del padre más el Son «Que significa hijo». Tengo un apellido fuera de esos rangos, pero los demás no, aunque el apellido de Lucien no contiene el son, sigue significando lo mismo que ya le dije.

—No tengo ni idea de cómo se llama mi padre, pero estoy seguro que no es Thor —lo miré inquisitivamente—. Hace muchos años obtuve este apellido, pues de dónde vengo no es común recibir uno. Pero aquí sí lo es. Hace muchos años lo necesité y me hice pasar por el hijo de alguien que se llamaba Thor, así que bueno pues ahora soy Lucien Thornes.