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— ¡Sumercé! — Me di vuelta, encontrándome con Camilo,le di una sonrisa simple y pare de caminar.

— Hola,Camilo, ¿Necesitas algo?.

— No,pero si quiero tu compañía — Frunci mí ceño.

— ¿Cómo?.

— Que quiero acompañarte a tu casa — Empezó a caminar a mi lado.

— ¿Por qué?.

— ¿Por qué no? — Sonrió.

— No lo sé — Me encogí de hombros — Porque prácticamente no nos conocemos.

— Claro que sí.

— Que sepamos nuestros nombres no significa que seamos parceros.

— Eso dolió, sumercé — Puso una mano en su pecho y fingió tristeza.

— ¿Por qué me dices sumercé? Sabes mi nombre.

— ¿Te molesta? — Negué — Entonces te seguiré diciendo sumercé — Sonrió.

— Como quieras — Quedamos en silencio un poco incómodo un buen rato.

— Y...¿Vas a ir a ver cómo Toño recibe su don? Todo el pueblo va a estar ahí.

— No lo sé — Suspiré — Tengo que camellar, ando de aquí para allá.

— ¿No te relajas nunca? — Lo mire y negué con la cabeza confundida.

— ¿Y hacer que?.

— Pos,descansar,dormir — Dijo como si fuera lo más obvio.

— Eso solo lo hago los domingos — Frunció su ceño.

— ¿Y tus padre? — Me tense un momento.

— ¡Ya casi llegamos! — Dije al ver mi casa a los lejos,intentando cambiar de tema.

— Ah,si. Aquella es tu casa ¿No? — La señaló.

— Ah...¿Si? ¿Cómo sabes?.

— Ah...no sé,te vi entrar el otro día — Asentí un poco confundida— ¿No necesita algo más, sumercé? — Sonrió y se puso delante mía — ¿Acaso que la acompañe hasta la entrada de su casa? — Dió media vuelta,transformándose en mi — ¿Oh, quiere que la remplace el día de hoy y usted pueda descansar un poco así está muy bien descansada para esta noche?.

— No seas bobo — Sonreí un poco — Gracias por tu...amabilidad al acompañarme a mi querida morada — Tome mi vestido he hice una reverencia, el sonrió divertido y también hizo una reverencia.

— No es nada,mi querida dama — Le sonreí.

°•°•°•°

— ¡____! — Sonreí al ver a Mirabel caminar hacia a mi — Si viniste.

— Eh...si,tuve que faltar a mi trabajo hoy, no pasa nada — Agrege lo último,viendo la cara que puso Mirabel — Mi jefe es buena onda,dijo que podía faltar ya que nunca he faltado o pedido faltar al trabajo — Sonrió.

— Deberías trabajar menos y relajarte — Tomo mi brazo y empezó a caminar a mi lado hacia la casa Madrigal.

— Tu primo me dijo lo mismo.

— Porque es verdad. Oye,estás muy bonita — Miro mi vestido.

— Ah...gracias — Sonreí sonrojada — Es el único vestido de fiesta que tengo,no voy mucho a las fiestas que hacen en el pueblo.

— ¡Cecilia,los cinco! — Miramos a Camilo, que se transformó en la niña que estaba delante nuestro chocando los cinco.

— Oye,¿Camilo también muta en animales? — Mire a Mirabel.

— ¿Ah? No,lo intento una vez. Quiso transformándose en un cerdo,pero su piel se volvió rosa y su nariz de cerdito,tuvo una semana así porque no sabía cómo quitárselo — Reí levemente — Al parecer le tocó recibir a los visitantes — Lo señalo con la cabeza.

— ¡Sumercé! — Agitó su mano en forma de saludo,lo saludé de la misma forma — Al parecer si viniste — Sonrió.

— Me tome el tiempo — Sonreí.

— ¡Oh,mira ____!— Mirabel me jaló hacia dentro de la casa,dejando a Camilo solo recibiendo a los visitantes.

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Ya sé,muy corto el capítulo,pero la verdad no estoy teniendo mucha inspiración,si me ayudarán en los comentarios comentando algunas ideas se los agradecería mucho.

También les agradezco por el apoyo que estoy teniendo,no pensé llegar a tanto. La verdad había hecho el primer capítulo por diversión,me alegra tanto que tenga tanto apoyo. De nuevo,se lo agradezco.

Pienso subir capitulos los lunes,miércoles y viernes si les parece bien :)

Un don especial (Camilo Madrigal y tú)Where stories live. Discover now