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No entendía que le pasaba,sentía algo en el pecho,que nunca había sentido, estaba confundida y con mil cosas en su mente.

Estaba boca arriba en su cama,mirando el techo fijamente pensativa. Recién acababa de salir del establo,así que necesitaba el descanso y aprovecho para pensar bien que es lo que pasaba.

Suspiro frutada mientras cerraba los ojos, pero al hacerlo,se le vino a la mente la imagen de Camilo sonriendole,con su caracterizados hoyuelos haciendo que habrá sus párpados y sacará un grito de frustración mientras tomaba su almohada y se la colocaba en la cara con un terrible sonrojo en su rostro.

¿Qué me pasa?

La puerta sonó desde la sala,sacándola de ese torbellino de pensamientos. Se levantó y antes de abrir la puerta se lavo las manos.

— ¡Hola, sumercé! — Camilo entro a la casa acostumbrado ya y se sentó en una silla,mirando con una sonrisa a la chica, que de pronto sintió su cara arder. Largo una rosa bastante rara por los nervios.

— Ah,oh,hola,Camilo — sonrió y miro al suelo,jugando con su vestido. Camilo no pasó por alto eso,así que frunció el ceño.

— Vine a avisarte que Mirabel quiere que nos reunamos ahora donde siempre — dijo sin más.

Está asintio rápidamente mientras iba a su habitación y la cerraba de golpe.

— ¿¡Qué me pasa!? — dijo entre dientes mientras se tomaba sus cabellos.

Se sentía rara,sentía algo en el estómago y su cara ardía como nunca,¿Habrá comido algo malo?.

Se dió varios golpecitos en las mejillas intentando pensar en otra cosa mientras se cambiaba y peinaba,salió de su habitación minutos después y se encontró a Camilo con una arepa en la boca mirando una flor que anteriormente estaba en el florero de la mesa.

— Oh,¿Ya estás? — dijo con la boca llena mientras se levantaba,tomo la arepa de su boca y la miro mientras masticaba.

De nuevo le ardía la cara.

— Pues si — dijo está,tomando con fuerza la tirita de su bolso que colgaba de su hombro. Camilo sonrió mientras le entregaba la flor.

— ¡Una flor,para otra flor! — bromeó como siempre lo hacia con ella mientras hacia una reverencia.

Oh,no.

____ se tapo la boca intentando ocultar su gran sonrojo bien tomaba la flor con vergüenza.

— Gracias — dijo con simpleza,mientras iba hacia le mesa y colocaba la flor de nuevo en el florero —. Vámonos — dijo saliendo por la puerta y esperando a que saliera Camilo.

Camilo solo la miro confundido por la actitud tan extraña de la chica,pero simplemente no dijo nada y salió de la casa, espero a que la chica cerrará y se fueron juntos al punto de reunión en un silencio,que Camilo no tardó en romper empezando a hablar de cualquier cosa que se le cruzará en la mente.

Después pensaría que le pasaba,ahora solo tenía que concentrarse en lo de hoy y solo en lo de hoy y si de nuevo sentía esas sensaciones raras,tendría que ir a recurrir a Mirabel.

Un don especial (Camilo Madrigal y tú)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें