Un don especial (Camilo Madrigal y tú)

17

— Bien...— Camilo miro a la chica y deslizo el libro hacia ella.

Ella tomo el libro con manos temblorosas, lo abrió en la primera página y empezó a leer.

Este libro habla de la legítima familia Romero,quienes habitaron desde los principios de Encantó.

— Em...— aclaro su garganta. ____ lo miro irritante. — Es en la página quince — hablo avergonzado.

La chica se le quedó mirando unos minutos y después volvió a mirar el libro. Empezó a pasar página por página viendo algunas fotos de mientras. Llegó a la página quince y se quedó mirando la foto que estaba en la parte superior.

Había una familia de cuatro integrantes, un señor alto,de ojos azules y cabello negro,era delgado y en la foto parecía muy serio. En cambio la mujer,de cabello rubio ceniza y ojos color verdes,parecía que estaba muy feliz en la foto,ya que llevaba una sonrisa bastante bonita.

____ la reconoció al instante,pues era su madre,su adorada madre. Tocó con sus dedos la foto,específicamente a ella. No quería llorar,quería aguardarse las ganas.

Después estaba los dos niños,el mayor parecía de doce años,era alto,ojos negros y cabello color rubio ceniza,estaba sonriendo y saludando hacia la cámara, mientras la niña,de unos cuatro años, miraba a la cámara curiosa mientras sostenía la mano de su madre,parecía muy tímida. Tenía cabello castaño y ojos color avellana.

La chica supo que era ella,por su postura y los vagos recuerdos que tenía sobre el vestido rosado que llevaba casi siempre. A pesar que ahora el rosado era su color menos preferido.

— "La familia Romero" — empezó a leer, con una voz temblorosa.

         La familia Romero de la 2° generación se conformaba de cuatro integrantes. Juan Carlos Romero, desendiente de Martin Romero y Susana Romero. Nataliá Romero,desendiente de Esmeralda Maldonado y Lucas Maldonado. Y los dos menores,Cristopher Romero y la más pequeña ____ Romero.

Los Romeros y los Madrigal siempre habían sido amigos desde los principios de Encantó. Pues Susana Romero habia sido muy buena amiga de la ya conocida Alma Madrigal,y así fueron criando a sus hijos juntas.

Pero lamentablemente Juan Carlos Romero murió en un trágico accidente, y Nataliá con un terrible dolor,se fue de Encantó con su pequeña hija,dejando a su hijo mayor con su hermana,Jeséfina Maldonado.

Dejo de leer ya que lo demás eran puras cosas que hicieron su familia. Dejó caer el libro en la mesa y miro hacia la nada, pensativa.

— Sumercé...— Camilo apoyo su mano en su hombro — ¿Estás bien...?.

— Si — contesto rápidamente. Lo miro aún desconcertada. — Te perdono...— hablo con un hilo de voz.

Camilo la miro a los ojos sorprendido, sin poder ocultar una sonrisa de su cara. Se acercó a ella y con cuidado la abrazo. Ella no respondió el abrazo al principio,pero después de unos minutos correspondió.

_____

— ¿Vas a...que?.

— Buscarlo,ya te lo había dicho Camilo...

— Pero...pensé que no querías...

— Se lo que dije — la chica dió un suspiro y lo miro de reojo. — Pero en ese entonces no sabía de él.

— Bien,yo te ayudo a buscarlo.

— Gracias Camilo pero...

— ¡____! — pararon de caminar los dos y dieron media vuelta,encontrandose con Mirabel cansada de tanto correr. — No te encontraba...¿Dónde habías estado? Estaba tan preocupada — se acercó y le dió un fuerte abrazo,____ se quedó inmóvil por el imprevisto afecto de la chica — Pensé que andabas enferma.

— Uhm...algo así,gracias por tu preocupación Mirabel — sonrió.

— Eres mi amiga ¿No?.

— Si...

— ¿Ves? ¿Y...? ¿Camilo? ¿Tu que haces acá? — miro a su primo confundida.

— ¿Cómo que que hago acá? Sumercé también es mi amiga.

— Yo...pensé que ustedes...¿No que estaban peleados?.

— Em...estábamos,ya no. Solucionamos los problemas.

— Sep — Mirabel los miro bastante desconcertada a los dos,pero dejo de lado eso y tironeo a ____ hacia un lado.

— ____, necesito decirte algo en privado... — miro a Camilo acusadoramente,quien planeaba seguirlas. Bufo y se cruzó de brazo, alejándose un poco de las dos chicas.

— ¿Pasa algo?.

— Descubrí algo... — susurro.

— Ah...Mirabel,yo...

— No de eso,de ti...— la chica frunció el ceño.

— ¿Que?...