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Deje un plato lleno de comida en medio de la mesa y me senté mirando a Mirabel un poco conmocionada.

— ¿Me estás diciendo que eso se puede? — dije casi sin aliento. Ella asintió — ¿Solo por una vela?.

— Solo por una vela— afirmó con la cabeza gacha —,y todo va a hacer por mi culpa.

— Pero...puede que la profecía este mal,no puedes estar tan segura de eso — acerque más mi silla a la de ella y coloque una mano en su hombro — ¿No sabes dónde podemos encontrar a...?

— ¡No sé habla de...! — me tapo la boca.

— Perdón. Pero ¿No sabes dónde podemos encontrar al que no debe ser nombrado? — decir esa frase me hizo sentír una sensación extraña.

— No...y como sabes,no se...

— No se habla de ya sabes, ya entendí, gracias.

— ¿Y que hago? — dejó caer su cabeza en la mesa.

— Mirabel,deja de hacer eso,te puedes lastimar — hice que levantará su cabeza y sobe su frente.

— Pareces mi ma — sonrió divertida.

— Perdón,la costumbre de cuidar a tantos niños — también sonreí. Intenté tomar una empanada del plato pero la dejé caer sobresaltada cuando Mirabel grito:

— ¡Ya sé! — la mire con los ojos abiertos — perdón — tomo la empanada y me la puso en la boca — pero ya sé que hacer,vamos — tomo mi mano y me obligó a levantarme. Tome dos empanadas más antes de que me arrastre afuera de mi casa — Ay,yo también tengo hambre — volvió a entrar a la casa y salió con dos empanadas más — ahora sí,vamos.

°•°•°•°

— No me trajiste de nuevo a comer a tu casa ¿O si? — la mire con reproche.

— No,tranquila. Solo vine a hablar con Luisa — dijo abriendo la puerta de su casa y entrando por ella.

— Pero ¿No dijiste que Luisa no sabía nada?.

— Si,pero no — la mire confundida — ya te diré.

— Te agradecería que me dijeras ahora.

— ¡Uhm! — dejamos de caminar al escuchar ese ruidito. Miramos hacia Dolores,que nos veía muy confundida y un Camilo detrás de ella.

— ¿Q'hubo? — saludo Camilo.

— ¿Dolores? — ella nos miro varias veces a las dos.

— Necesito que sean honestas conmigo...— mire de reojo a Mirabel — ¿Quien es el que no debe ser nombrado y por qué no se puede hablar de el? — nos miro acusadoramente. Abrí los ojos de la sorpresa.

— A...ah — mire a Mirabel.

— ¡Es el ex de ____! — grito.

— ¿¡Que!? — grite desconcertada. Camilo empezó a toser cambiando así de forma varias veces.

— ¡Ella le dice así porque terminaron en malos términos! — abrí la boca sorprendida.

— ¿¡Que!? — volví a gritar.

— ¿Eso es todo? — pregunto Dolores — pensé que...nada,nada — nos sonrió apenada y se fue.

Un don especial (Camilo Madrigal y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora