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— ¡Luisa! — Tome la correa y tironee de ella, pero el burro no se movió y caí de cara al suelo — Ay...

— Eh...¿Estás bien? — Me levanto como si fuera una pluma.

— Eh,si,si...¿Gracias?.

— No hay de que,para eso estoy,¿Necesitabas algo?.

— Si,según es por los burros ¿Tu te encargas de eso?.

— Si,siempre los llevo a su corral,¿Por qué? ¿De nuevo se salieron?.

— Algo así,me pidieron que venga a buscarte para eso y me ayudes a meterlos en el corr...— Levanto el burro y lo puso en su hombro como si nada — veo que puedes hacerlo sola.

— Ah, si,siempre lo hago,¿Cómo es tu nombre?.

— Soy ____.

— ¡Ah!, sé quién eres,tú eres la muchacha que anda a las corridas por todo el pueblo — Empezó a caminar y yo la seguí a su lado.

— Mhn,si — Rasque mi cabeza — Veo que casi todos me reconocen por eso.

— Si,también te ví esa vez que almorzaste en mi casa y te ví en la fiesta de Toñito.

— Ah,si. Tuve que irme más antes,pero me alegro tanto que el don de Toño sea comunicarse con los animales — Sonreí al recordar cómo Toño estaba tan feliz por su don.

— Si,a él le encantan mucho. Ahora tenemos a un jaguar dentro de la casa — Hizo una mueca.

— Eso da...un poco de miedo.

— No tanto,es como un gatito pequeño cuando juega con Antonio.

— Ya...entonces ¿Te encargas? — Señale al burro.

— Si,siempre lo hago. Adiós ____,bacano conocerte.

— Lo mismo digo,que tengas lindo día — Le sonreí y me fui trotando.

°•°•°•°

— Listo — Deje la última caja de frutas en la tienda de doña Lola. Sacudí mis manos y largue un suspiro — ¿Por qué son tan pesadas? — Mire mis manos que estaban un poco rojas.

Di media vuelta para ir a ver si doña Lola no quería algo más,pero largue un grito al ver una cara cerca de la mía sonriendo me, del susto largue un puñetazo,que le dió directo a la cara de aquel desconocido.

— ¡Auch! — Camilo sobó su cara — sumercé, si que pega duro.

— Pues no debiste aparecer así — Lo mire un poco enojada — Ya...¿Estás bien? — Intenté verle la cara,pero solo se apartó.

— No,no,estoy bien — Solo veía su espalda, pero era obvio que le di un buen golpe.

— No,en serio,ven,déjame revistarte — Di un paso hacia delante y el uno hacia atrás.

— En serio,estoy bien,solo un momento — Suspiré irrita,le tome el brazo y le obligue a qué me mirara. Di un salto hacia atrás al verla de nuevo deformada.

— ¡Jesucris...! ¡Perdóname! ¡En serio! — Empecé a tocar mis bolsillo,hasta que encontré mi pañuelo,lo saqué y se lo puse en la nariz,dónde escurría un poco de sangre.

— Sumercé,que gentil,pero no pasa nada, se me va al tiro. Además,yo no debí aparecer así — Agitó un poco su cara, colocándola en su estado normal.

— Ya,ven — Nos sentamos en el escalón de una casa — espera a que la sangre se vaya y no voltees para el cielo,tampoco te suenes la nariz o aspires,eso empeora el sangrado.

— Si que sabes de esto sumercé,¿Te pasa seguido? — Sonrió burlón.

— Es lo básico y a mí no,le pasa a algunos niños que cuido.

— Así que eres niñera también.

— Tengo múltiples trabajos,cuido a los burros,a los niños,también hago los mandados,limpio algunas casas y más cosas — Frunció el ceño.

— ¿Acaso comes o duermes? — Iba a responder hasta que note su sarcasmo.

— Ja,ja,que gracioso. Mira,ya está — Le saque el pañuelo de la nariz.

— Gracias, sumercé — Sonrió.

— Ah...no es nada,fue culpa mía.

— Oiga, sumercé. ¿Quieres hacer algo mañana? Ya que va a hacer siete de diciembre.

— Uhm...— Me extraño esa propuesta — Bueno...supongo que no me afecta si me tomo un día de descanso — Le sonreí de lado.

— ¡Perfecto sumercé! A las seis y media te busco — Sonrió y se levantó del escalón,se despidió y se fue corriendo.

Un don especial (Camilo Madrigal y tú)Where stories live. Discover now