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Me gusta la idea de tomarse el día,habia dormido una larga siesta y no había salido de la casa en todo el día.

Tocaron la puerta de mi casa,extrañada, mire la hora,eran las las 5:12. Era muy temprano para que Camilo viniera,ya que dijo que a las seis y media venía a buscarme.
Me levanté de la mesa y fui a abrir,encontrándome con la sorpresa que era Mirabel.

— ¡Mirabel! — Exclamé sorprendida — Que milagro,¿Pasa algo?.

— ¿Eh? No,solo pasaba a visitarte — La invite a pasar,que sin problemas paso gustosa — Que bonita casa

— Gracias. ¿Quieres algo de comer? Hice arepas con queso — Le señale la mesa para que se sentará.

— Claro,no estaré mucho tiempo, tengo que preparar algunas cosas para esta noche — Tome el boul dónde estaban las arepas y se las di,tomo uno y empezó a comer.

— Si,todo el pueblo debe de estar ajetreado — Me senté en la silla quedando frente a ella.

— ¿Tienes planes?.

— Bueno,Camilo me invitó a...¿Una salida?.

— ¿Camilo? ¿Mi primo? — Asentí — Que bueno, sumercé.

— Ajam — Me serví un poco de agua,
notando a Mirabel un poco extraña.

— Cocinas muy rico — Le sonreí — Ya es muy tarde,tengo que irme,suerte en tu salida con Camilo — Se levantó de la mesa y salió de la casa antes de que pudiera levantarme de la silla. Mirabel hoy estaba muy rara.

Lo deje pasar,mientras me cambiaba para la salida.
El siete de diciembre era un día muy especial para mí,así que siempre me arreglaba, aunque no importará si me quedara en mi casa todo el día.

Tocaron de nuevo la puerta. La abrí pensando que era Camilo que llegó más temprano de lo que debía,pero era Don José.

— Hola,mija.

— Q'hubo don José,¿Paso algo?.

— No,mija. Solo note que no te ví en todo el día y me preocupe,¿Te paso algo? ¿Andas enferma,mija? Lolita también pregunta por ti.

— Ah,no,no es nada de eso don José,me tomé el día.

— ¿Te tomaste el día? ¿Tu? ¿En serio no estás enferma? — Lo dijo en un tono gracioso,sonreí.

— No,don José.

— Pues me extraña de ti, mija...

— ¡Sumercé! — Mire detrás de don José, dónde Camilo me estaba saludando con una sonrisa.

— Ah...ya me buscaron,buenas tardes don José — Me despedí de el con una sonrisa y corrí hacia Camilo.

— Q'hubo, sumercé — Sonrió a lo grande.

— Hola,Camilo,¿Que vamos a hacer?.

— Pues,no sé bien,pero ven,vamos a pasear — Tomo mi muñeca y empezamos a caminar.

— Uhm. Bien,¿Después vamos a comer algo?.

— Claro,¿Que se te apetece?.

— No sé — Me encogí de hombro.

— Después veremos después — Me miro y sonrió.

La noche llegó muy rápido,Camilo es un muchacho muy extrovertido así que siempre sacaba un tema de conversación muy rápido. Después del paseo fuimos a comprar algunas comidas para sentarnos a comer,Camilo era el que más hablaba y yo solo lo escuchaba,también era muy gracioso,ya sé porque le cae muy bien a todo en el pueblo.

— ¡Sumercé! — Llamó mi atención — Ya son las siete,toma — Me entrego una vela, la cuál recibí a gusto,con la suya ya encendida prendió la mía.

— Gracias — Las calles de Encantó ya se estaban llenando de gente con su vela ya encendida — Que bonito — Murmure.

Camilo,en cambio,miraba a la muchacha, que en sus ojos tenía reflejado las luces que desprendían de las velas. Para Camilo la chica era un poco introvertida y cerrada, también un poco tímida,pero a la vez muy amable y servicial,siempre ayudando a quien se le cruce con una gran sonrisa, aunque casi nadie lo notase,la chica algunas veces se le veía cansada y alguna veces hasta con algunas ojeras,pero nunca dejaba de sonreír.

Si se pregunto dónde están sus padres, pero nunca quiso entrometerse en donde no lo llaman,tampoco quiso indagar así que dejó de lado ese tema,si iba a saberlo, iba a ser por la chica,no por nadie más.

— ¡Vamos,vamos! — Una niña venía corriendo con una vela en la mano, con dos niños detrás de ella.

— Uhm,Cecilia — La llamé,mientras Camilo se ponía al lado mío. Pero no me escucho,tropezó con una piedra y casi se va de jeta al suelo,pero la tomé del vestido, quedando casi colgada — Cecilia — Regañe. La hice pararse de nuevo — No corras con la vela en la mano.

— ¡Gracias,____! — Sonrió y se fue caminando con los otros niños.

— Eres muy amable, sumercé — Camilo se acercó a mí y sonrió.

— Gracias — Le di una sonrisa de lado.

Un don especial (Camilo Madrigal y tú)Where stories live. Discover now