Capítulo 21

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Jin Ling

En un momento estaba sobre el cuerpo de Lan SiZhui, mordisqueando los pezones amados y frotándose contra las caderas de su novio aferrado con fuerza a una de sus nalgas, y al segundo siguiente estaba acostado de espaldas a la cama con el Lan sentado a horcajadas sobre su regazo.

Sonrió satisfecho, su chico no perdía su agilidad aún después de haber tenido un orgasmo tan explosivo como el que le había dado hacía unos momentos atrás.

Su pene saltó excitado dentro de sus pantalones al oír al otro chico volver a llamarle RuLan, y es que era un nombre espantoso a su gusto pero dicho por los sensuales labios de su amante sonaba como una promesa de inmenso placer por venir.

Con movimientos desesperados de sus manos ayudó a su novio a bajarle los pantalones, y gimió aliviado al sentir cómo su miembro ahora estaba libre de la prisión de sus ropas, duro, enrojecido y goteante a la espera del calor de las paredes de su pareja.

Con sus ojos siguió embobecido el movimiento de la lengua del Lan humedeciendo sus propios labios, y un correntazo de excitación le recorrió la columna al ver plasmado en el hermoso rostro del otro chico todo el deseo y la pasión que éste sentía por él.

Volvió a gemir cada vez más perdido en el éxtasis cuando la mano contraria tomó su hombría para alinearla con la rosada y palpitante entrada mojada en el aceite y echó su cabeza hacia atrás, arqueando la espalda y aferrándose con ambas manos a la cintura contraria, sosteniendo con fuerza su cuerpo y guiando el camino para enterrarse en él hasta el fondo.

Estaba tan excitado y consumido por el fuego de su calentura que los gemidos salían descontrolados de su boca, su rostro completamente transfigurado en una mueca de placer extremo porque su miembro al fin estaba envuelto en la exquisita presión del interior de su amado.

Mientras el cuerpo de su novio bajaba sobre él le escuchó gemir su nombre, pero ahora sólo deseaba escuchar de sus labios el otro nombre, ese que le excitaba escucharlo solamente de él.

- N.. no, dime mmh... RuLan, ¡Aah! ¡Solo RuLan! - pidió entre jadeos.

Apretó con fuerza su agarre en la cintura del otro chico y comenzó a mover sus caderas hacia arriba, en un frenesí de estocadas cortas, gimiendo cada vez más alto totalmente extasiado con el hecho de tener a su amado montándolo de esa manera.

Lan SiZhui

El miembro caliente y goteante de su pareja ahora estaba llenando su interior por completo, podía sentirlo tocar cada centímetro de su interior y aquello solo hacia que soltara varios suspiros y jadeos bajos que intentó ocultar pero fracasó.
Mordió su labio ligeramente mientras que ambas manos iban directamente a los hombros de su pareja, hundió sus dedos en la piel de aquella zona a causa de su agarre firme por las duras embestidas que habían comenzado a golpear su interior.

Gimió alto y, en lugar de hundir sus dedos terminó por enterrar las uñas dejando minúsculas heridas de las cuales casi imperceptibles gotas de sangre brotaban. Se sentía tan bien, tan delicioso, cada golpe en su interior era sumamente exquisito e inevitablemente lo llevaba a gemir y jadear descontroladamente.

- N-no... - musitó - R-RuLan no lo hagas tú d-déjame hacerlo a mí, por favor - suplicó entre jadeos con la voz agitada y un prominente sonrojo que iba desde sus pómulos hasta los oídos.

Su cuerpo no solo sudoroso sino también cubierto por el aceite que el más joven había esparcido por toda su piel comenzó a moverse, el miembro de su pareja entraba y salía de su interior a veces con rapidez a causa de sus movimientos y a veces más lento.

Sus caderas se movían en círculos y en ocasiones daba saltos sobre su hombría mientras que sus manos recorrieron un camino que iba desde sus hombros hasta su abdomen, sus dígitos lo acariciaron hasta que encontró un lugar al cual aferrarse y sostenerse para no parar de moverse.

- Ahhh~ RuLan~ RuLan - gimió el nombre ajeno como se le había pedido.

El éxtasis de ese momento era mayor de lo que creyó, incontrolable, excitante, capaz de volverlo loco, ¿Dónde estaba el mejor discípulo de Gusu? Estaba cediendo ante el placer, la lujuria y el calor, su cuerpo se retorcía y estremecía, estaba deseoso por tocar el cielo gracias a su pareja.

Viaje a GusuWhere stories live. Discover now