Capítulo 30

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Lan SiZhui

Fueron los minutos más largos de toda su vida. Por su rostro pasaron todas las tonalidades posibles del carmín y en un impulso de vergüenza estuvo a punto de corregir sus palabras, añadiendo que era algo que el otro podría aceptar o denegar si no lo quería. Sin embargo, su garganta sintiéndose raposa le impidió emitir sonido alguno. Sus balbuceos tampoco fueron oídos pese a la cercanía de ambos.

Desvió la mirada con el rostro acalorado y el cuerpo temblando. No sabía cómo mirar al menor, no cuando éste estaba a escasos pasos de distancia completamente desnudo. No es que no lo haya visto desnudo alguna vez. En cada encuentro que tuvieron pudo apreciar la belleza de su cuerpo, la fuerza de sus brazos, la suavidad de su piel y la dureza de su abdomen. Sus piernas tonificadas que, o se enredaban alrededor de su cintura o lo sostenían mientras arremetía contra su cuerpo como aquel día en la posada. Soltó un suspiro donde su aliento cálido fue expulsado. Apretó las piernas sintiendo como la dureza de su miembro crecía ante los recuerdos de aquellas veces donde sus cuerpos se unieron y sus voces derretidas por el calor y la lujuria podían con trabajo emitir bajos sonidos parecidos a balbuceos incomprensibles.

Cada vez sentía su cuerpo más caliente y la erección creciendo entre sus piernas. Parecía que no podría soportarlo más, por lo que necesitaba salir de ahí rápidamente. O eso creyó hasta que escuchó las palabras del Jin. Tragó saliva con dificultad, dando un asentimiento leve con la cabeza en afirmación a lo dicho.
Avanzó lento nuevamente a la tina, donde tomó una más de las esponjas y la metió brevemente en el agua caliente, sacándola luego y exprimiendo el exceso de líquido. Su mirada estaba perdida en aquella espalda ancha aunque no tanto, sus hombros delgados los cuales parecían llamarlo a clavar sus dientes. Mordió su lengua suavemente, queriendo ahora soportar aquel calor que lejos de dispersarse solo crecía más.

Vaciló unos segundos, sintiéndose más nervioso que aquella vez en que recibió al Jin en su nuevo hogar por primera vez. Deslizó la esponja por su espalda admirando la misma, como si lo que viera fuese alguna joya preciosa. Su labios picaron ansiosos y su mano estrujaba la esponja. Bajó la mirada permitiendo que su flequillo cubriera sus ojos y detuvo sus movimientos, su respiración volviéndose pesada.

— ... A-Ling... — llamó bajo — ¿Puedo besar... tu espalda? — cuestionó avergonzado pero también deseoso.

Jin Ling

En el preciso momento en que las manos de Lan SiZhui tocaron su espalda, todo su cuerpo pareció subir unos cuantos grados instantáneamente. Sentía que su piel irradiaba humo estando caliente por todos lados, su deseo hirviendo en su bajo vientre y haciendo que su miembro erecto doliera por la falta de atención.

Apretó la mandíbula y se arañó el pecho mientras se pasaba la esponja intentando distraerse con la sensación dolorosa, pero no surtió efecto. La respiración pesada del Lan en su oreja no ayudaba tampoco, ya que con cada exhalación su aliento le rozaba los cabellos de la nuca haciendo que su piel se erizara y un ligero temblor le recorriera de pies a cabeza.

Este baño realmente iba a ser una tortura si continuaban así...

Pero... ¡todo podía ser peor! porque cuando escuchó la voz baja de su novio y entendió lo que le estaba pidiendo con ese tono tan avergonzado, sintió que casi se desmaya. ¿Acaso el maldito estaba buscando matarlo con una sobredosis de excitación?
Tragó saliva con dificultad antes de responder, evaluando sus opciones.

Realmente extrañaba tener los labios del otro chico en su piel, y un simple beso en la espalda no tendría por qué ser un problema. Pero el asunto era que él ya estaba bastante acalorado y si SiZhui empezaba a besarlo ahora, no sabía si podría continuar bañándose sin dejar en evidencia su actual estado. Sería muy vergonzoso y frustrante, porque sus heridas no le dejarían actuar con el desenfreno que necesitaba para aliviar su calor y no había poder en el universo que le contuviera de empezar a jadear si su amado decidía lamerlo en lugar de simplemente posar sus labios sobre él.

Era difícil la decisión... ¿Decirle que NO y arriesgarse a que el otro se quedara molesto y con las ganas, aumentando así la incomodidad de seguir escondiendo su excitación de los ojos ajenos? ¿O darle permiso y arriesgarse a exponer su erección y que su novio pensara que no sabía cómo comportarse en algo tan banal como tomar un baño?

Se mordió los labios e inhaló profundamente, llenando sus pulmones de aire e intentando oxigenar su cerebro para poder pensar mejor...

¡Oh, qué diablos! Un casto beso no haría daño, y confiaba en que el siempre responsable Lan SiZhui sería la voz de la conciencia entre ellos que pondría orden en toda la situación y no permitiría que se les saliera de las manos hacia algo que no pudieran manejar...

- Sí, puedes... - contestó al fin, largando todo el aire que recién había inhalado, recargando un poco su espalda en el borde de la tina para acercar la zona a su novio y que saciara sus ganas de besar su piel, bajando la esponja que antes lavaba su pecho hasta su propia entrepierna para esconder debajo de ella su miembro y no acusar así su turbación.

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⏰ Última actualización: Aug 03, 2022 ⏰

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