Especial 1: Monopolio

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Hace unos días, Miguel tuvo una llamada con sus padres en el que le avisaron que saldrían de viaje el fin de semana; por tanto, acordaron que él se quedaría esos días en su casa al sur de Lima para cuidarla; así mismo, debía alimentar y velar por las necesidades de las mascotas de ellos.

El sábado en la mañana, avisó por mensaje a todos sus amigos más cercanos -y que en esos días estuvieren por lo menos en Lima- para que vengan a pasar el rato allí. Manuel ya había llegado incluso antes de que se levantara; él junto a Pedro y Julio fueron los primeros en saber de su estadía en su casa; pero el único que pasaría más días junto a él en su hogar sería su novio.

Pedro, Itzel, Julio y Daniel fueron los primeros en llegar con el objetivo de ayudar a cocinar. Luego llegó Martín junto a Luciano, quienes cambiaron el menú a una parrillada con diversidad de carnes. Y así convivieron amenamente durante todo el tiempo de almuerzo hasta que llegó el momento de lavar los servicios utilizados.

A las 5 de la tarde, Martín, Pedro, Julio y Miguel competían en un videojuego de combate en medio de la sala. Luciano e Itzel estaban concentrados en un película que se emitía por el canal 202, y Daniel sostenía una conversación con Manuel, quien a su vez acariciaba eventualmente al roedor en sus piernas. Los perritos de Miguel y Manuel correteaban alrededor de todos, y con más razón, alrededor de quienes jugaban videojuegos. Algunos como Pedro, cada vez que perdían se justificaban con la excusa de que "Lomito" y "Empanada" los distraían.

Todos disfrutaban de su estadía en esa casa alejada de las grandes construcciones de la ciudad; claro está, hasta que repentinamente todos los dispositivos que funcionaban con una corriente continua se apagaron.

Se había ido la luz, como solía ocurrir de vez en cuando en esa zona. Todos se quejaron hasta que Miguel se excusó con un "perdónenme por vivir en la pobreza"; su sarcasmo en la forma de decirlo fue evidente. Pasaron tan solo unos pocos minutos hasta que Itzel le preguntó por un juego de mesa. Miguel trajo un "Monopoly" que hace años no era utilizado. Fue así que, mientras la luz del día todavía los alumbraba, y con un "¿Por qué el tablero está partido a la mitad?" y un consecuente desvió intencionado de mirada por parte del peruano, todos empezaron a jugar dicho juego.

 Fue así que, mientras la luz del día todavía los alumbraba, y con un "¿Por qué el tablero está partido a la mitad?" y un consecuente desvió intencionado de mirada por parte del peruano, todos empezaron a jugar dicho juego

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El juego había iniciado; todos yacían sentados alrededor de la gran mesa redonda; Miguel y Manuel se sentaron juntos al lado de Itzel, quien había tomado el papel de ser la banquera y jugadora a la vez. Al costado de Miguel se encontraba la pareja conformada por Martín y Luciano. Al frente de Martín se encontraba Pedro, y la pareja entre Pedro e Itzel era la conformada por Julio y Daniel. Todos escogieron las figuras que los representarían en el juego a excepción de Julio, que por ser el último se quedó con la figura del "sumo".

Todo iba bien al comienzo; excepto para Julio cuyo orden de tirar los dados también era el último; así que cada vez que caía en una propiedad, ésta ya tenía dueño. El boliviano renegaba cada vez que sucedía eso, así como también lo hacía cada vez que jugaba Itzel. Ella tenía una muy buena suerte. Si no caía en una propiedad que tenía dueño, lo hacía en las casillas de "casualidad" y "arca comunal"; en síntesis, ese día se había levantado con el pie izquierdo.

Only One  || Chirú ||Where stories live. Discover now