Play Land Park

564 59 275
                                    

El viernes llegó. Miguel había coordinado con Pedro en encontrarse en la misma boletería del Jockey Club del Hipódromo de Monterrico, todo ello a las 6 de la tarde.

Como era de esperarse, Miguel recién se empezó a alistar una hora antes de salir de su casa. Después de varios minutos de duda, se decidió por unos pantalones de mezclilla negros, remera y zapatillas blancas, así como una camisa de mezclilla de tono azulejo.

Partió de su casa con una hora de diferencia del horario de encuentro. Al final, después de tomar el bus, contrató los servicios de un taxi para que lo dejen lo más cercano posible a la entrada del lugar.

Al llegar llamó por celular a Pedro para saber en qué lugar exactamente se encontraban, y después de un par de minutos de rondar por el lugar visualizó la mano alzada y ondeante de su mejor amigo a fin de llamar su atención.

A lo lejos pudo ver a una figura un poco más alta que la anterior, ahí supo que era Manuel.

Mientras se acercaba a pasos firmes y con su característica sonrisa, desviaba su mirada entre su amigo y Manuel. Pedro tenía el ceño ligeramente fruncido que inmediatamente lo cambió por una sonrisa de burla. Manuel, quien permanecía al costado de Pedro, tenía el semblante serio, mas aún, mientras más se acercaba, notaba que el más alto conservaba una mirada cálida.

El corazón de Miguel dio un ligero golpeteo cuando ya estuvo al frente de ellos.

- Hasta que el señorito se dignó a llegar. -Bufó con sarcasmo el mexicano. -No sé ni por qué me sorprendo.

- Gracias, yo también estoy feliz de verte después de tanto tiempo.- Respondió con la misma actitud de Pedro.

Después de lo dicho, desvió su mirada al silencioso Manuel; fue así que ambas miradas volvieron a encontrarse después de más de un mes.

- Hola Miguel.-Manuel empezó con una ligera y casi imperceptible sonrisa.

- Hola Manuel.-Dijo cambiando el tono anterior con el que le contestó a Pedro. Su voz fue más suave esta vez.

Después de ver el intercambio de palabras de sus dos mejores amigos, Pedro rodó los ojos e interrumpió esa escena.

- Bueno, bueno. Mientras tú te tardabas en escoger un atuendo bonito, nosotros tuvimos que hacer cola para comprar pulseras, y sí, también te compramos la tuya, así que nos debes 100 soles.

Miguel ahora se centró en Pedro.

- Está bien, nenita, no andes de llorica.-Rodó los ojos.

Una vez dentro, los tres amigos dieron una mirada rápida a todos los juegos que se presentaban aquel día

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Una vez dentro, los tres amigos dieron una mirada rápida a todos los juegos que se presentaban aquel día.

Miguel recordaba haber venido en su infancia a aquella feria de juegos mecánicos junto a sus padres, sin embargo, ya pasó un buen tiempo desde aquel entonces. Y efectivamente aun le daba algunos escalofríos los juegos más extremos.

Only One  || Chirú ||Where stories live. Discover now