Coquetería

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Las semanas pasaron, poco a poco el verano se estaba acabando. Fue entonces que Marzo llegó, y con ello también su mejor amigo boliviano, al igual que el comienzo de las clases.

Los días eran cercanos al fin de Marzo, y todos sus amigos -que no sean de su carrera universitaria- ya habían comenzado sus clases respectivas. Miguel en cambio, todavía disfrutaba de sus vacaciones en la estadía de su casa; a no ser porque algunas raras veces iba a su universidad a fin de asistir a la diversas conferencias y seminarios que se realizaban con frecuencia.

Miguel acordó encontrarse con algunos de sus compañeros de su facultad para asistir a aquella conferencia de «derecho procesal civil», y fue allí donde estuvieron conversando la mayor parte del tiempo antes de que comenzara la ponencia.

A la 1 de la tarde, ya culminada la exposición del magistrado civilista, en compañía de sus amigos, decidieron ir a almorzar a la cafetería de «Letras».[1]

El grupo de 5 personas salió de su propia Facultad, la rodearon y empezaron a caminar de frente, pasando así la «Facultad de Contabilidad», de «Sociales», e incluso dispuestos a pasar la misma Facultad de «Letras».

Miguel, quien rápidamente desviaba su atención de la conversación, divisó a alguien conocido saliendo por la puerta de entrada de la ulterior facultad.

Efectivamente era Manuel. Al confirmar sus sospechas, su sonrisa se agrandó más y se acercó al chileno. Sus amigos que veían aquella escena, se acercaron junto a Miguel.

—¡Manuel!—Dijo a gran voz para que este último lo oyera, y así fue.

El más alto, quien se encontraba distraído mirando su celular, escuchó la inconfundible voz de Miguel; fue así que dirigió su atención hacia aquella persona que ya distaba a unos cortos pasos de él.

—Miguel.—Asintió en saludo mientras esbozaba una corta sonrisa.

Miguel no se encontraba solo, estaba acompañado de dos amigos y dos amigas. Fueron apenas unos cortos segundos en que ambos estuvieron absortos en su propio encuentro, pero al final Miguel decidió presentarlo.

—Cierto chicos, él es Manuel. Es un amigo mío. Lo conocí desde un viaje a Chile que hice hace años junto a mis mejores amigos.—Explicó con gran entusiasmo.

—Mucho gusto.—Esta vez Manuel habló con un poco de formalidad.

—Ah, Manuel, ellos son mis amigos de mi Facultad. Ella es Kathy; ella, Lady; él, Davis; y este último es Paolo.

—De todos modos, ¿qué haces en la Facultad de Letras?—Continuó Miguel.

—Tenía algunas clases hoy. Es natural que deba presentarme a ellas.

Miguel entendió las palabras.

—Ah, es verdad. Tú ahora estudias aquí, además que la mayoría de las facultades empiezan antes sus clases. Cierto, ¿ya te vas? ¿no quieres almorzar con nosotros?

—Yo... bueno...

—Oh vamos, te va a encantar la comida de tu Facultad. Es deliciosa, sirven una buena porción, y además es super cómoda en cuanto a precios. Di que sí, ¿sí?—Sin tomar conciencia de las expresiones que hacía, Miguel tenía la dorada mirada brillando con expectación, mientras batía sus largas pestañas, todo eso con su característica sonrisa pícara.

Manuel se rindió.

—Está bien.

—Está bien

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Only One  || Chirú ||Where stories live. Discover now