Amor

202 28 11
                                    

Los minutos pasaron, fueron tantos que después de terminar de desahogarse en los brazos de Manuel, no notó que sus amigos se habían ido del departamento hace mucho tiempo.

— ¿Estás mejor?

Al separarse del abrazo, Manuel seguía mirándolo preocupado, tomando suavemente su rostro. Era tan dulce con él, que le dolía, no obstante había llorado tanto que esta vez era muy difícil sacar más lágrimas.

Miguel le dedicó una pequeña sonrisa.

— Tengo sueño.

Era cierto, sus ojos se habían hinchado en todo el tiempo que lloró desconsoladamente a su lado, casi no le permitían ver; además lo que ocurrió hace unas horas lo dejó agotado. Fue mucho para él, entre la discusión con su mejor amigo, la intromisión de Francisco, el darse cuenta de los errores que seguía cometiendo, y las intensas disculpas hacia su novio; sus ánimos y fuerzas ahora eran casi nulas.

Manuel acarició suavemente sus mejillas, devolviéndole la amable sonrisa.

— Está bien, cariño. Puedes ir a tomar una ducha en lo que preparo la habitación.

Miguel asintió.

— Te amo. —Manuel besó su frente.

Sus labios temblaron, dejó de verlo marcharse y desvió su mirada. Su corazón le pesaba.

— También te amo. —murmuró para sí mismo.

Su ducha le tomó más tiempo que el necesario, la mayor parte fue porque no dejaba de rememorar toda su vida, sobre todo acerca de los errores que había cometido, aquellos que dañaban a quienes más quería, aquellos que todavía lo seguían carcomiend...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Su ducha le tomó más tiempo que el necesario, la mayor parte fue porque no dejaba de rememorar toda su vida, sobre todo acerca de los errores que había cometido, aquellos que dañaban a quienes más quería, aquellos que todavía lo seguían carcomiendo y le hacían sentir culpable.

Él no era muy consciente de su entorno, pero ahora que lo pensaba mejor, toda su vida ha sido buena en general. Tenía a su padres quienes siempre le brindaban amor incondicional, quienes lo apoyaban en cada aspecto de su vida, tomando en cuenta sus opiniones y propias decisiones.

Tenía a sus mejores amigos, con quienes compartía similar humor, con quienes había reído y llorado, quienes muy a pesar de lo mucho que los lastimó, jamás lo dejaron solo, siempre estando allí para él.

También tenía al resto de amigos, compañeros de universidad, maestros, muchas personas con quienes tuvo el mínimo de encuentros. Ninguno de ellos lo trató mal, comprendiendo su personalidad, sus fallas y demás.

Miguel tuvo una buena vida en todos sus años, lo único que salió mal es desde el momento en que conoció a Francisco. Pasó por situaciones y dolores que jamás había padecido. Su alegría y positividad, con los cuales fue formado en un ambiente lleno de amor, fueron cambiados por emociones desfavorecedoras en ese lapso de tiempo.

El dolor que nunca experimentó, al final tuvo que aprenderlo de esa relación amorosa.

Ahora, después de toda esa tormenta, recuperaba aquella alegría innata gracias al amor de Manuel, alguien quien llegó a su vida como si fuera un ángel, quien lo ayudó a salir de esa oscuridad en la que se sumergía sin darse cuenta. Pero incluso así, Miguel volvió a fallar como siempre, lastimando a quien no lo merecía.

Only One  || Chirú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora