«Tan destrozado que no puede repararse»
«Tantos errores que tiene miedo de continuar»
El destino ha sido cruel pero justo con ellos, no hubo momento mejor que el ahora, en las situaciones y circunstancias correctas.
«Tan destrozado que no puede repa...
Miguel trató de caminar lo más rápido posible con Julio a su lado, su corazón latía más rápido cada segundo que pasaba lleno de preocupación por lo que estarían haciendo Manuel y Pedro.
La noche era fría, el viento soplaba sobre su cara y cuerpo, haciéndolo tiritar de frío, pero eso no le importaba en lo más mínimo, su mente se encontraba llena de preocupaciones por especulaciones de malentendidos.
"¿Por qué no se lo dije antes?"
"¡Debí decírselo ese día!"
"Hasta yo mismo lo olvidé y resté importancia" "Nunca pensé que saliera a luz así sin más"
"Por favor, por favor, que no ocurra nada malo"
"Por favor, Manuel, no malentiendas nada, por favor."
Estaban cerca de llegar a un parque del distrito, pero a lo lejos ambos vieron a una persona alta de camino hacia ellos.
Cuan más cerca se encontraba, Miguel se dio cuenta de quién se trataba y casi corrió con el objetivo de llegar hasta él.
— ¡Manuel!
Manuel parpadeó un par de veces al encontrarse con su novio, quien anteriormente yacía lo suficientemente ebrio como para avanzar coordinadamente. Julio también se acercó a él.
— ¿Y Pedro? —preguntó el boliviano.
— Lo envié a su departamento en Uber.
Miguel dejó de avanzar quedando a un par de pasos de Manuel.
— ¿Qué pasó con él? ¿Discutieron?
Una ligera corriente de ansiedad recorría su cuerpo; su mente se llenaba de muchas suposiciones de eventos nada buenos.
Manuel, de manera calmada negó con su cabeza.
— No, solo le dije que se distanciara de ti por un tiempo. Pero creo que es mejor hablar de esto mañana, cuando estés sobrio.
Nadie dijo nada después de esa respuesta. Para Julio el ambiente era igual o más incómodo que la fiesta en la casa de Daniel.
— Ahm.. bueno, creo que esto es algo que ambos deben hablar en privado, así que por ahora regresaré a la fiesta.—Julio dejó a Miguel junto a Manuel ahora que ya no había necesidad de cuidar de él, además no quería involucrarse de más allí.
Una vez dicho eso, se giró y se fue dejándolos; de todos modos, por más que no le agradara del todo aquel chileno, sabía que siempre cuidaba muy bien de su mejor amigo, por lo menos en eso le tenía confianza.
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Miguel no sabía si era por el alcohol que aún no salía por completo de su sistema, pero el escuchar esa respuesta de su novio, solo hizo que muchos más escenarios vinieran a su cabeza.
