Sentimientos Distintos

CAPÍTULO 42 ✔

Amelie

—El hijo bastardo del conde. — añadió Diane mirando al vacío. Con eso hizo memoria, el escandalo cuando se casó se le hizo presente, aunque no recordaba haberlo visto en persona, pero si un poco de su historia, su padre murió y el heredo la propiedad llena de deudas. Opto por escaparse con la hija menor de los Wills. Fue uno de los cotilleos más sonados en Londres. Más aún porque la joven tenía quince. Su matrimonio fue controversial, no se supo más de ellos después de que se casaron, porque no habían dejado rastro después de que se fueron.

Si le pedía ahora matrimonio a Diane, era porque había enviudado.

—Ahora lo recuerdo. —Aseguro Amelie. Diane tenía la mirada perdida.

—Siento no haberlo dicho antes. — Lamento Diane. — yo pensé que había desaparecido de mi vida.

—Pero lo hizo, no supiste nada más de él. —Le recordó.

—Pero ahora aparece de la nada. — Le dijo mirando a los ojos. — no sé cómo deje que en ese tiempo entrara a mi corazón.

—Diane...

—Fue la temporada que enfermaste. —añadió cortándola. —papá y mamá estaban preocupados por ti, y caí ante sus encantos. —Prosiguió. Ahora entendió porque nunca lo supo, la mayoría de las temporadas enfermaba, por eso paso todo sin que ella se diera cuenta. — fui una tonta.

—¿Él es la razón de todo tu resentimiento? —Le pregunto.

—No lo sé...—confeso Diane. — pero rompió mi corazón, dijo que me amaba y al día siguiente se casó con la señorita Wills. —Continuo. —ahora dice que no me ha olvidado, y que se arrepiente por lo que me hizo.

—¿Piensas perdonarlo?

—No, pero me hubiera gustado no recibir esto jamás. —Dijo Diane indicando la carta. —que nunca se hubiera arrepentido por lo que me hizo. —Finalizo con cierto resentimiento.

—¿Y porque te pidió casarte con él después de todo lo que te hizo? — Era otra pregunta que no entendía, ¿Quién hacia eso después de haber lastimado a alguien? ¿Acaso creía que Diane aceptaría?

—No sé y no quiero saberlo. —Respondió Diane arrugando la carta. —no quiero volver a verlo. —Apoyo a Diane, ese hombre no merecía la pena. — pero tengo miedo. —Confeso. — más aún porque parece haber perdido la razón.

—¿Por qué dices eso? —Le pregunto confundida.

—Dice que hará todo para conquistarme otra vez y asegura que caeré.

—No sabe lo que dice. — Aseguro Amelie. — ya no eres una niña, cambiaste, y si te ve se dará cuenta de eso. — Eso pareció animar a Diane.

—Tienes razón. —Acepto. —no soy una ingenua, y él me ayudo a ser más fuerte.

—Él no merece ni ocupar tus pensamientos. —añadió Amelie. Y lo decía enserio. Después de escuchar lo que hizo, no le agradaba para nada.

Diane se quedó en silencio y volvió a tener ese brillo fugaz y fuerte en los ojos.

—Tienes razón, si cree que le diré si después de todo lo que hizo, está loco. — Finalizo con una sonrisa. —Agarro la carta arrugada y la rompió tanto como pudo. Amelie pudo notar como Diane se deshacía del pasado. Después de eso se acercó a Amelie para volver juntas a la iglesia.

—Espero que puedas encontrar a alguien que merezca la pena. —Le dijo Amelie.

—Si hay alguien así para mí, espero que no llegue jamás. —Proclamo Diane. Amelie no dijo más nada, Diane sol tenía veinte, apenas comenzaba todo para ella, si sería feliz sola o con alguien, ella lo decidiría, y ella siempre la apoyaría.