CAPÍTULO 18 ✔

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Amelie

Lord Derbyshire se acercó a ella. No podía esconderse, tenía que encararlo.

—Señorita Bertham. — Saludo Lord Derbyshire. Estaba muy elegante, se veía muy bien. Su corazón latió repentinamente.

—Milord. — Amelie también dio un saludo.

Se creó un cierto silencio.

—¿Le gustaría bailar? —Pregunto Lord Derbyshire repentinamente. Eso era para calmar la incomodidad.

—Muy bien sabe que ambos no disfrutamos tal actividad. — Respondió Amelie, no hacía falta que haga el esfuerzo. Además, no quería que la vean muy involucrada con Lord Derbyshire, y estar en boca de rumores. Mucho menos quería permitirse a sentir algo por él.

—Tiene razón. —Acepto Lord Derbyshire. Se creó otro pequeño silencio. — Vine por...

—Se porque lo hizo Milord. — Amelie le interrumpió de manera relajada. — no hace falta que lo diga aquí. — Amelie culmino casi susurrando. ¿Qué tal si alguien escuchaba? Estaban en público, ya no en una terraza.

— ¿Es eso así? — Cuestiono algo confundido.

—Si. — Respondió Amelie segura, bueno entonces ¿Por qué más seria? Él quería solamente una esposa. —Y Lamento decirle que la respuesta es que no puedo...— Volteo la mirada para encontrarse con su rostro, pero no podía mirarlo a los ojos. Las palabras no salían. Solo tenía que decir no, había planeado eso desde anoche — decírselo ahora mismo. — Dijo finalmente. Sintió un nudo en la garganta. ¿Porque decía eso? Ella había decidido desde el inicio decir que no.

— Así que era sobre eso. — Comento Lord Derbyshire sin expresión.

— ¿Disculpe? —No entendía a que venía tal comentario.

—No se preocupe Señorita Bertham. —Dijo Lord Derbyshire. —Seguramente siente mucha presión al verme, puede tomarse el tiempo que desee. — Prosiguió. Parecía algo decepcionado, pero no lo entendía. — Con su permiso me retiro.

Lord Derbyshire hizo una leve inclinación con la cabeza para marcharse.

—Yo no...— Amelie quería decir algo, pero no sabía que debía decirle, hablo tan bajo que él no pudo escucharla. Las palabras simplemente no le salían.

Se sentía mal porque se retiraba. Creyó haber notado un sentimiento en ese hombre tan frio. ¿Por qué su expresión parecía decir algo? Siempre parecía ser inexpresivo, pero esta vez su mirada parecía estar decepcionada. Volteo la mirada para ver como Lord Derbyshire se retiraba. Algunas damas parecían acercándose hacia él.

Desvió la mirada, seguro estaba equivocada y había visto mal. Cuando volvió a ver hacia su lado, Lord Derbyshire ya no se encontraba. Se había marchado. De algún modo sintió que lo había lastimado.

—Amelie. —Escucho decir a alguien su nombre. Era Daisy. Al fin se habían encontrado.

—Daisy. —Dijo con más emoción.

Se saludaron y comenzaron a platicar. Estaban hablando sobre las cosas que habían pasado últimamente. Daisy había estado ocupada haciendo bordados. Para Amelie era una de las cosas más difíciles, recordó que se pinchaba los dedos cuando aprendía, pero a pesar de la practico nunca fue buena.

A Daisy le iba estupendo con los bordados.

—Mira esto. —Indico Daisy. Vio así su pañuelo, y tenía el bordaje de una flor, era una margarita.

—Es muy bonito. —Acepto Amelie.

—Gracias. —Dijo Daisy. —La señora Margot dijo que tengo que enfocarme más en los instrumentos, ahora que, ya aprendí a dominarlo. —Acepto Daisy con cierta timidez.

Sentimientos DistintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora