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2 meses después
Los desayunos dentro de la base de los Vengadores normalmente serían silenciosos. Olivia estaba más que acostumbrada a que normalmente se despertaría temprano y desayunaría sola o en su defecto, con su papá. A pesar de ser una de las comidas más importantes del día y de que ellos requerían toda la energía que pudieran recolectar, los vengadores no le daban la importancia suficiente al desayuno.
Aquel día, para sorpresa de Rogers, la cocina no estaba completamente abandonada como solía encontrarla, más bien se encontraba alborotada. Frunció el ceño confundida al ver a Steve y Sam charlar animadamente apoyados sobre la encimera, mientras los gemelos discutían entre ellos en su idioma natal. Y por su parte, Natasha llevaba auriculares puestos y revisaba desinteresadamente algunas revistas. Debido a esto, nadie notó su presencia.
Con una pequeña sonrisa en el rostro, producto del ambiente familiar que la rodeaba, se adentró en la sala y se preparó su propio desayuno en pleno silencio -y por desayuno me refiero a que tomó una pequeña pero brillante manzana verde de la frutera de la mesada y un vaso de cristal con agua fresca-.
Con su desayuno en manos, se dispuso a salir de la cocina sin embargo, la voz gruesa de su papá se interpuso en su camino. -Olivia, ¿vas a comer solo eso? -cuestionó, cruzando los brazos saber su pecho. Desde que la rubia había ingresado a la sala, el capitán no le había quitado el ojo de encima, procurando que desayunara coherentemente.
Olivia elevó los hombros desinteresadamente -Mi profesora de química va a llegar pronto y aún no he terminado mi tarea, así que no tengo tiempo de algo más elaborado. -Sin más, procuró marcharse rápidamente hacia el ascensor para evitar más cuestionamientos de su parte o de Natasha, quien normalmente no se perdería de reprenderla.
Suspiró pesadamente una vez que perdió de vista la cocina, justo cuando las puertas del ascensor se cerraban delante suyo y presionó el botón que la llevaría de vuelta a su habitación.
Olivia se había visto obligada a abandonar la escuela primaria a una edad muy temprana. Si era posible, evitaba pensar en las circunstancias que la habían obligado a llegar a tal decisión. Steve la apoyó en su deseo, comprendiendo la magnitud de su preocupación, por lo que le consiguió los permisos necesarios para poder ser educada en su hogar.
Pronto comenzó el desfile de profesoras y profesores que dictaban las distintas asignaturas correspondientes a su edad, sin embargo, la pequeña Rogers jamás lograba adaptarse a ellos o ellos a ella. No fue hasta que Gwendoline Stewart llegó a su vida que Olivia comenzó a interesarse en la escuela.
Gwen, como le había pedido que la llamara una vez que establecieron confianza, era una mujer joven de carácter fuerte pero bondadoso. Se había graduado de su universidad antes de tiempo y había conseguido acercarse a Olivia cuando no estaba interesada en saber sobre su familia o el accidente.
