Capítulo 1

635 55 7
                                    


Joel

La reunión no había salido para nada como esperaba, los estúpidos italianos a último momento se acojonaron y el trato se fue por el jodido caño. Ahora no solo tenía que lidiar con mi mal humor sino que para terminar de joderme la vida, mis padres se encontraban en la ciudad y habían tenido la maravillosa idea de cenar juntos. Me considero un tipo inteligente, no he construido este imperio por pura suerte, nada que ver, me había estado matando durante muchos años para estar en el lugar en el que me encuentro hoy y eso en gran parte se debe a mi capacidad para los negocios pero como nada en la vida es perfecto, mi familia y en especial mis progenitores, querían verme casado, con descendencia para "hacerlos felices porque era su único hijo y nada los pondría más orgullosos".

¡Vaya mierda! Mi felicidad no dependía de un anillo en mi dedo y mucho menos de un estúpido tipo que llevara mi apellido para poder robarme el dinero "legalmente" porque todo lo de uno es del otro pero...¿Qué puedo decir? Amo a mis padres y realmente han sido los mejores, así que para evitarles el disgusto, había estado mintiendo durante un par de meses, alargando el momento pero ya no podía hacerlo más, no ahora que habían venido sorpresivamente y sin previo aviso reservaron un lujoso restaurante para cenar. Hasta ahí todo bien, el verdadero problema recaía en que se me había olvidado un pequeño gran detalle, las mentiras tienen patas cortas, estaba a una hora de la cita en la que presentaría a mi "novio" y la verdad era que no había ninguno.

-¿Qué mierda se supone que haré?

El reloj corría rápido, como si no le importara mi reciente ataque de nervios y lo que en un principio fue una mentira piadosa, ahora se había convertido en un problema porque no podía llegar a ese restaurante sin un novio que presentar. No es que mis padres fueran a desheredarme o a molestarse por llegar solo pero me sabía terrible la opción de decepcionarlos, sobre todo si esa decepción venía de una mentira. Yo no era un tipo ejemplar pero siempre me ha gustado que mis padres estén orgullosos de mí y ahora que tenía la posibilidad de hacerlo, resulta que estaba a punto de presentarme a esa cena sin un novio bajo la manga y una mentira gigante colgando de mi espalda.

Medité mis posiblidades, era difícil pensar estando enojado por el reciente fracaso de un negocio pero tenía que tratar. Tal vez si llegaba solo y decía que mi novio había tenido que irse a un viaje eterno al otro lado del Universo, no sospecharían de que los había estado engañando o quizás si decía que estaba enfermo y no pudo asitir...eso podría colar, cualquiera se enfermaba. ¿No? Si bien una falsa enfermedad en un falso novio no me quitaba el problema de encima, al menos me daba un poco de tiempo hasta intentar resolver el asunto sin embargo mi pensamiento quedó frustrado cuando la pantalla de mi celular se iluminó anunciando un mensaje de mamá.

"Querido, llegamos directo al hotel para dejar las maletas, no quisimos pasar por tu apartamento porque no sabíamos si estabas ahí romanceando con tu novio pero en breve nos vamos rumbo al restaurante. No puedo esperar a conocer al chico que le ha robado el corazón a mi Joelito. Nos vemos en un rato."

¡Jodida mierda!

¿Cómo se supone que voy a decirles que les he mentido por meses cuando mi madre está así de feliz? ¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Romper sus ilusiones? ¿Confesar que soy un puto mentiroso? Estaba a punto de colapsar, el día empezó siendo una mierda y con el paso de las horas no había hecho más que empeorar, necesitaba encontrar una solución rápida, tal vez si les presentaba a alguien para que quedaran contentos y después "terminaba" mi relación con esa persona, podía salvarme el culo por el momento, de todas maneras solo estarían unos días en la ciudad y teniéndolos lejos era más fácil fingir una ruptura con su inexistente yerno.

"Nos vemos ahí, los quiero."

Respondí después de algunos minutos, al parecer mi cerebro no estaba funcionando de la mejor manera y en lugar de esquivar, solo había aportado a que la mentira se alargara. Pasé mis manos por mi frustrado rostro, el tiempo seguía corriendo y yo no sabía que hacer, tampoco tenía una reserva de amigos gay que fingieran ser mi pareja por unos días, así que estaba muy limitado de opciones, aunque si lo pensaba bien. ¿Quién carajos se prestaría para semejante payasada? No es como que pudiera simplemente pedirle a cualquiera que fingiera por mí, sería muy vergonzoso y no estaba dispuesto a que nadie se riera de mí y estaba seguro de que si le pedía el favor a alguien, terminaría burlándose en mi cara y eso no lo iba a permitir. ¿Qué podía hacer?

-Con permiso, señor Pimentel, ha llegado este documento del banco y no se lo había podido entregar porque estaba ocupado.

Y en cuanto alcé la vista y lo ví ahí, con esa cara de chico que nunca ha roto un plato y ese tono de voz bajo, con ese semblante serio y completamente dócil, supe que mis plegarias habían sido escuchadas. Lo observé mientras depositaba el papel sobre mi escritorio y como siempre, mantenía la cabeza gacha, ocultando sus ojos verdes, como si el simple hecho de estar frente a alguien le hiciera tener vergüenza y entonces, sin pensar un segundo más, hice lo que ameritaba esta urgencia.

-Colón...escucha bien lo que tengo que decirte porque no voy a repetirlo y no tengo tiempo para perder. -No pasé por alto el ligero temblor de su delgado cuerpo en cuanto escuchó mi voz pero no me importaba, yo estaba corriendo contra el reloj y él era la única salida.

-Dí...dígame. -Su cabeza bajó aún más si es que era posible y aunque me hubiese gustado que me mirara a la cara, me conformé con que solo me escuchara.

-Tengo una cena en un rato más y vas a ir conmigo, no es una pregunta, es una orden, así que olvida todo lo que tenías que hacer el resto de la tarde porque me temo que nos vamos a demorar.

-¿Ce... cena?

-Si...cena, una cena. ¿Qué nunca has cenado?

-Si...si...claro. -Estaba a medio camino de hartarme por tanto tartamudeo, si seguía así no creía que pudiera fingir ser mi novio pero ya no tenía vuelta atrás.

-Bien... entonces recoge tus cosas porque en quince minutos nos vamos, en el camino te contaré con más detalle lo que tienes que hacer. ¿Quedó claro?

-Si señor.

-¿Alguna pregunta?

-Este...¿Qué... qué vamos, es una reunión de negocios? -Pobre, estaba a penas respirando ahí parado y aunque sabía que esto era una locura, no me detuve.

-Voy a presentarte a mis padres.

-¿A sus padres? -Ahora si alzó su cabeza con total sorpresa en sus ojos y por un segundo quedé sin poder responder, ese niñato de mierda tenía unos jodidos ojos hermosos, yo lo sabía, claro que lo sabía, le había puesto el ojo desde que llegó pero me había detenido antes de siquiera intentar una mínima cosa con él porque se le notaba por encima de la ropa que no era más que un niñito mimado y yo no me acostaba con chicos que no tuvieran pensamientos similares a los míos.

-Si...vas a fingir que somos novios y lo vas a hacer bien o voy a despedirte.

vas a fingir que somos novios y lo vas a hacer bien o voy a despedirte

Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.
What about marriage?Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin