Capítulo 29

540 47 6
                                    


Erick

El día llegó y no necesité abrir los ojos para saberlo, dentro de mí ya tenía la respuesta a cada una de las interrogantes de la noche anterior. Traté de no moverme mucho y desde casi la misma posición pude ver la hora, once con veinte de la mañana. Suspiré aún cansado, estaba dormido sobre mi costado derecho y era incómodo para levantarme pero tenía que ir al baño, el embarazo no daba tregua y eso de hacer pipí, era una constante necesidad. Me moví de forma suave, mi espalda dolía y los pies aún estaban hinchados, hacía aproximadamente un mes, la hinchazón había llegado para quedarse. Estaba a punto de salir de la cama cuando...

-Lo siento...lo siento mucho, bebé, yo...soy un idiota.

No sabía que estaba despierto, no podía verlo y de alguna forma solo me volví a recostar a su cuerpo, justo como estaba al despertar, en sus brazos, rodeado de su calor. Su voz no era de recién despertarse, supuse que llevaba un rato así pero no se atrevió a hablarme, eso de alguna forma me hizo bien. Había dormido bastante, debo de haber caido muy rendido porque no lo sentí llegar, algo que realmente agradezco porque prefería evitar ciertos momentos incómodos pero ahora que estaba ahí, sujetando mi panza como cada mañana, sabía que todo iba a estar bien aunque obviamente no se la pondría fácil.

-¿Por qué lo sientes específicamente? -Procuré hablar bajo, no estaba de ánimos para pelear, realmente disfrutaba sentir su calor pero tenía que devolverle un poco de lo que me hizo sentir ayer.

-Por todo, por todo. -Habló también bajito y lo sentí pegarse más, dejé que lo hiciera, aunque estuviera enojado con él, tenía que admitir que necesitaba de su amor.

-¿Por coquetear con ese hombre o porque te vi haciéndolo? Hay una gran diferencia. -Yo sabía que él no le había coqueteado, no al menos mientras estuve allá pero tampoco es un secreto que la pasó bien mientras el feo ese si lo hacía con él y eso era lo que me molestaba.

-Yo no estaba coqueteando con él.

-Te vi, Joel, yo estaba ahí, no me hagas quedar como loco celoso porque no lo soy, se lo que vi. -Era casi gracioso que estuviéramos en medio de una discusión, pacífica pero discusión y aún siguiéramos haciendo cucharita.

-Yo no estaba coqueteando con él, no es lo que piensas y no te hagas ideas locas porque no...

-¿No qué? ¿Vas a decirme que soy ciego acaso? ¿Vas a mentirme a la cara?

-Brian...no es lo que piensas, las cosas no son como...

-¡No me mientas! -Chillé mientras hacía un esfuerzo sobrehumano para voltearme, ya no quería que me tocara, así que me levanté de la cama y lo miré fijo, enojado, me daba igual ver que estaba triste, yo no quería que me mintiera.

-Brian...cálmate, por favor, déjame expl...

-No me digas que me calme, no me digas una mierda Joel. No tienes derecho a hacerte la víctima cuando me dejaste como idiota ahí solo y te fuiste con esa ramera.

-Baja la voz... él está acá.

-¿Qué? -Yo no podía creer que fuera tan hijo de puta de traer a ese tipo a nuestra casa, no podía realmente creer que Joel cayera tan bajo. Quería golpearlo, golpearlo fuerte hasta que se me pase la rabia porque jamás me había sentido tan humillado.

-Yoandri está acá, mi amor y no es una ramera, es mi primo.

-¿Qué? -Vuelvo a repetir con un hilo de voz, su respuesta me deja por completo sin nada que decir y automáticamente me siento avergonzado. Él me mira con algo de tristeza pero se que no está enojado, yo solo quiero llorar.

-Amor...se que soy un idiota que en lugar de presentarte me fui con Yoandri pero no esperaba verlo y me pudo la emoción. Hacía años que no nos veíamos porque él siempre está de viaje y bueno... solo me emocioné. No debí dejarte ahí, créeme que me siento mal porque se que te hice daño y creiste cualquier cosa pero de verdad, yo jamás sería capaz de engañarte, yo te amo, entiende eso por favor.

-Joey yo...lo siento...yo no debí, perdón. -Hablé a punto de llorar, no era posible que hubiese dicho algo tan feo y que me hubiese puesto a gritarle a Joel de esa manera sin siquiera dejarlo explicarse. Lo ví levantarse de la cama y caminar hasta donde me encontraba, dejé que me abrazara, necesitaba su amor justo ahora.

-Solo...no vuelvas a irte así, no voy a discutir porque se que tuve la culpa pero tú no actuaste bien, tú desconfiaste y te largaste, Brian, solo. Se que estuve mal, que no debí no decirte pero no hice nada malo, solo estaba emocionado.

-Yo...

-Ya está bien, no quiero hablar más de eso. ¿Si? No más, nunca más vuelvas a hacer algo como lo de anoche, si algo te hubiese pasado yo no se que habría hecho.

-Disculpa... yo creí, yo solo me sentí..

-Solo...te sentiste solo, lo se pero nunca más dudes de mí de esa forma, me volví loco anoche y solo cuando llegué y te vi durmiendo pude respirar.

-Nunca más, nunca más mi amor. -Me abracé fuerte a él, era algo complicado debido al tamaño de mi panza pero como siempre, nos las arreglamos para lograrlo.

-Solo dejemos eso en el pasado, ve al baño para que te arregles porque vamos a salir a almorzar.

-¿Todos?

-Todos, en lo que dormías como gatito mimado, nos pusimos de acuerdo. Mamá reservó en un bonito lugar que tiene una terraza enorme, almorzaremos ahí. -Me habló con una sonrisa y yo supe que todo iba a estar bien.

-Claro...voy a arreglarme. ¿Vienes conmigo a la ducha? -Cuestioné de forma inocente, me sentía como un niño pequeño delante de él.

-Si vamos juntos a la ducha, tendré que castigarte por ser un mal niño y no queremos llegar tarde al almuerzo. -Su tono de voz juguetón hizo que una corriente eléctrica me recorriera por completo y tal vez, solo tal vez, yo necesitaba sentir todo lo que era capaz de darme para estar tranquilo conmigo mismo.

-Creo que si vienes conmigo y me castigas por portarme mal, puedo después ser un buen niño y obedecerte en todo lo que quieras...en la noche...en la cama.

Su mirada pícara me dejó saber que todo estaba bien y caminé a la ducha sabiendo que no tardaría en seguirme. Ambos sabíamos que cometimos errores, ambos sabíamos que nos lastimamos sin querer pero también sabíamos los dos, que no había nada en el mundo que se interpusiera entre nosotros porque ya sea con una conversación o con una sesión de sexo en la ducha...siempre encontraríamos la forma de hacer reinar nuestro amor, un amor donde no existían las inseguridades.

siempre encontraríamos la forma de hacer reinar nuestro amor, un amor donde no existían las inseguridades

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
What about marriage?Where stories live. Discover now