Capítulo 21

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Joel

-Ya basta, mamá.

-No voy a callarme, Joel, estoy harta de verte así, harta.

-Entonces no me mires.

-No seas idiota, soy tu madre y me preocupo por tí, llevo dos meses viendo como te marchitas, viendo como pareces un vagabundo dentro de tu propia casa y no quieres que nadie te ayude.

-No quiero.

-Pero lo necesitas, no eres un niño, tienes responsabilidades y yo...yo estoy enferma. Estoy bajo un tratamiento que me agota y me duele verte así, mi niño, me duele saber que tiene solución y no quieres hacer nada. -Sus palabras solo logran que me sienta peor porque tiene razón y se que no lo hace por mal pero me destruye.

-Mamá...basta, ya sabes la verdad, sabes lo que pasó. Él no me quiere, él... él...

-Él te quiere Joel.

Sentencia con tono firme, como si tuviera la verdad absoluta y no le cupiera la menor duda. La miro por un momento, me entristece verla así, con el rostro marchito y más pálida de lo normal, el tratamiento está funcionado pero eso no significa que los efectos de los químicos no la debiliten. Me siento patético ante ella, se suponía que todo iba a ser para protegerla, para cuidarla, se suponía que toda esa farsa que creé, ayudaría a que estuviera contenta, a que enfrentara con mayores fuerzas esta prueba dolorosa que el destino le había puesto y resultó ser todo lo contrario, resultó todo al revés y resulté ser yo quien se llevó la peor parte.

Fue complicado expresar la verdad, aún recuerdo aquella tarde en que confesé mi pecado delante de ambos, no he podido olvidar la decepción en los ojos de los dos, el enojo de papá y por último el llanto desconsolado de mi madre. Aquella tarde fue un horror y costó mucho que me perdonaran porque a fin de cuentas los había utilizado a mi antojo, había creado toda una red de mentiras que ellos desconocían y fue muy fuerte escucharme contarlo todo, fue horrible y no creo que pueda ser capaz de borrar de mi mente sus expresiones.

-Ya basta...por favor, te he repetido cientos de veces como pasaron las cosas, mamá. Te dije que todo fue preparado, todo, no era una relación real.

-Sin embargo el amor se hizo real.

Quedé en silencio otra vez. ¿Por qué decía esas cosas que rompían mi alma en pedazos? Claro que el amor se hizo real. ¡Maldita sea! Yo amaba a Erick, me había enamorado de él de una forma aterradoramente rápida, había caido en lo más profundo del abismo y me entregué a él, yo realmente me entregué en cuerpo y alma, aquella noche en que lo tuve, yo jodidamente me perdí a mí mismo porque me dejé caer a sus pies para que hiciera conmigo lo que quisiera y aunque sabía que darle el poder de destruirme era letal, lo hice, dejé el poder en sus manos y supo como utilizarlo.

-Mamá, ya, por favor. ¿No ves que cómo estoy? Han pasado dos meses y él no ha aparecido.

-Porque le pusiste una orden de alejamiento, orden que vino después de que intentara acercarse a esta casa. ¿O me equivoco? -Tenía razón, fui yo quien pedí esa restricción y sería muy hipócrita negarlo ahora pero en mi defensa, no quería verlo, no quería que me buscara porque no tenía sentido, él no me quería y yo no le permitiría usarme como blanco de burlas.

-No quiero verlo, no quiero que se burle de mí y esa vez que quiso venir, seguro era para bur...

-¡Ya cállate Joel! -Alzó la voz de repente y yo pegué un respigo, no lo esperaba, mamá jamás reaccionaba así pero supuse que estaba realmente harta de mis lamentos para hacerlo. Su mirada era una mezcla entre enojo y dolor y yo entendía por que, ella quería a Erick, desde el primer día se ganó su corazón y después de perdonarme a mí cuando conté la mentira, quiso llamarlo, buscarlo pero yo no lo había permitido.

What about marriage?Where stories live. Discover now