Capítulo 2

422 55 5
                                    


Erick

-¿Qué? -No podía creer lo que acababa de decir y era casi vergonzoso saber que mi voz había salido tan penosa.

-Vas a venir conmigo a cenar con mis padres y vas a pretender que eres mi novio.

-¿Usted está... está loco?

Y supe que había cometido un error en el justo instante en que esos ojos café me miraron como si quisiera romperme en pedazos. Caminó en mi dirección con ese aire prepotente que lo caracterizaba y yo solo pude alejarme un par de pasos, sabía que le había faltado el respeto y aunque realmente lo que dijo era de locos, seguía siendo mi jefe y faltarle el respeto podría causar que me despidiera, algo que no podía permitirme, así que cuando estuvo a muy poca distancia de mí, con toda esa energía extraña dominando a la mía, agaché mi cabeza a la espera de lo que sea que fuera a decir.

-Escucha bien lo que voy a decirte porque lo haré una sola vez y no me gusta repetir las cosas. No voy a tolerar una falta de respeto como la que acabas de tener y mucho menos viniendo de un simple asistente, así que piensa bien tus palabras antes de abrir esa boca si no quieres que te ponga en la calle.

-Lo...lo siento. -Hablé bajito y totalmente nervioso, realmente necesitaba este trabajo y tenía miedo de que me echara.

-Vas a recoger tus putas cosas y vas a acompañarme a cenar porque dije que vas a hacer el papel de novio. No es una petición, es una jodida orden que vas a cumplir porque así lo decidí.

-Pero...¿Qué? ¿Por qué? -Yo estaba realmente confundido, ni siquiera sabía que le gustaban los hombres, siempre creí que era el típico ricachón heterosexual que gozaba de su fortuna y la gastaba con mujeres guapas, mujeres de su clase pero esto que acababa de decir....¿Qué carajos era?

-Porque así lo he decido. ¿Qué no escuchas? -¿Y cómo podía entender lo que sea que escondían esos ojos? ¿Qué podía saber lo que se maquinaba en esa mente? Yo estaba prácticamente en shock, casi atrapado entre su cuerpo y la pared sin tener la más mínima idea de que responder.

-¿Quiere que...que yo sea...su novio? -No habría podido escucharme más patético ni aunque me lo hubiese propuesto pero ahí estaba yo, siendo todo lo ridículo que podía.

-No quiero que seas mi novio, quiero que finjas serlo, no te confundas, nunca podría estar con alguien tan...simple.

No fue lo que dijo, yo ya sabía que era alguien simple, venía de una familia promedio y jamás me había destacado en nada que no fueran mis calificaciones, había pasado mis veintidos años siendo un chico normal, sin penas ni glorias pero nunca antes me había sentido tan insignificante y eso precisamente fue lo que quebró mi corazón porque no fueron sus palabras, fue la frialdad y el desdén con que las dijo.

-¡Oh! -Fue la estúpida respuesta que pude darle porque para ese momento ya me encontraba demasiado humillado. Él siempre me había gustado, desde la primera vez que lo vi pero como mismo quedé deslumbrado con su belleza y ese aire sofisticado, aparté esos pensamientos de mi cabeza porque en el mismo instante en que crucé mi mirada con la suya, supe que jamás me vería, él simplemente no me vería.

-¿Qué? -Hizo la pregunta como si realmente no se hubiese dado cuenta de lo que causaron sus palabras, como si fuera muy normal para él tratar a los demás como si fueran insignificantes pero no, realmente no se daba cuenta y eso era peor, peor porque no era capaz de percatarse del daño que hacía.

-Nada...solo que...no...no quiero hacerlo. -Sabía que mi trabajo estaba en juego, que ya me lo había advertido y que si perdía este empleo no solo yo me vería afectado pero tampoco iba a dejar mi dignidad más expuesta.

-¿Qué? -La incredulidad iluminaba sus facciones y por un corto segundo disfruté de ser el causante sin embargo el sabor de la victoria se esfumó de mi boca tan pronto como vino. -¿Qué es lo que estás negando? Te dije que es una orden y como tal vas a cumplirla.

-No...no voy a...

-Escucháme bien, niñato insolente. Vas a fingir ser mi jodido novio y vas a hacer que mis padres crean que estás perdidamente enamorado de mí, tan enamorado que hasta yo me lo crea y lo harás porque si no cumples, voy a hacer mucho más que despedirte.

-¿Qué... qué dice?

-Te quiero listo en veinte minutos o todo el edificio va a enterarse de que estás desviando fondos de la empresa a una cuenta en un paraiso fiscal y no creo que quieras eso.

-¿Qué? -Ahora si que estaba completamente aturdido, estaba sin palabras, toda mi capacidad de razonar coherentemente se había esfumado en el momento en que esa mentira tan grosera escapó de su boca. ¿Cómo podía inventarse algo tan ruin? ¿Por qué me chantajeaba de esta forma? ¿Qué era lo que lo llevaba a caer tan bajo?

-Lo que has oido y no me vengas con que no tengo como probarlo porque puedes estar convencido de que haré creíble esa idea y no habrá nada que puedas hacer para para demostrar lo contrario. Créeme...que no me temblará la mano, así que haz lo que te digo si no quieres terminar arruinado, tómalo como una oportunidad, una oportunidad para pasar un par de días siendo el novio de Joel Pimentel, no tienes idea de cuanta gente quisiera estar en tu lugar.

-¿En mi lugar? -Yo estaba incrédulo, no podía creer como tenía la cara tan dura, como era capaz de estar justo ahora sonriendo tan sarcásticamente, como si no estuviera jodiendo mi existencia.

-Si...en tu lugar y ahora largo de acá, no quiero que le digas nada a nadie, no quiero que alguien más sepa de esto, sería desagradable que otra persona que no sean mis padres, se enteraran de que tú eres mi novio falso, a fin de cuentas es solo una fachada, como dije antes, jamás estaría con alguien como tú.

-Es un idiota.

-Me han llamado cosas peores pero no tientes a tu suerte, recuerda todo lo que puedes perder si me haces enojar, sin contar que puedo agregar que intentaste seducirme enviándome fotos provocativas.

-Es un cerdo, un cerdo. Voy a fingir ser su estúpido novio, voy a cumplir con lo que sea que quiera pero que sepa, señor Pimentel que me da asco, me da mucho asco pero me da más pena porque hay que estar muy desesperado y vacío por dentro para caer tan bajo. Ya veo que detrás de toda esa fachada confiada y arrogante, no hay más una profunda carencia de amor y autoestima.

 Ya veo que detrás de toda esa fachada confiada y arrogante, no hay más una profunda carencia de amor y autoestima

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
What about marriage?Where stories live. Discover now