Capítulo 7

369 56 1
                                    


Joel

Si me pagaran un dolar por cada segundo que pasé con mis ojos conectados a los suyos, posiblemente podría dejar de trabajar por el resto de mi vida y aún así seguiría siendo rico. La habitación desapareció de nuestro alrededor, desapareció mamá y llegué a pensar que hasta yo lo había hecho porque a penas podía ser consciente de que aún estaba de pie frente a él. Por algún motivo desconocido pero completamente absurdo, no podía moverme, no podía pensar, no podía siquiera controlar los malditos y erráticos latidos de mi corazón porque solo estaba ahí, mirándolo, viendo como sus esmeraldas brillaban de una manera extraña.

Yo no podía negar que el chico era realmente atractivo, tenía esa clase de belleza angelical que era difícil de pasar por alto, lo supe la primera vez que lo ví sin embargo despojé mi mente de cualquier pensamiento hacia él porque sencillamente no era la clase de persona con la que acostumbraba a relacionarme. Pensé en follar su culo alguna vez, solo por el hecho de que estaba bueno y nunca viene mal un culo para meter la polla pero me retracté, era preferible mantener mis manos fuera de su cuerpo, tenía toda la pinta de ser de esos que sueñan con un amor de películas y yo jamás sería de esos pero ahora estaba acá, a punto de cometer una locura.

-¡Josh! ¿No son lo más precioso del mundo? Míralos, míralos como se ven. ¡Ay Dios! No puedo ser más feliz.

Y la realidad me golpeó en la cara de forma cruda y violenta. Mamá de repente estaba corriendo a abrazarnos a ambos como si fuera lo más importante en su vida, como si en este momento no existiera nada más para ella. Mi corazón se rompió en pedazos y mi alma se volvió gris, oscura, perdida porque al mismo tiempo en que dejaba que nos envolviera entre sus brazos y me permitía sentir todo su amor, él me estaba mirando, me estaba mirando con la expresión más indescifrable que jamás le ví y eso posiblemente fue lo más difícil de afrontar. Él estaba apresado entre ella y yo, muy cerca de mi rostro, tanto que hacía a mis manos temblar porque algo no se sentía bien, no me sentía bien pero al menos mamá estaba feliz y eso era lo único que importaba. ¿Verdad? Suspiré por un segundo y cerré los ojos preparándome para continuar con la mentira, volví a abrirlos lentamente con la idea de hacer la escena de la propuesta y busque los ojos de él para que entendiera, sin embargo...

-Joel y yo nos vamos a casar, Patricia, era algo que habíamos pensado hace un tiempo y queríamos que fuera una sorpresa pero creo que este momento es justo para eso. ¿Cierto, Joel?

No me atreví a mirarlo, no pude, no podría. Mi corazón se detuvo de golpe y todo dentro de mí se desordenó, la sangre se heló en mis venas y casi puedo jurar que estuve a punto de caer por el temblor de mis piernas. Solo sabía que mamá gritaba emocionada a mi lado y que sus labios dejaban besos por todo mi rostro, como si yo fuera un niño, como si fuera su niño pequeño y estuviera orgullosa de mí. ¿Cómo podía reaccionar a ello? ¿Cómo podía abrir mis ojos y enfrentar la realidad? ¿Cómo podía responder a lo que él acababa de decir? No lo sabía, no sabía realmente como enfrentarme a su mirada después de esto y tenía mucho miedo, tenía miedo del poder que ahora estaba en sus manos porque ya sea que lo planeó para joderme después o que solo lo dijo para aliviar a mamá, él ahora mismo tenía el total control de la situación y eso me ponía en una posición muy incómoda.

-Felicidades hijo, debo decir que me alegro mucho por ustedes. Lo tenían bien guardado. ¿Eh? -Fue la voz de mi padre lo que me hizo tomar valor para abrir los ojos y con un último suspiro necesitado, lo hice.

-Gracias papá...yo...bueno...gracias. -El nerviosismo en mi voz no fue fingido, estaba realmente temblando y aunque no era precisamente por la emoción de casarme, pareció contentar a todos.

-Mi hijo se va a casar. ¡Mi hijo se va a casar! -Mamá chillaba como adolescente hormonal y sonreí de verdad al verla así de feliz, esto era todo lo que quería, por esto valía la pena todo el sacrificio.

-Nuestro hijo, nuestro hijo se va a casar. -Me sorprendió el ligero temblor en la voz de papá, por lo general era un tipo serio y muy medido pero tengo que admitir que cuando me abrazó también, sentí todo ese orgullo brotando de él y por lo que duró nuestro abrazo, fui feliz.

-Gracias...me alegra que les haya gustado la noticia.

Respondí separándome de ellos y por primera vez desde que la locura había empezado, lo miré a él. Lo que mostraba su rostro era inexplicable, no podía leer absolutamente nada de su expresión pero sabía que no tenía un solo sentimiento detrás de esos ojos verdes, no, él escondía mucho más, tanto y más, estaba seguro de que quería asesinarme pero a pesar de eso habían muchísimas mas cosas pero yo no lo conocía, no sabía nada de él, no tenía idea de como se expresaba, no tenía ni la menor idea de como resguardaba sus pensamientos.

-Erick, querido, no se como agradecerte a tí. -Mamá hizo que él dejara de dedicarme esa mirada tan extraña y algo se removió en mi interior cuando la miró a ella y cambió por completo su expresión a una sonrisa tierna y cálida. ¡Maldito infeliz! ¿Cómo podía fingir tan bien?

-¿A mí por qué? -Habló al fin, habló y fue a penas un susurro, como si recién se diera cuenta de que todos los ojos estaban puestos en él.

-Porque gracias a tí voy a poder cumplir mi sueño de ver a Joelito casado. Se que mi bebé puede ser un poco difícil y que a veces su carácter es complicado pero cuando alguien se vuelve importante para él, se deja la piel por hacerlo feliz. De verdad estoy muy agradecida contigo y aunque te conozco muy poco, me doy cuenta de la bonita persona que eres, no podría elegir a nadie más para que acompañe a mi hijo en la vida.

-Mamá. -Susurré abatido, sus palabras habían penetrado mi piel hasta llegar a mi corazón y no pude sentirme peor, ella estaba siendo tan sincera, tan jodidamente sincera y yo solo estaba ahí, alimentando mi orgullo, recibiendo palabras que me llenaban de paz pero que justo ahora solo estaban rompiéndome en pedazos porque todo era una maldita mentira.

-No tiene que agradecer, señora Patricia, todos tenemos derecho de encontrar a la persona correcta. La vida puede ser muy compleja y ponernos en situaciones desagradables que nunca antes esperamos vivir pero pienso que cada persona tiene a su alma gemela y que aún el ser más ruin...puede emcontrar la suya.

Mamá solo se abrazó a él llorando emocionada, papá pasó su brazo de forma fraternal por encima de mi hombro pero yo solo quedé ahí, de pie frente a la mirada más muda que jamás vi porque aunque sus labios regalaban una sonrisa sincera, esos ojos me decían que cada palabra que salió de su boca, fue para mí y yo por primera vez en mi vida, entendí que iba a pagar muy caro el daño que estaba haciendo.

Mamá solo se abrazó a él llorando emocionada, papá pasó su brazo de forma fraternal por encima de mi hombro pero yo solo quedé ahí, de pie frente a la mirada más muda que jamás vi porque aunque sus labios regalaban una sonrisa sincera, esos ojos m...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
What about marriage?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora