Star-crossed (1/?)

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Notas: ¡Hola chiques! Los vengo a visitar con una nueva historia que me estaba comiendo la mente jaja Es un proyecto nuevo, que espero no sea muy largo, pero al que le he puesto harto cariño y con el que estoy bien metida. Tengo hasta ahora escrito el capítulo 2 también, así que planeo quizás actualizar de forma semanal si es que puedo ir escribiendo un capítulo de reserva siempre. Es un ArgChi como todo en este libro y es un omegaverse también, pero este ArgChi es con mi OC Gaspar y ocupé al OC de ZomBelGress Ián. También aparecerá en los siguientes capítulos otro personaje de ella, Marcos. Se vendrán sorpresitas más adelante con más personajes, para que estén atentis. Espero que les guste, bbs. Disfruten la lectura!!

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Sabiendo que tenía el tiempo en contra y que en cualquier momento Franco llegaría a tocar su puerta con el resto de los chicos, Gaspar se sentó frente a la toilette para retocar los últimos detalles de su maquillaje. La lucecita que emanaba desde el centro del espejo le cegó un poco como siempre, pero esta vez no estaba dentro de sus posibilidades tardarse más regulando el nivel de brillo. Había perdido valiosos minutos probando las distintas tenidas que había preparado la noche anterior, inseguro todavía de cuál le haría lucir mejor para asistir al trabajo que Franco le había conseguido con tanto esmero. Sabía que junto con él también asistirían omegas preciosos, jóvenes y dispuestos a hacer cualquier cosa para complacer a los clientes y obtener el dinero que por ello se les pagaba, por lo que destacar entre todos se volvía necesariamente imperativo.

Con más prisa que cuidado Gaspar se inclinó frente al espejo para terminar de encrespar sus largas pestañas. Por alguna razón continuaban bajándose a pesar de que había sido lo primero de lo que se encargó cuando comenzó a prepararse para ir a su trabajo. En cuanto consiguió que tuvieran una altura destacable, se decidió por aplicar su máscara transparente que hacía que sus pestañas, naturalmente gruesas, le dieran a su mirada verdosa un aire de seducción que era imprescindible tener esta noche. Luego de eso, continuó espolvoreando sus mejillas suavemente, para dejar atrás el pálido tono de su piel y retocó con cuidado el brillo de sus labios. No tenía mucho más tiempo a su disposición, pero la imagen que le devolvió el espejo le gustó, por lo que rápidamente quitó el pequeño moño que ataba su cabello y dejó que sus rizos castaños cayeran sobre su nuca tan desordenados como lo eran al natural. A los clientes les gustaba así y Gaspar no podía esta noche darse ninguna licencia.

Este trabajo en particular era muy especial porque no involucraba las mismas redes ni las mismas instalaciones que Gaspar comúnmente utilizaba para atender a los alfas y a los betas que contrataban sus servicios por algunas horas. Él solía alquilar habitaciones de hotel cerca del lugar de trabajo de sus clientes, pero nunca visitaba casas particulares ni tampoco fiestas. En los años que llevaba dedicándose a la prostitución había visto muchísimas cosas, pero el sexo grupal y el sexo que involucraba a gente con dinero, a gente importante reunida en un solo lugar, le había sido esquivo por una decisión tanto propia como por azar del destino.

Pero esta noche, sin embargo, la había planeado con mucha anticipación, desde el día que Franco se lo había contado mientras estaban almorzando en el comedor de su departamento. Que era el cumpleaños de un alfa con plata y con poder, donde habría más alfas y betas con plata y con poder que pedían chicos y chicas omegas para tener un buen rato y que tanto le había costado tener la oportunidad de ofrecerlo a él para compartir con los otros omegas que irían a trabajar. Que no podía desperdiciar la chance de darse a conocer, de extender sus redes y sus contactos y de pensar que cualquiera de esos hombres y mujeres con tan privilegiada posición en la vida podía convertirse en su cliente y ser una fuente de ingresos amplia y recurrente.

Gaspar no podía permitir que eso no sucediera esta noche, por lo que con apuro se dio una última mirada en el espejo de su toilette, se sonrió a sí mismo intentando darse confianza y se puso de pie, agarrando desde el mesón su perfume. El olor a lavanda estuvo revoloteando desde su cuerpo y su pelo como sus propias feromonas de omega en cuanto volvió a dejarlo en la base del toilette. El espejo de cuerpo entero que había en la pared de su habitación le dio, al final, su última imagen y Gaspar suspiró profundamente. Tomó su mochila que adentro guardaba su celular, su cargador, sus supresores, sus anticonceptivos, un brillo de labios, un perfume pequeño, papel confort y una tira de condones, y la colocó en su espalda, cruzó por el pasillo que lo llevaba hasta la puerta de su departamento, salió, cerró con llave y tomó el ascensor hasta el piso uno. Se despidió del conserje como lo hacía cada vez que abandonaba el edificio y, sintiendo la fría corriente de la noche bonerense pegándole en el rostro y en sus brazos descubiertos, como si lo hubiese estado esperando, el SUV de Franco aparcó unos metros más allá de la calle de servicio.

Con el Correr del Tiempo || ArgChi || [Múltiples Universos]Where stories live. Discover now