ARGCHI WEEK: DÍA 1 (CIENCIA FICCIÓN) / versión con OCs

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Notas: versión con  mi OC Gaspar y con el OC de ZomBelGress, Ián. Es exactamente igual al anterior, con el mismo universo. Solo que pensé el AU con estos personajes primero y me gusta escribir de ellos, así que, probablemente, habrá algún día más con esta parejita!

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LA FÁBRICA

O

El camino al país de los Guardianes Blancos es una molesta travesía de murmullos secretos que solamente Ián y él se atreven a farfullar. El resto de los muchachos, apilados en los rincones, sigue religiosamente la orden impuesta por los Blancos y no abren su boca ni abren sus ojos y parecen muertos ahí o muy dormidos y entre todo el mutismo en el que caen a veces, Gaspar cree que Ián y él son los únicos en la nave.

La órbita flotante que siguen está guiada constantemente por un piloto automático, pero eso no significa que los Blancos no estén en la cabina observándolos desde las cámaras. Nadie las ha visto, pero deben estar ahí, ocultas y camufladas a través del gris que han mirado por demasiado tiempo, asegurándose de que nada ni nadie irrumpa en la monótona sumisión que se ha implantado en la Tierra desde el nuevo día 0.

No hay ventanas en la nave, así que Gaspar no puede saber qué tan cerca están de la Fábrica. Tampoco es como si él pudiera distinguirla entre medio de la nebulosa y del frío. De la Fábrica nadie ha vuelto y nadie sabe dónde se encuentra. Es el secreto mejor guardado de los Blancos desde su llegada y la locación de la que aquellos que todavía gozan de la tranquilidad momentánea de la vida en los hogares donde vivían antes de la invasión se niegan a charlar. Está prohibido. Castigado con la muerte o, peor, con la ida a la Fábrica. La Fábrica se convierte en la eternidad. Nadie sale de allí. Nadie escapa de allí. Nadie vuelve a casa.

Gaspar piensa por segundos en su casa. En cómo se sentía la cama caliente y suave cuando Ián y él se acurrucaban juntos. Piensa en la cocina y su olor a pan caliente y en el ruido de fondo de la televisión. Recuerda cuán feliz fue esos años y le da calos fríos el despertar a la nueva realidad. Tomá, la voz de Ián, otra vez, muy cerca de su oído. Gaspar mira hacia el lado, Ián se saca de la boca una bolita de pan duro, que ha remojado y ablandado con su saliva y se la ofrece, con la ternura más sincera del mundo.

Consciente de que Ián y su amor es lo único que tiene de su antigua vida, Gaspar se inclina hacia atrás, sintiendo el latido del corazón de Ián justo en su espalda. Sin pisca de asco, muerde la mitad de la bolita de pan y le entrega el resto. Ián también come y aunque es la única comida que han tenido en mucho tiempo, Gaspar empuja los pensamientos hasta donde no entorpezcan su abrazo sincero con Ián y el sonido de su corazón se mezcla con el run run run de la nave que no para ahora ni mañana ni nunca.

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Buenos días bello durmiente, son las primeras palabras que Gaspar escucha y la voz de Ián suena tan dulce y tan amorosa que si él mantuviera los ojos cerrados podría pensar que todavía estaban en casa, ajenos de la vida a la que habían sido dispuestos desde su creación. Cada vez que Ián abre la boca se siente un tintineo tan único y tan especial que Gaspar solo quiere ronronear contra su pecho y aferrarse a él con fuerza, para siempre.

Su ensueño es roto por el ruido de la puerta levantándose y luego por el Blanco que les obliga, solo con una mirada, a dejar la nave. Los Blancos se cubren la cara por completo, así que nadie sabe cómo lucen en realidad o qué idioma hablan. Escriben todo lo que quieren decir en un mal dialecto terrícola que intentan imitar sin demasiadas pompas. Inglés o francés o español o portugués o ruso o el que sea, dependiendo de en qué lugar del planeta están. Controlan los gobiernos, que otrora intentaron combatirlos sin éxito, como marionetas.

Con el Correr del Tiempo || ArgChi || [Múltiples Universos]Where stories live. Discover now