Mi Enemigo

Capítulo 17

En vez de contestarle a su esposo, Sehun se volvió hacia Maddie y Bertha y les hizo una reverencia.

— Gracias a las dos por vuestros consejos –

Cuando se volvió de nuevo, Chanyeol seguía fulminándole con la mirada y Jongin parecía molesto porque le hubiesen ordenado la tarea de encontrarlo. Sehun intentó esquivar a su marido y salir de la cabaña de Maddie, pero él no se apartó. El le dio entonces un empujón, pero ni se inmutó.

Finalmente, Sehun optó por dar un paso atrás.

— ¿Quieres hablar conmigo, laird? –

Chanyeol suspiró exasperado y luego lo cogió por el brazo sin demasiados miramientos. Sehun se despidió de las tres mujeres con un gesto de la mano, mientras su esposo tiraba de el hacia afuera. Tropezó y tuvo que acelerar el paso para mantener su ritmo, de lo contrario, estaba seguro de que terminaría arrastrándole por el campo.

Miró de reojo y vio a Jongin siguiéndolos de cerca. Lo fulminó con la mirada, con la esperanza de hacerlo desaparecer, pero su cuñado no se dejó impresionar por su velada petición de intimidad.

Chanyeol se detuvo a algunos metros de distancia de las casas y se enfrentó a el como un guerrero sediento de sangre. A pesar de que Sehun intentó sostenerle la mirada con valentía, la diferencia de tamaño que existía entre ambos lo impresionó. Su marido estaba enfadado. No, enfadado era quedarse muy corto. Estaba furioso.

A Chanyeol le llevó varios intentos decirle lo que quería. Abrió y cerró la boca una y otra vez, intentando contener su temperamento. Sehun esperó sin decir nada, con las manos cogidas delante y mirándolo con los ojos muy abiertos.

— No me mires con cara de perrito desvalido —gritó él—. Me has desobedecido. Otra vez. Estoy pensando seriamente en encerrarte en tus aposentos para siempre –

Al ver que el no respondía ante la amenaza, soltó el aliento.

— ¿Y bien? ¿Puedes explicarme por qué has mandado a Cormac a hacer un recado y has aprovechado para desaparecer? —

— Tenía que hablar con Maddie —contestó Sehun –

Chanyeol se quedó mirándole mucho rato.

— ¿Eso es todo? ¿No sólo has desobedecido mi orden, sino que también has ignorado tu propia seguridad porque tenías que hablar con Maddie? —

— Era un asunto muy delicado —se defendió el –

Él cerró los ojos y movió los labios en silencio. ¿Estaba contando? No tenía sentido que practicase matemáticas en un momento como ése.

— ¿Y no podías pedirle a Cormac que te acompañase a casa de Maddie? –

Sehun lo miró horrorizado.

— ¡Por supuesto que no! No quería que oyese lo que tenía que hablar. Era un asunto muy privado y no quería comentarlo delante de nadie más –