Capítulo 35

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Sehun se encontró de repente en los aposentos de Kim Jummyeon. Éste lo lanzó encima de la cama sin dejar de gritar órdenes a su alrededor. Cuando fue a acercarse, el retrocedió, dispuesta a quitárselo de encima del modo que fuese.

Jummyeon se sentó en un extremo de la cama y lo observó con expresión tranquila y distante. Uno de los sirvientes le entregó una copa y, acto seguido, él los echó a todos del dormitorio. Sus hombres abandonaron la estancia uno tras otro, hasta que lo dejaron a solas con Sehun.

El se apoyó en un codo y se echó todavía más atrás, para poner mayor distancia entre los dos.

Jummyeon suspiró con exageración.


— Lamento lo que sucedió entre nosotros la primera vez que nos vimos. Me doy cuenta de que mi comportamiento fue reprobable y que mis técnicas de seducción necesitan mejorar –


¿Técnicas de seducción? ¿Reprobable? Las palabras de Jummyeon bailaron en la aturdida mente de Sehun. ¿Acaso el laird se había vuelto loco?


— Vuestro comportamiento de ahora es reprobable —le dijo el con voz ronca—. Habéis mentido y habéis hecho que uno de los hombres de Chanyeol mintiese y traicionase a nuestro clan —

— Te irían mejor las cosas si te resignases a aceptar tu situación —le advirtió Kim, amenazador —

— Por favor —suplicó Sehun. Odiaba tener que rogarle a aquel hombre, pero por Chanyeol podía sacrificar su orgullo sin ningún problema. No había nada que no estuviese dispuesto a hacer por su esposo—. Dejadme volver con Chanyeol. Estoy casado con él –


Kim se encogió de hombros.


— No me importa si estás casado con él o conmigo. Lo único que me importa es recibir tu dote y controlar Aviemore. —Se cambió la copa a la mano que estaba más cerca de Sehun y se lo ofreció—. Bebe esto, querido, y nuestro problema más inmediato quedará resuelto. Lamento tener que causarte dolor, pero con algo de suerte no durará demasiado –


El se quedó mirando la copa que iba acercándose peligrosamente a sus labios. Lo olfateó y retrocedió al detectar un olor amargo.


— ¿Qué es? ¿Por qué va a causarme dolor? ¿De verdad creía que era tan tonto? –


Kim sonrió y a el se le puso la piel de gallina.


— Tienes que tomártelo para expulsar al bebé que llevas en el vientre. No te preocupes, te daré tiempo de sobra para que te recuperes, antes de exigirte que cumplas con tu obligación. Aunque tampoco quiero esperar demasiado. Es importante que te quedes embarazado de un hijo mío lo antes posible –


El terror encogió el estómago de Sehun y sintió cómo las náuseas le subían por el pecho hasta ahogarlo. Para contenerlas, tuvo que apartar la cara y hundirla en la almohada.


— Lo siento —farfulló—. Pero desde que llevo el bebé en el vientre no soy yo mismo —

— Así son las cosas —contestó Kim comprensivo—. Cuando estés embarazado de mi hijo, no moverás ni un dedo. Te atenderán día y noche –


Mi EnemigoWhere stories live. Discover now