ɪᴠʏ [H&L]

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Retrocediendo en el tiempo, podemos decir que Harry nunca tuvo un papá.

No a propósito, es decir, cuando era joven, Harry era el típico chico querido por todos, jugador del equipo, pronto a convertirse en capitán. Era querido por ser amable e inteligente, astuto, siempre tenía una forma de hacer reír a la gente. Incluso se podría decir que él era quien se reía más con sus propios chistes. Cuando iba a tomar una bebida con sus amigos y compraban un sándwich, todos le prestaban atención. Cuando se acercaban los bailes de fin de año, todas las omegas de su generación y algunas que no pertenecían a ella querían conquistarlo con la esperanza de recibir una invitación a "ser la compañera de Styles". Cuando cortejaba a alguien, todos los demás se lamentaban que estuviera "tomado", incluso algunos alfas. Sabían que él no sería infiel ni en un millón de años.

Lo cierto es que su padre murió a causa de un accidente en auto cuando era pequeño. Tanto para recordarlo. Sí, es una pena, pero no tuvo tiempo para llorar porque su dulce madre alfa siempre le dijo que había ido al cielo de los omegas a cuidarlo desde allí. Que probablemente fue porque algunos pequeños que murieron no tenían padres y necesitarían a alguien tan bueno como él.

Lo cierto es que él sólo entendía que su padre era demasiado bueno y que Dios era muy bobo para pensar que no lo necesitaría. Pero no diría eso frente a su madre cristiana.

Ella siempre lo educó para que fuera un niño de bien, quizás con valores que no eran adecuados para la época. Aún no lo son. Le enseñó que los omegas y alfas eran iguales, y que si tenía la oportunidad de estar con alguien, que intentara no hacerle daño. Que fuera cortés, pregunte del consentimiento, defienda los valores feministas de los omegas. Él estaba agradecido, porque él es quien es gracias a la mujer que lo crió. Probablemente debería decírselo más seguido.

Quizás esa es la razón por la que no sea nada de lo que Louis haya conocido, y Harry está consciente de ello. Jamás lo celaría de un amigo, jamás lo humillaría frente a la gente, ni le obligaría a que tenga la cena preparada a la hora en la que él disponga sólo porque eso lo hace mejor omega.

Volviendo al tema, Harry era así de brillante y alegre hasta que conoció a Leah, una de las omegas más atrevidas y pícaras que alguna vez haya visto. Fue su primera vez una mujer, fue la primera vez con quien experimentaba demasiadas cosas y sinceramente, fue la primera con la que soñó algo tan dramático y esperanzador como el casarse en un futuro.

Ni siquiera los rumores que la rodeaban lo apartaron de ella. Cada que conocía a alguien le advertía que sólo lo engañaría, que era una cualquiera que saltaba de alfa en alfa en busca de algo. Y, para Harry, él no tenía nada que ofrecerle más que su cariño, así que lo ignoró y sólo se dedicó a pensar que sería incoherente que "alguien así" anduviera con él en busca de algo. No tiene lógica.

Además, su madre siempre le repitió que acabara con esa clase de rumores sobre las omegas que están con muchas personas. Son denigrantes.

Pero, sin embargo, ocurrió. Tres meses más tarde a cuando se hicieron novios, la descubrió en las sábanas con otro hombre cuando pasó a visitarla por su cumpleaños y sus padres lo dejaron pasar argumentando que su pequeña hija se había ido a dormir muy temprano para el día siguiente, donde habían acordado que se verían.

Fue un escándalo, sobretodo porque Harry en su enojo no dudó en no defenderla con sus padres mientras tomaba sus regalos y se iba de allí lo más lejos posible. Aún lo lamenta, porque sabe que es probable que su padre la haya golpeado horriblemente ese día. Pensaba que quizás se lo merecía un poco, pero ese pensamiento sólo envenenó su alma un tiempo.

En resumen, Harry se enamoró perdidamente de la chica que le mostró otro mundo y hacía las "mejores mamadas" en los baños del gimnasio que él haya conocido, pero le rompió su corazón de polluelo cuando estaba intentando hacer las cosas bien, que funcione.