15

1.4K 112 67
                                    

Cuando Louis cerró la puerta, supo que algo no andaba bien por la mirada de su suegra y por el hecho de que ella lo esperaba sentada en la mesa del comedor, con su silla dirigiéndose a la puerta principal.

—Buen día, señora Smith.

Le sonrió, no porque fuera amable y tuviera cordialidad, sino porque estaba feliz. Siempre se quedaba como un niño chiquito luego de pasar tiempo con Harry, sonriente y contando los minutos hasta volver a verlo.

—Hola... ¿Ya volviste de tus clases de yoga para embarazados?.

Preguntó alzando una ceja, y aunque a Louis le llamó la atención, a decir verdad no hay forma de saber cuándo ella está de mal humor. Siempre está seria, diciéndole algunas palabras para denigrarlo, recordándole cómo arruinó la vida de Adam al embarazarse y llevarlo lejos de ella.

Está segura que si hubiera seguido con Emma, habrían esperado para tener un compromiso mayor. Ella era sensata. ¿Louis?, Louis fue un omega con suerte y piernas muy abiertas.

—Síp, le juro que los ejercicios relajan demasiado.

Se sentó frente a ella con una taza igual a la suya, tomando un poco de café. Aunque ya hubiera tomado, debía disimular que estaba con hambre y realmente venía de una clase.

—Claramente, estoy segura que eres muy flexible.

No supo si lo dijo como halago o estaba siendo sarcástica, por lo que la miró.

—¿Bromea?.

—Oh, no... De alguna forma tuviste que haber engatuzado a mi hijo.

La cuchara quedó a medio camino, no pudo tocar su boca porque Louis quedó sorprendido con ello.

—¿A qué se refiere?.

—Pues, si no fue el amor lo que lo mantuvo a tu lado estoy segura que tienes una maestría en la cama. Cada vez confirmo más que no es con el único que practicas.

—Señora Smith... me está ofendiendo en mi propia casa con acusaciones que no permito. Usted no sabe lo que está diciendo.

—Claro, una casa que es pagada con el dinero de mi esposo y el trabajo de mi hijo. Al menos podrías engañarlo con alguien que esté lejos, ¿umh?, me parece un descaro que lo hagas frente a sus narices.

Se levantó de la mesa, llevándose la taza y sintiéndose totalmente ofendido. Aunque ella tuviera razón, engaña a Adam con alguien que no está a más de dos kilómetros, las cosas no ocurrieron así.

Cuando se presentó como un omega, nadie en su pueblo podía esperárselo. Por el carácter que tenía de niño apostaban que sería un alfa fuerte y testarudo, siguiendo con la tradición de los Tomlinson. Pensaba que así su padre comenzaría a quererlo, aunque sea un poquito más. Pero eso claramente no ocurrió, por lo que todas las miradas se voltearon a él. Ahí fue cuando lo vio. Segundo año, Adam terminando el instituto, le llamó por completo la atención aquel omega bajito y regordete que caminaba por los pasillos. Se lo encontraba "por casualidad" en el baño y lo recorría todo el tiempo con la mirada. Le tocaba su cintura en una señal de permiso, haciendo que Louis también lo mirara. Respiraba fuertemente cuando se encontraban cerca y a solas, haciéndole saber que era objeto de su deseo, deseo de su alfa.

Louis pensaba que el que tuviera novia haría que su sueño de estar con él nunca pudiera ser realidad, pero cuando comenzó a cortejarlo y llevarle flores, ropa, anillos y demás cosas a su casa, cayó rendido por él. Las escapadas, los encuentros en estacionamientos y lugares abandonados sólo para charlar, besarse y dormir juntos se hizo una costumbre. No le importaba qué tan devastado estuviera el lugar, mientras los cubriera de los peligros y las miradas, él era feliz. Probablemente más de lo que era aceptado para un amante. Jamás esperó llegar a ser más que eso, incluso cuando por primera vez se acostaron, lo hizo sabiendo que el alfa nunca en su vida podría salir del clóset y acabar con esa relación arreglada. Cuando "hicieron el amor" por primera vez, le pareció el acto más placentero que había y se arrepentía de haber hecho esperar a Adam tanto tiempo. A partir de eso, comenzaron a tener más y más sexo, pareciendo siempre como si estuvieran calientes todo el tiempo. Louis no lo usó como arma para obligarlo a acabar su noviazgo, ni para hacerlo quedarse a su lado. Sólo disfrutaba cada orgasmo y cada toque que se brindaban mutuamente.

ɪᴠʏ [H&L]Where stories live. Discover now