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Louis no va a admitirlo, pero en la forma en la que lo rechazó y prácticamente Harry lo tiró al sofá, le recordó un poco a Adam.

No fue a buscarlo, y quizás su amante quería que lo hiciera y le dijera todas las cosas que quería escuchar, pero no lo hizo. Sólo se quedó ahí, meditando, sin tener ninguna esperanza de que volviera porque desde que se conocieron hasta hoy, ha mejorado sus habilidades para saber cuándo aparecerá por la puerta.

No le tomó ni un mes, y ya estaba enamorado de nuevo. De sus rizos de chocolate que podría pasarse todo el día acariciando, o su sonrisa de conejito heredada por su madre (sí, vio sus fotos familiares), o las grandes manos que pasean de su cintura a sus mejillas cuando se abrazan o juntan sus frentes escuchando canciones de Elvis al bailar en la cocina preparando la cena en lo que llega el esposo de Louis.

Todo ese tiempo, cada día de esas semanas que estuvieron juntos parecieron una eternidad.

Pero no lo eran, y ciertamente, estaba engañando a su esposo.

Una vez, su amiga alfa, Taylor, le dijo que quizás se enamoraba muy rápido de las personas con las que estaba, y quizás no se tomaba el tiempo para conocerlas realmente.

La forma en la que su vecino lo trató hoy le hizo pensar que quizás debería llamarla.

¿Y si Harry era como Adam?, ¿y si su amiga tenía razón y debía pedirle disculpas por haber discutido con ella por sus, quizás, sabias palabras?.

Se sentía como un tonto omega, pero no se arrepentía de engañar a su esposo por primera vez. En realidad, se sentía muy bien y no lo entendía. Sus sentimientos estaban mezclados, se dio cuenta que no estaba siendo un buen omega.

¿Qué pensarían sus padres?, ¿Adam?, ¿el niño o niña que nacería pronto?.

Todo sería peor si se enterara, o si Louis quisiera pedir el divorcio.

La aventura era divertida, ciertamente emocionante. El enamorarse genuinamente como si volviera a tener 17. Ese brillo que sólo tienes a esa edad.

Sonrió levemente, recostándose en el sofá, pero el malestar volvió a su ser cuando se dio cuenta que probablemente debería dejarlo.

No debió meterse con ese joven de igual manera, ¿en qué estaba pensando?. Era su amigo, por fin tenía a alguien cercano a él y lo jodió de una manera impresionante... ¿Y si le decía que olvidaran lo que pasó y volvieran a comenzar?... Dios, no, claramente Harry no lo va a perdonar, y no quiere dejar a su esposo, al padre de su cachorro, ¿y si Harry lo deja?. Adam dijo que estaría siempre, y Harry a la mínima discusión que tienen se va... Está muy confundido, no sabe cómo manejarlo, se siente como un niño perdido intentando encontrar el camino por el que vino. No sabe cómo llegó hasta aquí, no sabe por qué se entregó tan fácilmente al chico, pero ahí estaba, enamorado de dos hombres que no le querían.

La sonrisa se le borró, y se transformaron en lágrimas al instante.

[Un par de días después]

Harry estaba haciendo el quehacer como siempre todos los domingos a la mañana, moviendo sus caderas escuchando una canción en la radio de Madonna. Intentaba distraerse desde que dejó de hablar con el chico pequeño, pero su mente lo traicionaba desde que despertaba hasta que iba a... no, se equivoca, incluso durmiendo aparecía en sus sueños.

En conclusión, está perdido.

El viernes en el boliche que fueron con Niall, su novia y sus amigos trató de convencerse en un intento fallido que estaba listo para dejarlo atrás, que no fue un noviazgo y no tiene importancia un par de días junto a una persona traidora y un par de besos y caricias prestadas (robadas) de Adam.

ɪᴠʏ [H&L]Where stories live. Discover now