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- The day... the music... died.

Louis con cuidado fue tomado de la mano mientras preparaba dos tazas de café caliente, riendo bajito cuando Harry hizo que bailara con él al ritmo de la canción "American Pie". Era como una rutina de ellos para empezar bien el día, aunque Harry juraba que no se trataba de una superstición. La vez que Louis estuvo a punto de rechazarlo, Harry le rogó que lo hicieran porque sino tendría un mal día y Louis "no quería ni deseaba que le sucediera nada malo a su esposo".

Pero no, no era una superstición en absoluto.

-Harry, por favor, tengo que servir el café.

-Lo serviré yo, ahora sólo quiero tener un momento con mi omega.

No tuvo otra opción que seguirle el ritmo a su amado, compartiendo sonrisas sinceras al compás de la melodía. Era una novedad que Louis en una mañana tranquila llevara zapatos de casa, y sus pies no sintieran el suelo frío de la casa, pero ninguno comentaría nada al respecto.

- Bye, bye, Miss American Pie. Drove my Chevy to the levee but the levee was dry.

Louis dio una vuelta siendo sostenido en la cintura, recibiendo un beso en los labios cuando lo inclinó un poco sobre su cuerpo. La casa de verano de la familia Styles era lo suficientemente grande para que no se llegara a escuchar la música en las habitaciones. Podrían incluso ir a una habitación y no lograrían escuchar lo que sucede en la continua. Louis no tenía idea que esto sería un problema.

-¿Y tu madre, Harry?. Quiero que pruebe en este momento mis panqueques con moras azules. Me esforcé demasiado en ellos.

Dejaron de bailar un momento cuando él tomó las únicas dos tazas para servirlas, porque aquel sábado lo disfrutaban por completo mañana-tarde-noche y las demás personas aún dormían. Estaba detrás de Harry, por lo que no pudo notar cuando ligeramente su expresión cambió.

La noche anterior no había salido del todo como lo había planeado, pero eso nadie más que él sabía.

Después de la cena, el lavar los platos y ayudar a acomodar, todos estaban lo suficientemente cansados para irse a recostar. Tomlinson fue el primero en quedarse dormido, a diferencia de los demás alfas de la casa.

Tocó la puerta de una de las habitaciones de invitados unas cuantas veces, entrando a ella cuando su madre le dijo que podía hacerlo.

-¿Están cómodos, ma?. Si quieren algo pueden avisarme. Gemma fue una aprovechadora, me pidió mi manta de tigre.

-Oh, cariño, claro. Estamos bien, muchas gracias.

Harry asintió bajo la mirada de Anne, quedándose un momento en la puerta para admirar a su madre y su padrastro. Ambos estaban ya acostados, Robin veía la televisión y Anne tenía un libro entre sus manos, uno que no había visto antes.

-Está bien, cualquier cosa, ya saben...

-En realidad...

Harry soltó la manija, dándose vuelta. Lo había tomado un poco desprevenido al estar por irse a acostar y descansar junto a su chico.

-¿Sí?.

-Siéntate un momento, quiero hablar contigo sobre tu omega.

Le llamó un poco la atención, pero hizo caso al pedido de su madre que le señaló el final de la cama para que se sentara. Probablemente tendría que haber cruzado la puerta en cuanto tuvo la oportunidad, ya era muy tarde para eso.

El ritmo de American Pie bajó, vagando en sus pensamientos una mentira para tapar todo lo que no quería contarle.

-En unos momentos bajará, supongo. Quizás quiere descansar después de aquel viaje.

ɪᴠʏ [H&L]Where stories live. Discover now