Capítulo 8

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Podía sentir que su estado de ánimo cambiaba mientras se deslizaba a un estado de euforia; acomodó su espalda contra el sofá porque de repente le dieron ganas de echar un vistazo alrededor de la habitación y observar a la gente.

Todos tuvieron diferentes reacciones a la droga: Seokjin y Namjoon se reían de algo que definitivamente no era tan gracioso como hacían parecer, la chica comenzó a deprimirse y quejarse de su vida y... Okay. Jungkook y Taehyung se estaban besando. 

Ellos, literalmente, haciéndolo con lengua y todo. Jimin los observaba asombrado, sin creerle a sus propios ojos. Esto no podía estar pasando.

Jimin se sintió extraño… Celoso, en realidad. ¿Por qué estaría celoso? ¿Estaba celoso porque Taehyung realmente había conseguido más de Jungkook que lo que había recibido él de Jennie en los pasados cinco años? Muy probablemente. 

Pero era demasiado orgulloso para admitirlo. Además, ambos eran chicos, eso era un pecado, y Jimin no era nadie para pasar por encima de la palabra de Dios.

Una mano en su muslo interrumpió sus pensamientos y levantó la vista para encontrar a Yoongi observándolo fijamente, con los ojos más oscuros que antes y los labios ligeramente separados.

—¿No dijiste que necesitabas una bebida fuerte? —le preguntó, y él asintió inmediatamente; y por alguna razón no podía apartar los ojos de sus labios— Ven conmigo.

Los ojos de Jimin se quedaron atrapados en Yoongi, quien ahora se ponía de pie y caminaba hacia la cocina. Lo siguió y se detuvo a su lado.

—¿Qué quieres?

—Umm... algo que sepa bien.

—¿Qué? —exclamó echándose a reír— Jimin, no bebes alcohol por su sabor, lo bebes para emborracharte. Si quieres algo que sepa bien, puedo conseguirte jugo de mango. 

Jimin apretó los labios en una fina línea y Yoongi sacó un vaso rojo de la bolsa, después tomó una lata de cerveza con sus increíblemente largos dedos.

—¿Alguna vez has tomado cerveza?

—No. —admitió un poco avergonzado.

—¿Alguna vez has probado alcohol siquiera? Vino y champagne no cuentan.

Jimin negó con la cabeza y Yoongi resopló, lo cual lo hizo enojar porque una vez más Yoongi se estaba burlando de él y pensaba que era mejor que él. Eso estaba muy lejos de la realidad.

—Tómatela, no te hará daño.

—Pero mi padre dijo... ¿No te hace tener una gran barriga? —preguntó, y deseó no haberlo hecho, pero eso era lo que siempre le había dicho su padre: beber cerveza hace que la gente se hinche y tenga estómagos gordos. 

Yoongi frunció el ceño antes de sonreír divertido (aparentemente es todo lo que hacía; sonreír de lado como un imbécil) y se levantó su camiseta blanca, dejando su pecho al descubierto y... Oh Dios, Jimin podía ver su plano abdomen ligeramente marcado. Estaba extremadamente celoso y, de repente, inseguro, porque todo lo que él tenía era una "barriga flácida" de la cual había tratado de deshacerse por los últimos dos años. 

—Parece que tu padre mintió. 

Jimin tiró tímidamente de su propia camisa y tomó el vaso de la mano de Yoongi antes de darle un sorbo. No estaba tan mal, pero tampoco podía clasificarla en el top cinco de sus bebidas favoritas.

—¿Ves? No moriste, ¿verdad? —Yoongi se burló.

Jimin simplemente se dio la vuelta, dejándolo ahí.

No supo cómo pasó o de quién fue la idea exactamente, pero terminó sentado en un círculo en el suelo entre Namjoon y Taehyung, con una botella de vodka vacía entre las veinte personas en el círculo. Aparentemente estaban jugando un juego llamado "gira la botella", pero él nunca en su vida había escuchado al respecto.

Sin embargo, una vez que Namjoon le explicó cómo se jugaba, supo que no quería tener nada que ver con ese juego, porque nunca se había besuqueado adecuadamente con nadie en toda su vida y todos se reirían de él.

"Oh, y porque le soy fiel a mi novia, por supuesto".

Lo último que necesitaba era que esos chicos pobretones se rieran de su inexperiencia. Ellos podrían tener experiencia pero él tenía dinero, así que Jimin pensó que él tenía las de ganar en esta batalla de todos modos.

Y porque Dios lo odiaba por alguna razón inexplicable, el primer giro se detuvo delante de él y el segundo delante de esa chica que Yoongi había estado besando.

—Eh... No puedo jugar, y-yo tengo novia. —dijo, y todos pusieron los ojos en blanco quejándose y diciéndole que ella nunca se enteraría.

Jimin nunca había sido muy bueno para manejar la presión, así que se puso de rodillas en medio del círculo para poder darle un pequeño beso a la chica en los labios.

Cuando volvió a sentarse, vio a Yoongi (que estaba sentado junto a Namjoon) mirándolo fijamente mientras se mordía el labio, y Jimin se dio cuenta de que probablemente les había dado a Namjoon y a Yoongi una vista completa de su trasero. Sus mejillas se tiñeron de rosa y esperó que nadie fuera a cambiar de opinión sobre él, solo porque tenía un trasero gordo. 

"¿Desde cuándo me importa a mí lo que piensen un par de pobretones?"

En la siguiente ronda les tocó a Namjoon y a un chico llamado Daehyun, y Jimin se sorprendió al ver que a Seokjin no le importaba, ¡en realidad hasta los animaba! Yoongi besó a Jungkook, Taehyung besó a una chica que Jimin nunca antes había visto, dos personas más también se besaron, Namjoon y Yoongi, y luego Seokjin y Taehyung.

Era el turno de Seokjin de girar la botella y esta señaló a Yoongi, quién se chupó el labio inferior un poco antes de girarla de nuevo. Se detuvo entre Taehyung y Jimin, así que Jimin se movió más lejos de la botella, pero Namjoon lo mantuvo en su lugar diciéndole que no podía hacer trampa en este juego.

Pero Jimin no podía besar a un chico... ¿Qué pensarían todos de él? ¿Qué si alguien se lo contaba a Jennie? ¿O a sus padres?

No podía besar a un chico, especialmente a Yoongi.

—No soy gay. —musitó, y todos se rieron.

—Todo el mundo es un poco gay, amigo. —comentó Namjoon.

Yoongi se acercaba a Jimin frunciendo los labios de una forma burlona, y Jimin estaba a punto de protestar de nuevo, pero de repente se escuchó el grito de alguien y después sirenas a lo lejos en la calle.

—¡¡Policía!! —gritó una chica.

Todo el mundo se levantó inmediatamente, algunos ya hasta iban saliendo de la casa.

Jimin estaba entrando en pánico y se estaba volviendo difícil para él poder respirar. La sala de estar se vació en cuestión de segundos, vasos rojos esparcidos por todo el suelo y sobras de marihuana todavía en la mesa.

—¡Muévete! —le dijo Yoongi justo cuando la patrulla se detenía frente a la casa de Namjoon.

Jungkook agarró la hierba de la mesa y se la metió en el bolsillo trasero antes de tomar a Taehyung de la muñeca y arrastrarlo hacia fuera. Parecía que todos estaban saliendo por el jardín trasero, así que cuando Yoongi lo empujó en esa dirección, obligado, rápidamente siguió a Taehyung.

Salieron del lugar en el momento en que la policía abrió la puerta para encontrar una casa vacía. Los ojos de Jimin se ampliaron cuando vio que tenía que saltar la barda para no ser atrapado; no podía trepar, llevaba unos jeans nuevos y no tenía la suficiente fuerza para hacerlo, pero de todos modos intentó agarrarse de la pared de cemento y levantarse a sí mismo después de Taehyung.

Chilló cuando unas manos grandes y fuertes lo tomaron de las caderas y prácticamente lo empujaron por encima de la barda como si no pesara nada. Lo último que vio fue a dos policías empujar a Yoongi contra el muro, obligándolo a poner sus manos en la nuca. 











BEBÉ, EL CIELO ESTÁ EN TUS OJOS. ➸yoonminWhere stories live. Discover now